Ana, asesinada tras una vida de malos tratos y silencios
El homicida, Antonio Jim¨¦nez, quer¨ªa matar tambi¨¦n a sus dos hijas y a su suegra
Hac¨ªa un mes que Ana Gim¨¦nez, de 48 a?os, hab¨ªa dado el paso de denunciar a su marido. Con la ayuda de sus hijas, logr¨® grabar la retah¨ªla de amenazas e insultos que Antonio Jim¨¦nez, de 53, su pareja de toda la vida y padre de las dos j¨®venes, le lanz¨® por el tel¨¦fono. ¡°Con eso fueron al juez y lograron sacarlo de casa¡±, explica el t¨ªo de Ana, que fue asesinada el s¨¢bado por Antonio, en Sant Joan les Fonts (Girona). El hombre le dispar¨® varias veces en la calle y despu¨¦s la atropell¨® con su Hyundai Tucson negro. Tambi¨¦n arremeti¨® contra sus hijas, Noe y Bea, de 23 y 28 a?os, e hiri¨® de gravedad a la mayor.
¡°Qu¨¦ barbaridades le dir¨ªa para que solo con eso, le echasen de la casa y le dijesen que no se acercase¡±, reflexiona el t¨ªo de Ana. La juez que vio el caso dict¨® una orden de alejamiento e incomunicaci¨®n por un delito leve de amenazas.
Pero ese mismo d¨ªa, al salir de juzgado, Antonio, que se negaba a irse de la casa que compart¨ªan en Sant Joan les Fonts (2.900 habitantes), regres¨® al domicilio. ¡°Cuando llegaron ellas [Ana y sus dos hijas], oyeron que se estaba duchando y avisaron a los Mossos¡±, contin¨²a su t¨ªo, frente a su casa y la de la madre de Ana, que est¨¢n una al lado de la otra, en la misma calle de la peque?a localidad del interior de Catalu?a. La polic¨ªa catalana tuvo que echarlo del domicilio.
Los malos tratos que sufr¨ªa Ana por parte de Antonio, con el que se cas¨® cuando rondaba la veintena, eran conocidos en su entorno. Pero ella no era la ¨²nica v¨ªctima. En los ¨²ltimos tiempos, hab¨ªa echado a una de sus hijas de casa, ¡°la otra se hab¨ªa ido ya aburrida¡± y ten¨ªa amenazada tambi¨¦n a su suegra. ¡°Las hubiese atropellado a todas¡±, asegura el t¨ªo de la mujer, que explica que Antonio hab¨ªa manifestado la intenci¨®n de matarlas a las cuatro.
Ana era cocinera en la escuela del pueblo, el CEIP Castanyer, desde hac¨ªa a?os. Su familia lleg¨® de Murcia, y se instal¨® en Sant Joan les Fonts, donde ella naci¨®. De joven, conoci¨® a Antonio, de Torell¨®, que viv¨ªa tambi¨¦n en Sant Joan y ten¨ªa sus or¨ªgenes en Granada. Enseguida se casaron y tuvieron dos hijas. Durante muchos a?os, explican desde el entorno de la mujer, guard¨® ¡°silencio¡±, tuvo ¡°miedo¡± y debi¨® rendir cuentas a su marido, que era un contratista al que los negocios se le hab¨ªan torcido en los ¨²ltimos tiempos.
Cuando la juez orden¨® el alejamiento de Ana, Antonio aleg¨® que no ten¨ªa donde ir. Y pidi¨® autorizaci¨®n para quedarse con el Hyundai Tucson negro y as¨ª dormir en ¨¦l. En el municipio (¡°aqu¨ª todos nos conocemos¡±, explican unos vecinos que piden no ser identificados, como el resto de entrevistados) comentan que se hab¨ªa instalado en un huerto que ten¨ªa en Castellfollit de la Roca, no muy lejos de all¨ª. Alguna vez, dicen, ya le hab¨ªan visto siguiendo los pasos de Ana por el pueblo. Todos recuerdan que hace unas tres semanas, los Mossos y los Bomberos entraron en la que hab¨ªa sido la casa familiar y requisaron botellas de gasolina. Antonio hab¨ªa amenazado con quemar la casa con su mujer y sus hijas dentro. ¡°Encontraron m¨¢s de 200 litros en el garaje¡±, asegura el t¨ªo de la mujer. El 7 de noviembre, estaba citado en el juzgado para el divorcio.
Ana, que estaba atemorizada, se hab¨ªa mudado a casa de su madre. El s¨¢bado, cuando Antonio la asesin¨®, hab¨ªa comido con ella y con sus hijas. La abuela de las j¨®venes, que se llama igual que su hija, se qued¨® recogiendo la mesa y ellas tres fueron a ver un piso y, despu¨¦s, a la feria de las Brujas, que se celebraba en el pueblo, que estaba todo engalanado con murci¨¦lagos y telas de ara?a. Cuando Ana y sus hijas cruzaban por la avenida de Cisteller, a 300 metros de la casa de su madre, apareci¨® el Hyundai Tucson negro, del que sali¨® Antonio armado. ¡°No s¨¦ qu¨¦ arma ser¨ªa, porque le hab¨ªan quitado las de caza que ten¨ªa¡±, asegura el familiar de la mujer. Le dispar¨® dos veces en la cabeza, y luego la atropell¨® con el coche y arroll¨® tambi¨¦n a su hija mayor, a la que dej¨® herida de gravedad (¡°se va recuperando, ?pero c¨®mo va a estar cuando salga de ah¨ª?", se pregunta el hombre), y luego huy¨® del lugar. Eran las tres y media de la tarde.
Una hora y media despu¨¦s, un hombre llam¨® al 112 avisando de que hab¨ªa un hombre muerto, colgado en un lugar cerca de la riera de Sant Eduald, en el valle de Bac, en el municipio de Montagut i Oix, a 10 minutos en coche del lugar del atropello. Era Antonio Jim¨¦nez, que se hab¨ªa suicidado.
Las v¨ªctimas de este tipo de violencia pueden llamar de forma gratuita al 016, que no deja rastro en la factura telef¨®nica, aunque debe eliminarse del registro de llamadas.
"Era muy conocida, pero era muy t¨ªmida"
A Ana Gim¨¦nez, de 48 a?os, le apasionaba bailar m¨²sica country. "Era muy conocida, pero era muy t¨ªmida. Se la ve¨ªa muy buena persona", explica una mujer, que hab¨ªa coincidido con ella en las clases de baile. Cuando eran las fiestas de Sant Joan les Fonts, sol¨ªa actuar con su grupo. Tambi¨¦n en Olot, la ciudad m¨¢s grande de los alrededores, y en otros municipios m¨¢s lejanos de la provincia. "Pero siempre se ten¨ªa que ir r¨¢pido. No explicaba sus problemas, pero era evidente que algo le pasaba", indican esas mismas personas.
Su p¨¢gina web de Facebook se ha convertido en un homenaje espont¨¢neo de queridos y conocidos de Ana: "All¨ª arriba ya no habr¨¢ m¨¢s dolor, sufrimiento, angustia, preocupaci¨®n, restricciones, prohibiciones ni encierros. Ahora vuelas libre por los cielos ilumin¨¢ndonos a todos"; "la vida es muy injusta, eras y ser¨¢s una gran persona"; "un d¨ªa te vi bailando country, cuando te lo coment¨¦, me dijiste que era tu vida [¡]. Despu¨¦s de este desgraciado hecho, podr¨¢s bailar lo que te guste entre los ¨¢ngeles ya que ser¨¢s uno de ellos".
Con Ana Gim¨¦nez, son 39 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en Espa?a. Sant Joan les Fonts, el municipio donde naci¨® y creci¨® Ana Gim¨¦nez, ha decretado tres d¨ªas de duelo, ha suspendido la popular feria de las Brujas y muchos comercios han bajado las persianas en se?al de duelo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.