Condenado a 49 a?os de prisi¨®n el profesor del colegio Valdeluz por abusos sexuales

La Secci¨®n 23 de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al exprofesor del madrile?o colegio Valdeluz, Andr¨¦s D¨ªez D¨ªez, a un total de 49 a?os, 5 meses y 21 d¨ªas de prisi¨®n, como autor responsable de 12 delitos de abusos sexuales. El tribunal mantiene en la sentencia que el docente era una persona querida y valorada, adem¨¢s de que manten¨ªa una relaci¨®n cercana con sus alumnas. Esto lo aprovech¨® para tocarlas y satisfacer su deseo e impulso sexual, comenzando con besos, abrazos, cosquillas, hasta ir aumentando los toqueteos progresiva y gradualmente en el tiempo, poco a poco, llegando a manosear piernas hacia ingles y zona vulvar e interior de los muslos, espaldas, senos y nalgas.

El fallo, que consta de 158 p¨¢ginas y contra el que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, recoge que el docente lleg¨® a restregarse en alguna ocasi¨®n su pene en sus espaldas o llevando el acusado la mano de alguna de ellas a su miembro, por fuera de la ropa. Tambi¨¦n introdujo sus dedos en la vagina de algunas de ellas, escud¨¢ndose muchas veces en la necesidad de llevar a cabo correcciones posturales mientras estaban sentadas tocando el piano.

En otras ocasiones, aprovechando la atenci¨®n de los alumnos/as a la pantalla donde se proyectaban ¨Cen penumbra- audiovisuales musicales, llevaba a cabo tambi¨¦n tocamientos sobre las menores, a quienes sentaba a su lado. Individualizadamente la sentencia analiza la conducta que se llev¨® a cabo sobre cada una de las v¨ªctimas que se recogen en los hechos probados. Solamente sobre dos de ellas no se considera acreditada la conducta. En un caso dada la retractaci¨®n total en el acto del juicio de cuanto hab¨ªa declarado hasta ahora en el sumario.

En otro dada una insuficiencia de prueba a la luz de las exigencias que ya se han comentado; especialmente en cuanto a los elementos corroboradores. En el juicio, celebrado entre los d¨ªas 21 de mayo y 12 de junio en la Audiencia Provincial de Madrid, intervinieron 14 v¨ªctimas/testigos, 35 testigos y 5 peritos. La vista se desarroll¨® la vista oral a puerta cerrada, a fin no solo de preservar la intimidad de las v¨ªctimas, sino tambi¨¦n en protecci¨®n del resto de derechos que les reconoce la Ley del Estatuto de la V¨ªctima.

El fiscal solicitaba la condena del acusado como autor de 14 delitos de abusos sexuales, de los que 13 fueron calificados como delitos continuados. Solicitaba las correspondientes penas, que ascend¨ªan a un total de 69 a?os de prisi¨®n. Las distintas acusaciones particulares coincidieron con el ministerio p¨²blico. La defensa del acusado solicit¨® en todo momento su libre absoluci¨®n, al igual que lo hizo la defensa del colegio Valdeluz.?

Delito de abusos sexuales

Los magistrados de la Secci¨®n 23 de la Audiencia Provincial de Madrid recuerdan que el delito de abusos sexuales aparece tipificado en el art¨ªculo 181 del C¨®digo Penal como la realizaci¨®n, sin violencia o intimidaci¨®n y sin que medie consentimiento, de actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona.

La prueba en este tipo de delitos ¨Cy as¨ª ha sido en el presente proceso- se basa en gran medida en la declaraci¨®n de la propia v¨ªctima, dadas las condiciones de discreci¨®n o privacidad de contexto en los que suelen desarrollarse buena parte de los delitos contra la libertad sexual. El Tribunal establece en la sentencia del caso que no se trata de que la declaraci¨®n de la v¨ªctima, por s¨ª sola, alcance sin m¨¢s filtros el valor incriminatorio que debe superarse para vencer el derecho fundamental a la presunci¨®n de inocencia que rige en toda causa penal y que consagra el conocido art¨ªculo 24 de nuestra Constituci¨®n.

De acuerdo con la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, esa declaraci¨®n ha de venir revestida de determinados elementos, que exigen que el Tribunal valore por el resultado de la prueba, la persistencia, coherencia, verosimilitud, corroboraci¨®n y ausencia de ¨¢nimo o elementos espurios. La fundamentaci¨®n jur¨ªdica de la sentencia analiza con detalle la prueba y tiene en cuenta asimismo los estudios doctrinales existentes en torno a la parcela de la victimolog¨ªa dedicada al fen¨®meno de los delitos contra la indemnidad sexual. Y recoge la doctrina del Tribunal Supremo en cuanto al valor de la declaraci¨®n de la v¨ªctima como prueba incriminatoria en este tipo de delitos.

Tras analizar el material probatorio, el tribunal mantiene como no veraz la tesis del acusado quien sostiene que todo es fruto de una confabulaci¨®n por venganza contra su esposa ¨Ctambi¨¦n profesora de la academia musical- por el trato que daba a las alumnas, adem¨¢s de que exista una clara contaminaci¨®n por el seguimiento medi¨¢tico que ha tenido este caso. Para la sala, todo esto ¡°no les puede compensar al nivel que pretende el acusado, el alt¨ªsimo coste emocional que supone denunciar y cuatro a?os m¨¢s tarde desde la presentaci¨®n de las denuncias, mantenerse firmes, hasta el punto de someterse a tratamientos psicol¨®gicos o retomarlos con esta revictimizaci¨®n¡±.

Experiencia normal, seg¨²n otros testigos

El tribunal tambi¨¦n ha tenido en cuenta los testimonios de quienes en sus declaraciones narraron una experiencia normal en su estancia en el colegio o en la academia. Ello no debilita en absoluto la convicci¨®n incriminatoria de otros testigos. Los magistrados entienden que, dado el alto n¨²mero de alumnos que ten¨ªa, es impensable que la conducta enjuiciada fuese una regla general.

Los jueces estiman que el condenado han cometido 12 delitos de abuso sexual con prevalimiento por abuso de superioridad, la mayor¨ªa de ellos continuados y algunos agravados por la edad de las v¨ªctimas y la introducci¨®n de dedos. El prevalimiento a que se refiere su apartado d) del art¨ªculo 183 C¨®digo Penal parte del aprovechamiento por parte del autor del delito en su ejecuci¨®n de una relaci¨®n de superioridad. Exige una cierta preeminencia del autor sobre la v¨ªctima y que esta ventaja haya sido utilizada o aprovechada por el autor para realizar el acto objeto de imputaci¨®n.

La sala obliga a indemnizar a las v¨ªctimas por los da?os morales que su conducta les produjo y condena al colegio como responsable civil subsidario. El fallo mantiene que en cuyas instalaciones se ubicaba la academia de m¨²sica y para el que tambi¨¦n el acusado ven¨ªa prestando servicio como profesor durante tantos a?os. El tribunal mantiene que existi¨® una clara ¡°culpa in vigilando¡±, desestimando la pretensi¨®n de la defensa de la entidad docente de deslindar por completo la actividad que se desarrollaba en la academia y la que era propia del colegio.

La relaci¨®n entre ambos n¨²cleos era tan intensa, y sus diferentes v¨ªnculos tan fuertes, que no puede exonerarse a la instituci¨®n docente de esta responsabilidad indemnizatoria, seg¨²n la sentencia.