Tr¨¢fico sopesa rebajar el l¨ªmite de velocidad a 80 km/h para frenar la mortalidad

La campa?a televisiva que promueven el Servicio Catal¨¢n del Tr¨¢fico (SCT) y el departamento de Interior preconiza que todas las personas que mueren en la carretera dejan a alguien con la pena a cuestas. Ni tres, ni dos, ni tan siquiera una sola v¨ªctima son pocas. El mensaje pretende concienciar para lograr la ut¨®pica siniestralidad cero. Pero el recado no cala en los registros de mortalidad. Entre el 1 de enero y el 25 de julio han fallecido 104 personas en la red viaria catalana. Tres de cada cuatro personas han muerto en carreteras secundarias. El SCT se declara abierto a rebajar el l¨ªmite de velocidad en esas v¨ªas.

El presente es menos negro de lo que era el pasado. La estad¨ªstica muestra un 70% menos de v¨ªctimas por accidente que las que se contaban cuando se cruz¨® el umbral del a?o 2000. Sin embargo, los registros siguen presentando picos alarmantes y, en lo que llevamos de 2018, se cuentan un 24% m¨¢s de muertos que en el mismo per¨ªodo del a?o pasado. Hasta el 25 de julio el n¨²mero de v¨ªctimas se eleva a 104, sin tener en cuenta las personas que han perecido atropelladas.

La mayor¨ªa de accidentes mortales se concentran en v¨ªas secundarias, carreteras con velocidades limitadas a 90 o 100 km/h, sin mediana separadora ni doble carril. Hasta el 74% de las v¨ªctimas murieron por choques en estos tramos. T¨¦cnicamente, las autoridades de tr¨¢fico reservan el t¨¦rmino ¡°v¨ªa secundaria¡± para aquellas carreteras espec¨ªficamente m¨¢s locales o comarcales, y, seg¨²n esta premisa, el Servicio Catal¨¢n del Tr¨¢fico cifra en un 67% las v¨ªctimas de la red secundaria en lo que llevamos de a?o.

Las autopistas AP-7 y la AP-2 concentran un alta intensidad de veh¨ªculos, caracter¨ªstica que comparten con otras v¨ªas r¨¢pidas de pago, como la C-32 en el Garraf o la C-16 en la Catalu?a central. Ajenas a los peajes pero igualmente desdobladas, la autov¨ªa A7, el Eix Transversal o la C-17 tambi¨¦n canalizan un espeso volumen de tr¨¢fico.

Sin embargo, la ecuaci¨®n que arroja m¨¢s v¨ªctimas cuanto m¨¢s tr¨¢fico y mayor velocidad?se equivoca en este caso. ¡°En autopistas y autov¨ªas hay m¨¢s velocidad pero todos los veh¨ªculos circulan en el mismo sentido de la marcha, con lo que se reduce un factor de riesgo muy importante¡±, se?ala Juli Gendrau, director del Servicio Catal¨¢n del Tr¨¢fico.

El accidente del pasado 21 de julio en la C-63, en Vidreres (Selva), con cuatro personas muertas, ilustra una mec¨¢nica cl¨¢sica de la siniestralidad viaria: el choque frontal. Una colisi¨®n de frente tambi¨¦n caus¨®, el mi¨¦rcoles 25, la muerte de dos personas en la N-II, en Borrass¨¤ (Alt Empord¨¤). Seg¨²n el SCT, las distracciones, muchas veces asociadas al tel¨¦fono m¨®vil, son la causa del 25% de los accidentes mortales. El consumo de alcohol y el exceso de velocidad tambi¨¦n son los principales causantes de la mortalidad viaria.

Sin carriles dobles ni mediana separadora, la red secundaria est¨¢ mucho m¨¢s expuesta que las autopistas y autov¨ªas. No resulta f¨¢cil ni barato contrarestar el riesgo que va parejo a la infraestructura, pero el Servicio Catal¨¢n del Tr¨¢fico estudia aplicar un m¨¦todo expeditivo. Gendrau avisa que se plantean replicar la soluci¨®n francesa: rebajar la velocidad m¨¢xima de 90 a 80 km/h . ¡°Todo lo que sean medidas para reducir la mortalidad, nos parece bien¡±, sentencia.

La medida est¨¢ en vigor en Francia desde el mes pasado y su aplicaci¨®n no ha estado exenta de controversia. Las principales cr¨ªticas reprochan que se trata de una medida elitista y centralista que perjudica a la Francia de provincias y rural. La reducci¨®n del l¨ªmite de velocidad afecta a 400.000 kil¨®metros de carreteras nacionales y departamentales sin separador central. Una reducci¨®n de 10 km/h en la velocidad m¨¢xima puede rebajar entre 300 y 400 muertes anuales y hasta 5.000 heridos graves, seg¨²n datos esgrimidos por el primer ministro ?douard Philippe, que en enero anunci¨® la medida ante la oposici¨®n, incluso, de miembros de su Gobierno.

¡°Nosotros no renunciamos a nuestra obligaci¨®n pero apelamos a la responsabilidad de todos los conductores para reducir la siniestralidad¡±, manifestaba recientemente el consejero de Interior, Miquel Buch, que no dudaba en calificar de ¡°situaci¨®n alarmante¡± el incremento de la siniestralidad viaria. ¡°Estamos lejos de los objetivos fijados por el a?o 2020 de reducir la siniestralidad al 50% respecto al 2010 y m¨¢s todav¨ªa de los de siniestralidad cero en 2050¡±, lament¨®.

Un radar para pisar el freno

Los Mossos d'Esquadra?y el Servicio Catal¨¢n del Tr¨¢fico priorizan las actuaciones en aquellos tramos donde se detecta mayor siniestralidad. ¡°M¨¢s presencia policial e incrementamos los controles¡±, apunta Juli Gendrau. En la misma l¨ªnea pone de relieve que en aquellos puntos negros donde se instalan radares de velocidad la mortalidad cae un 59%. ¡°Sabemos que no podemos llenar la carreteras de radares¡±, se resigna. En la red viaria catalana hay m¨¢s de 240 radares. La instalaci¨®n de cada aparato supone un coste aproximado de 70.000 euros.