¡°Volver¨ªa a denunciar el caso G¨¹rtel. Porque no tengo hijos¡±
Ana Garrido, la empleada del Ayuntamiento madrile?o de Boadilla que ayud¨® a destapar la trama corrupta del PP, vive de okupa y arruinada siete a?os despu¨¦s
El jueves por la tarde delante de la sede del PP, en la madrile?a calle de G¨¦nova, estaba el habitual coche de la polic¨ªa protegiendo el edificio y la Guardia Civil dentro, registr¨¢ndolo. Por all¨ª pas¨® andando una mujer menuda, rubia, acompa?ada de varias amigas. Observ¨® el despliegue, pregunt¨® a qu¨¦ se deb¨ªa y no se resisti¨® a fotografiarse. Luego se col¨® por una calle vecina y su figura se perdi¨® dentro de un hotel. Dos horas despu¨¦s esta mujer, Ana Garrido, recog¨ªa un premio de la Fundaci¨®n Hay Derecho por revelar en 2009 una trama corrupta en el Ayuntamiento de Boadilla (Madrid). Un dossier de 300 p¨¢ginas del que, junto a la denuncia anterior del concejal Jos¨¦ Luis Pe?as en Majadahonda, tir¨® la Justicia para hacer estallar el caso G¨¹rtel.
Ana Garrido subi¨® al atril. Es una mujer sin dinero tras innumerables batallas judiciales, dijo, que ha llegado a pasar d¨ªas sin comer y que vive como okupa en un piso embargado por el banco a una amiga, que le dej¨® las llaves. Vende pulseras y collares a trav¨¦s de Facebook. Hace un a?o se present¨® en la plaza del Dos de Mayo de Madrid y mont¨® un mercadillo ambulante con sus enseres para salir adelante. ¡°?Merece la pena?¡±, le preguntaron al regresar a la mesa. ¡°Volver¨ªa a hacerlo¡±, respondi¨®. ¡°Porque no tengo hijos¡±.
Al acabar la cena Ana Garrido se subi¨® a su coche. Observ¨® que la segu¨ªa un taxi que finalmente aceler¨® para adelantarla y par¨® en la esquina de su casa. Nadie sali¨® del taxi y ella tampoco de su coche. Cuando finalmente se decidi¨®, un joven hizo lo mismo. Apoy¨® una funda de guitarra en la pared y esper¨® a que llegase. Cuando estuvo a su altura le pregunt¨® si conoc¨ªa alg¨²n sitio abierto. El chico tom¨® la direcci¨®n contraria de la que le inform¨® ella y se fue.
Dice que, a la ma?ana siguiente, dos coches se pegaron al suyo. Fren¨® en el carril bus y los vio a los dos parados delante de ella, en el cruce. Tras adelantarlos, los veh¨ªculos siguieron su estela varias calles. Par¨® en una gasolinera; los coches hicieron lo mismo pero sin que saliese nadie de su interior. Ella hizo lo de siempre: tomar nota de las matr¨ªculas y pas¨¢rselas a un contacto de la polic¨ªa para averiguar qui¨¦nes son los propietarios de los veh¨ªculos. Una peque?a ilegalidad de muchas en una vida desquiciada.
¡°Yo no s¨¦ al 100% que el chico de la guitarra fuese un mandado de alguien, pero hay antecedentes y est¨¢n probados. De los coches tengo menos dudas¡±, afirma. ¡°No me van a hacer nada, pero forma parte del acoso. Me han destruido econ¨®micamente, me quieren destruir a nivel psicol¨®gico¡±.
El ¡®dossier¡¯ inicial
Ana Garrido era amiga ¨ªntima de la esposa de Arturo Gonz¨¢lez Panero, concejal del Ayuntamiento de Boadilla en 1993. Gonz¨¢lez Panero termin¨® siendo elegido alcalde en 1999; Garrido, que hab¨ªa empezado como t¨¦cnico de Juventud, se convirti¨® en directora del ¨¢rea de Juventud en 2007. Con su nueva responsabilidad empez¨® a comprobar que el Gobierno local se reg¨ªa con pr¨¢cticas corruptas. Sus discusiones con Gonz¨¢lez Panero acabaron con la amistad. Fue degradada y comenz¨® un calvario con funcionarios que le dieron la espalda ¡°por ¨®rdenes de arriba¡±.
Con una baja por depresi¨®n empez¨® su casus belli: probar el enriquecimiento del alcalde. Fue nutri¨¦ndose de expedientes e informaciones con los que elabor¨® un dossier. Lo que crey¨® un caso relacionado con Boadilla era algo m¨¢s: afectaba a las vigas maestras del PP de Madrid. Aparec¨ªan nombres como B¨¢rcenas o Correa. Una red que puso a disposici¨®n del sindicato Manos Limpias con una promesa de anonimato que no se cumpli¨®: dice Garrido que Miguel Bernard, el presidente del sindicato, le confi¨® su nombre a Esperanza Aguirre. Aguirre, por su parte, recibi¨® el dossier encantada: era lo que necesitaba para sacarse de en medio a Gonz¨¢lez Panero. Gracias a esa acci¨®n, y la provocada con anterioridad por la denuncia del concejal de Majadahonda Jos¨¦ Luis Pe?as, Aguirre concluy¨® que ella hab¨ªa destapado el caso G¨¹rtel.
Tras marcharse a Costa Rica mientras dur¨® el esc¨¢ndalo, y regresar en 2011 con el cambio de Gobierno local, Ana Garrido, testigo de la fiscal¨ªa en el mayor esc¨¢ndalo de corrupci¨®n pol¨ªtica en Espa?a, se encontr¨® con que en su trabajo no hab¨ªa ni olvido ni perd¨®n. Decidi¨® dejar su plaza, denunciando por acoso al Gobierno municipal, del PP, y comenz¨® una nueva batalla repleta de grabaciones, seguimientos y testigos clave que le hicieron el vac¨ªo a la hora de declarar en el juicio. Pese a todo, lo gan¨® en primera instancia y en el Tribunal Superior de Madrid tras recurrir el Ayuntamiento; entre regresar a su puesto de trabajo y extinguir su contrato, eligi¨® lo segundo.
Como el Ayuntamiento ha recurrido al Supremo, Garrido no ha visto los 185.000 euros que le corresponder¨ªan. Dice que no pudo hacer frente a la hipoteca y se qued¨® sin casa. En 2013, en una de las manifestaciones de apoyo en Boadilla, conoci¨® a un hombre. Se enamoraron y al cabo de un a?o se separaron; antes ¨¦l se hizo con documentos, pruebas y grabaciones de G¨¹rtel que Garrido guardaba en su ordenador. Con todo el material el hombre se fue a la polic¨ªa primero y a 13TV y Libertad Digital despu¨¦s, donde se fotografi¨® de espaldas y desminti¨® las ¡°paranoias¡± de Ana Garrido, denunci¨® manipulaciones en las grabaciones de G¨¹rtel y dijo que ella hab¨ªa contratado a dos sicarios que le amenazaron con envolver su cabeza en una bolsa.
Antes de eso, Garrido lo hab¨ªa denunciado a ¨¦l por amenazas: ¡°Intentando extorsionarme, pidi¨¦ndome dinero a cambio de silencio¡±. Desde una cuenta de Twitter, seg¨²n la denuncia de Garrido, su expareja colg¨® dos v¨ªdeos: en el primero se ve¨ªa a una mujer apuntando con su pistola a c¨¢mara, y en el segundo, a otra mujer pas¨¢ndose un dedo por el cuello.
En la actualidad Garrido est¨¢ imputada por un supuesto delito de infidelidad de custodia de documentos y ella ha denunciado a su expareja por supuestas amenazas, clonaci¨®n de ordenador y difusi¨®n de documentos, injurias y calumnias.
A la ma?ana siguiente de recoger un premio por su labor anticorrupci¨®n, Ana Garrido fue invitada por un diputado a la comisi¨®n de investigaci¨®n de la Asamblea de Madrid. All¨ª declaraba Esperanza Aguirre. Esper¨® en la puerta a la presidenta del PP de Madrid y la abord¨® para saludarla. ¡°Soy Ana Garrido¡±, le dijo. Aguirre, con una sonrisa, le respondi¨® que ¡°la conoc¨ªa de la tele¡±.
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