El padrino de Casado en el PP: espa?ol por los cuatro costados

El alcalde camina ligero y decidido en esta ma?ana fresca de oto?o. Lleva traje azul, zapatos de los que cuelgan dos borlas del empeine y una camisa con sus iniciales bordadas. A la altura de un paso de peatones, un todoterreno se detiene al verle y de ¨¦l baja un hombre de barba que lo saluda con efusividad. Se trata de un vecino ilustre, Jos¨¦ Luis Casillas, el padre del portero, que le soba el hombro con familiaridad. Despu¨¦s de una charla que se prolonga poco m¨¢s de un minuto, el tiempo razonable de una conversaci¨®n casual, se despide del alcalde con entusiasmo:

¡ª?Lo quiero ver de ministro!

En los tiempos que corren todos postulan a Antonio Gonz¨¢lez Terol, de 40 a?os. El alcalde de Boadilla del Monte y diputado del PP en el Congreso, en la vanguardia del l¨ªder Pablo Casado, est¨¢ en todas las quinielas para optar a una candidatura de su partido en Madrid. Sobre todo suena para la Comunidad.

Hace unos instantes, Casillas padre ha resumido la percepci¨®n general que se ha expandido entre las sedes del PP como una mancha: el pueblo se le ha quedado peque?o a este pol¨ªtico de buena planta, hiperactivo, en constante campa?a en redes sociales, que ejerce el oficio enrollado en la bandera de Espa?a.

Nacido en Cartagena, hijo de un marino militar, quienes le conocen repiten que es alguien muy leal y que no har¨¢ ninguna postulaci¨®n clara si no se lo sugieren desde G¨¦nova. ?Su exposici¨®n p¨²blica no es un indicador de que quiera dar el salto a responsabilidades mayores? Hay quien cree que, m¨¢s que nada, es un asunto generacional. ¡°Es hiperpresente , pero en el casadismo lo somos todos. Vamos a 500 por hora. Es algo generacional. Queremos ganar espacio con velocidad¡±, resume un pol¨ªtico de su cuerda.

La coletilla m¨¢s repetida cuando aparece su nombre es que afili¨® a Casado al PP. ?l no le hace ascos a la historia. Le gusta el name dropping (mencionar a personas o instituciones importantes en una conversaci¨®n). Cuando Terol era presidente de Nuevas Generaciones del distrito de Moncloa-Aravaca, sobre el a?o 99, organizaba eventos y visitaba colegios mayores en busca de afiliados. En el El¨ªas Ahuja conoci¨® a un tal Pablo, al que animar¨ªa a subirse al barco, y vaya que si se subi¨®.

Cerca del mediod¨ªa, tras despedirse de Casillas, el alcalde tiene programada una visita a unos huertos urbanos que el Ayuntamiento est¨¢ creando cerca del Palacio del Infante Don Luis, un hermoso edificio hist¨®rico que Terol ha puesto mucho empe?o en restaurar. Al llegar al terreno yermo donde los vecinos practicar¨¢n la horticultura, el concejal Javier ?beda le ense?a unos planos. Un asistente del alcalde empieza a retransmitir la escena a trav¨¦s de Facebook live. Va directo al grano. Sin titubeos.

¡°?Alguna pregunta?¡±, se dirige a la audiencia. No hay ninguna y da por finalizado el directo con el anuncio de que en Boadilla se trabaja non stop: ¡°Nos despedimos, gracias. Doce y cuarto de la ma?ana. Seguimos trabajando¡±.

Salvo los seis presentes nadie parece interesado en esto. Demasiado min¨²sculo. ?Ser¨¢ que Gonz¨¢lez lanza mensajes en botellas al mar? Esa percepci¨®n resulta tramposa. Cuarenta y ocho horas despu¨¦s, el v¨ªdeo tendr¨¢ m¨¢s de 3.000 reproducciones. Nada mal para un acto tan sencillo.

En la entrada, Boadilla recibe a sus visitantes con una bandera espa?ola de 40 metros cuadrados. Es solo un aviso de lo que est¨¢ por venir. El alcalde la usa de fondo en sus redes sociales. El partido ha repartido 1.000 rojigualdas y el Ayuntamiento 500 en ¨¦poca de fiestas. Es raro el balc¨®n del que no cuelga una. El 1 de octubre, primer aniversario del refer¨¦ndum ilegal en Catalu?a, convoc¨® una izada de bandera "en defensa de la Constituci¨®n".?

Terol ha promovido las juras de bandera civiles, a las que han acudido m¨¢s de 600 personas. En las fiestas del pueblo, a principios de mes, al terminar de pinchar dj Pulpo, se subi¨® al escenario ataviado con unos pantalones blancos y una chaqueta azul. En las tres pantallas gigantes junto al escenario proyectaban la bandera. ¡°?Viva Boadilla del Monte! ?Viva Espa?a!¡±, grit¨® al micr¨®fono, y se puso a tararear el himno. Le siguieron 5.000 personas. Eldiario.es colg¨® el v¨ªdeo con retint¨ªn: ¡°Exaltaci¨®n patri¨®tica en las fiestas de Boadilla¡±.

El alcalde canta himno

Liberal, pero a la vez proeuropeo, provida, ha salido ¨²ltimamente mucho en la foto. Sobre todo desde que lo nombraron vicesecretario Territorial del PP, el encargado de conformar las listas municipales. De ah¨ª que est¨¦ en una ruta de pueblos. ¡°Voy sede a sede, de head hunter. Puede que eso cree confusi¨®n¡±, concede. ?Su futuro? ¡°Estoy a disposici¨®n del partido¡±.

El grupo de WhatsApp de los portavoces de la oposici¨®n de Boadilla se llama Berlanguianos, por las situaciones esperp¨¦nticas con un toque de humor ib¨¦rico que se viven en el municipio, a su modo de ver. Las misas institucionales no empiezan hasta que llega el alcalde, que por supuesto es el que hace las lecturas.

Porque est¨¢ en misa y repicando. Literalmente. El d¨ªa de su boda, en 2008, coincidi¨® con el Congreso del PP en el que Casado, entonces presidente de Nuevas Generaciones, lanz¨® cr¨ªticas dur¨ªsimas contra los j¨®venes de mayo del 68. Durante su discurso le dio la vuelta a un cartel con la inscripci¨®n de ese a?o para revelar que la verdadera generaci¨®n rompedora fue la del 89, la que se puso delante de los tanques en Tiananmen y derrib¨® el muro de Berl¨ªn. A Gonz¨¢lez Terol, ingeniero industrial, se le ilumina la cara recreando ese momento, que considera un hito, el fuego de los pol¨ªticos de su generaci¨®n. Esperanza Aguirre se lo encontr¨® despu¨¦s y fue muy Esperanza Aguirre: ¡°?Qu¨¦ haces aqu¨ª? ?Si te tienes que casar!¡±.

El concejal ?ngel Galindo, de Alternativa por Boadilla, con quien Terol mantiene una enemistad manifiesta, lo llama ¡°el Maduro del PP¡± por su supuesta vena populista. Galindo, abogado, caricaturiza sus ansias de mostrarse diciendo que va a comprarle una cabina y una capa porque ¡°todo lo puede¡±. El portavoz de Ciudadanos, Ricardo D¨ªaz, cree que tiene ¡°una vanidad tremenda¡±. ¡°Abra la revista municipal. Es su ¨¢lbum de fotos particular. Antonio regando, limpiando, subi¨¦ndose a un tejado, colocando una bandera, podando. Lo abarca todo¡±, se r¨ªe.

Su encaje en el pueblo, hace ya siete a?os, no fue sencillo. Esperanza Aguirre, entonces presidenta, lo mand¨® como candidato a la Alcald¨ªa tras el esc¨¢ndalo del caso G¨¹rtel, cuyo epicentro es Boadilla. Fue uno de los municipios donde m¨¢s negocios sucios hizo Francisco Correa, cerebro de la trama, con el alcalde del PP de entonces, Arturo Gonz¨¢lez Panero, El Albondiguilla.

Le tocaba nadar r¨ªo arriba. Terol alquil¨® una casa y comenz¨® una campa?a a la que se dedic¨® en cuerpo y alma. ¡°Fue a la americana, puerta a puerta¡±, rememora ¨¦l. Pidi¨® hacer la lista desde cero, con los sacrificios y rencores sordos que eso despierta, y se mostr¨® beligerante, con denuncias ante la fiscal¨ªa, con los que hab¨ªan metido mano en la caja. Recuerda que le llegaron a llamar golfo y sinverg¨¹enza por lo que hab¨ªan sembrado sus antecesores. Pero remont¨® y se gan¨® la confianza de los vecinos. ?l se ve¨ªa como un outsider, un alma libre. Los que no le quieren bien observaban m¨¢s bien a un paracaidista. El caso es que gan¨® y consigui¨® una mayor¨ªa absoluta, que repiti¨® en las ¨²ltimas elecciones de 2015. Fue el alcalde m¨¢s votado en los municipios de la regi¨®n con m¨¢s de 20.000 habitantes, y el ¨²nico del PP que super¨® el 50%.

Una verdad se superpone a esa verdad aplastante: Boadilla es un terreno abonado para el PP. En el chal¨¦ del candidato de Ciudadanos aparecieron unas pintadas que le acusaban de rojo.

Caballero de la orden del Santo Sepulcro, Terol recibe el cari?o de algunos aznaristas. Mar¨ªa San Gil, expresidenta del Partido Popular vasco y referente de Casado, por quien hizo campa?a en las primarias del PP, lo recuerda como un joven entusiasta. ¡°Eran a?os complicados (por ETA) y sub¨ªa gente de Madrid con mucho esp¨ªritu c¨ªvico, Antonio entre ellos. Me pareci¨® alguien muy comprometido y con ganas, y creo que sigue siendo as¨ª. Est¨¢ preparado para dar el salto¡±, dice San Gil. El diputado popular Guillermo Mariscal, de su generaci¨®n, secunda la moci¨®n: ¡°Es un representante muy se?alado del PP fuerte, renovado y con ganas que lidera Casado. Con un perfil ideol¨®gico claro¡±.

Mientras tanto, ¨¦l sigue a lo suyo. Es decir, una actividad fren¨¦tica. Pasado el mediod¨ªa, acude a coronar con una bandera un edificio en construcci¨®n que financia el Ayuntamiento. Le esperan all¨ª concejales y capataces. Se coloca un casco, un chaleco y sube a pie cuatro plantas. En la azotea todo est¨¢ preparado para que un obrero haga los honores, ya que conlleva cierto riesgo asomarse al vac¨ªo. Al revelarse los planes, durante breves segundos, reina una confusi¨®n de baja intensidad, casi invisible.

¡ªLa bandera la colocan ellos¡ª, dice la que parece la jefa de obra, con el dedo apuntando a un hombre con cara de circunstancias.

¡ªPreferir¨ªa colocarla yo¡ª, sugiere Terol con suavidad.

Entonces le ajustan el arn¨¦s y, de traje y corbata, emprende el ascenso por una cuestita empinada hasta llegar al borde del precipicio, con ayuda de una gu¨ªa. Al fin, coloca la bandera. Una m¨¢s ondeando en el cielo de Boadilla. La foto estar¨¢ colgada en Instagram dentro de un ratito.