Un musical innovador, po¨¦tico y un poco raro

Innovador, po¨¦tico y tambi¨¦n un poco raro e imposible de etiquetar. Maremar, el nuevo espect¨¢culo de Dagoll Dagom, propone en una ins¨®lita mezcla una obra de William Shakespeare ¡ªla poco conocida P¨¨ricles, Pr¨ªncep de Tir, a partir de la traducci¨®n de Salvador Oliva¡ª y las canciones de Llu¨ªs Llach. No es un musical al uso. Tampoco un jukebox del cantautor catal¨¢n. Maremar es otra cosa; lejos de los grandes decorados de Mar i Cel y Scaramouche,Joan Llu¨ªs Bozzo repliega velas en busca de la austeridad y la intimidad en un espect¨¢culo sobre el drama de los refugiados que combina danza, palabra y m¨²sica, con potentes coreograf¨ªas de Ariadna Peya y po¨¦tica direcci¨®n musical de Andreu Gall¨¦n.

El universo po¨¦tico y musical de Llach, recreado con enorme sensibilidad por Gall¨¦n, ba?a esta singular propuesta con magn¨ªficos arreglos vocales que los 9 actores del reparto cantan, con desigual fortuna, y, aunque as¨ª lo anuncia el programa, no siempre a capella, pues en muchos temas hay percusi¨®n e incluso violonchelo. No importa, porque lo novedoso del trabajo de Gall¨¦n, que aporta tambi¨¦n algunos temas propios, es que la m¨²sica la hacen los actores.

Canciones con alma mediterr¨¢nea recrean las aventuras marinas de Pericles, transformado en un nuevo Ulises que encarna el drama de los refugiados; en nuestros d¨ªas, los escenarios de la obra de Shakespeare est¨¢n en zonas conflictivas y, Bozzo inicia la obra con una ni?a que llora desconsolada en un campo de refugiados porque no encuentra a sus padres; para animarla, le explican la historia de Pericles y su viaje, en el que pierde a su mujer Tha?sa despu¨¦s del nacimiento de su hija Marina en una barco frente a las costas de Grecia.

La dura realidad de las pateras, los barcos de salvamento, la lacra del tr¨¢fico de personas... las im¨¢genes de este drama cotidiano de triste y permanente actualidad aparecen puntualmente proyectadas en una gran cortina que preside el desnudo escenario. La escena final aprovecha el un tanto alocado final feliz del drama para abrir un espacio a la esperanza.

Las armas m¨¢s comunicativas del espect¨¢culo, con direcci¨®n esc¨¦nica de Bozzo y dramaturgia coral ¡ªun equipo encabezado por el propio Bozzo y Jofre Borr¨¤s¡ª, son las canciones ¡ªentre ellas Corrandes d?exili, I si canto tris, Som tu i jo o Maremar¡ª y la danza. La concepci¨®n teatral del baile de Ariadna Peya las convierte en un tsunami de emociones; eso s¨ª, exige mucho esfuerzo a los 9 int¨¦rpretes que integran el reparto, que hablan, cantan y bailan a ritmos que, en ocasiones, les deja sin fuelle.

Roger Casamajor (P¨¨ricles), Merc¨¨ Mart¨ªnez (Diana), Aina S¨¢nchez (Tha?sa) y Elena Tarrats (Marina), que destaca en el canto m¨¢s emotivo, llevan el peso del relato; todos se desdoblan y asumen el papel de refugiados. Marc Vilajuana es quien otorga m¨¢s elegancia y naturalidad al baile y, en una labor de equipo que confiere unidad al espect¨¢culo, completan el reparto Anna Castells, Cisco Cruz, Marc Pujol y Mar Soler.

La funci¨®n del estreno acab¨® entre bravos y con el p¨²blico en pie, lo que vaticina una feliz traves¨ªa a este at¨ªpico espect¨¢culo que, cuarenta a?os despu¨¦s de Antaviana y 30 de Mar i Cel, inyecta a la veterana compa?¨ªa buenas dosis de juventud, vitalidad e ilusi¨®n por el futuro.