La derecha se retrata

Parece que por fin llega la exhumaci¨®n de Franco. Con cuarenta a?os de retraso se salda una anomal¨ªa hist¨®rica: que un dictador tenga un Mausoleo en un pa¨ªs democr¨¢tico. El Congreso decidi¨® el jueves sacarle del Valle de los Ca¨ªdos. ?Por qu¨¦ ha costado tanto tiempo conseguir la reparaci¨®n de esta ofensa a la memoria democr¨¢tica? El resultado de la votaci¨®n nos pone sobre la pista: 172 votos a favor, 164 abstenciones y 2 votos en contra, a los que concedo el beneficio de la duda, dado que sus autores dijeron que hab¨ªa sido por error. A estas alturas, los diputados de la derecha ¡ªPP y Ciudadanos¡ª no han sido capaces de comprometer su voto en este elemental gesto de dignidad democr¨¢tica. Los diputados conservadores siguen cargando con un temor reverencial al dictador y al franquismo. Cuarenta a?os despu¨¦s no se atreven a expresar el rechazo y la desaprobaci¨®n de la dictadura, convencidos de que la estela del franquismo todav¨ªa sobrevuela el esp¨ªritu de una parte de la sociedad. No estoy seguro de que la abstenci¨®n tenga premio: irritar¨¢ a los irredentos y sonrojar¨¢ a muchos dem¨®cratas.

En un debate de tanto nivel simb¨®lico, que afecta a los principios de la democracia, la banalidad de las explicaciones de la derecha es insultante. Argumentar que no era una decisi¨®n urgente, es buscar una excusa rid¨ªcula para no declarar las verdaderas razones del voto. No hay coartada: si no se ha hecho antes es por la sistem¨¢tica oposici¨®n de la derecha. Y hab¨ªa que aprovechar la oportunidad, antes de que vuelva.

Eludir la cuesti¨®n de fondo, apelando a las debilidades e impotencias del gobierno es una frivolidad. La oposici¨®n tiene todos los d¨ªas del a?o para sacar los colores al presidente S¨¢nchez y a los suyos. Pero precisamente el jueves era otra cosa: reparar un retraso que no tiene justificaci¨®n alguna. ?Que el PSOE busca en ello dividendos de imagen? ?Y qu¨¦ busca la derecha con su abstenci¨®n si no quedar bien ante los que siguen llevando puesto el velo de la dictadura?

Con todo, lo m¨¢s sorprendente es la posici¨®n de Ciudadanos, un partido joven, nacido muchos a?os despu¨¦s de la muerte de Franco, sin ra¨ªces geneal¨®gicas con el franquismo y que en su fase inicial exhib¨ªa el liberalismo como bandera. Del PP conocemos la historia, su filiaci¨®n directa con los herederos del franquismo. Aznar consigui¨® la unificaci¨®n de todas las sensibilidades de la derecha en un solo partido, lo que signific¨® que su electorado incorporaba desde la extrema derecha hasta la derecha liberal, pasando por toda la gama de colores del azul. Y por tanto era necesario ser cuidadoso con tan amplio espectro. De ah¨ª el discurso fantasma del PP que pretend¨ªa la absoluci¨®n de la dictadura como fundamento de la concordia. Ciudadanos no tiene estos antecedentes. Pero a medida que, a caballo de la cuesti¨®n catalana, ha ido recortando espacio a un PP envejecido y desgastado, la pelea entre derechas se ha desplazado del centro al extremo. Y Ciudadanos ha mutado r¨¢pidamente al iliberalismo autoritario. La abstenci¨®n del jueves es expresi¨®n de este giro.

De este episodio, dos conclusiones. Primera, no se puede descalificar a la ligera a aquellos que siguen viendo elementos de la herencia del franquismo en el desarrollo del r¨¦gimen del 78. Al contrario, hay que seguir vigilando. Segunda, no se puede seguir ignorando la pervivencia de un cierto franquismo sociol¨®gico. Ocultar su existencia es negar la realidad.

Se dice que en Espa?a no hay extrema derecha. La hay. Y est¨¢ integrada en los partidos de la derecha, los que no han querido votar contra Franco. Y es bueno que sea as¨ª mientras ¨¦stos quieran y sean capaces de neutralizarla. Pero es muy peligroso, en la actual deriva nacional autoritaria que vive Europa, ver como Ciudadanos y PP en pleno desplazamiento hacia su derecha, practican el apaciguamiento en un tema de tanto poder simb¨®lico. Cualquier d¨ªa nos podemos encontrar con la gran mutaci¨®n. Como hemos visto con el voto del Parlamento europeo: Orban est¨¢ cerca.

Dicen que recuperar la memoria del franquismo puede dividir a la sociedad. Me quedo con las palabras del historiador Ian Gibson en la Ser: ¡°Sacar a Franco del Valle de los Ca¨ªdos es un paso inmenso hacia adelante que, digan lo que digan algunas minor¨ªas, va a facilitar la concordia en este pa¨ªs¡±.