Golpe a los narcopisos de Barcelona para atajar la oleada de delincuencia
Macroperaci¨®n en el Raval: 700 ¡®mossos¡¯ y 55 detenidos
Alrededor de 700 Mossos?d'Esquadra y m¨¢s de un centenar de guardias urbanos?han?peinado esta ma?ana el barrio barcelon¨¦s del Raval para desmantelar los narcopisos (inmuebles donde se vende y se consume hero¨ªna). En uno de los mayores dispositivos vistos en la ciudad, la polic¨ªa catalana ha detenido a 55 personas, acusadas de distribuir la droga y controlar los inmuebles. La operaci¨®n intenta atajar la oleada de criminalidad que castiga a Barcelona, con un 19% m¨¢s de delitos en lo que va de a?o. La alcaldesa Ada Colau, a qui¨¦n la seguridad se le ha atragantado a las puertas de las elecciones, celebr¨® la operaci¨®n policial, que dej¨® a decenas de consumidores sin su lugar de compra habitual.
Las aspas del helic¨®ptero empezaron a retumbar por las callejuelas del barrio del Raval poco despu¨¦s de las siete de la ma?ana. A esa hora, el Grupo Especial de Intervenci¨®n (GEI) de la polic¨ªa catalana ya hab¨ªa entrado en los domicilios m¨¢s complicados. Como el de la calle de Santa Margarida, donde tras unos gritos ahogados, se hizo el silencio. Mientras amanec¨ªa, la luz azul de las furgonetas y los coches policiales fueron tomando el antiguo barrio Chino barcelon¨¦s. Los vecinos, por fin, asist¨ªan a una intervenci¨®n simult¨¢nea en decenas de pisos vinculados a la droga (26 narcopisos y 14 pisos relacionados con la venta y la distribuci¨®n de la droga).
Tras una investigaci¨®n judicializada desde abril, los Mossos desmantelaron la red que supuestamente controlaba esos pisos, la mayor¨ªa personas de origen dominicano que hab¨ªan ocupado inmuebles vac¨ªos del barrio, algunos muy peque?os y deteriorados, y otros m¨¢s grandes, similares a un coffeeshop, para ofrecer diferentes drogas, pero sobre todo microdosis de hero¨ªna. Entre los arrestados, constan tambi¨¦n ciudadanos espa?oles, propietarios de narcopisos, con los que obten¨ªan una rentabilidad, seg¨²n fuentes policiales. El juzgado de instrucci¨®n 27 de Barcelona, que tutela el caso, emiti¨® 10 ¨®rdenes de detenci¨®n m¨¢s contra personas huidas.
El concepto narcopiso se acu?¨® poco antes del verano del a?o pasado, cuando los vecinos del Raval lanzaron la voz de alarma: por sus escaleras circulaban a cualquier hora del d¨ªa heroin¨®manos en busca de una dosis. Pod¨ªan comprarla y llev¨¢rsela, o bien consumirla all¨ª mismo. Entonces, se localizaron unos 60.
La situaci¨®n fue degenerando, con un incremento de los robos en los aleda?os de los pisos. Muchos, peque?os hurtos por parte de heroin¨®manos que necesitaban los siete o incluso los cinco euros que cuesta la microdosis en el interior de los domicilios. Como un goteo, los Mossos y la Guardia Urbana fueron actuando en pisos de forma individual, con ¨®rdenes puntuales, que permit¨ªan incautar la droga, detener a quienes la vend¨ªan y expulsar a las personas de su interior.
Pero el problema se cronific¨® cuando los propios consumidores decidieron relevar a los camellos que iban siendo detenidos. Eso devolv¨ªa a la polic¨ªa a la casilla de salida, que necesitaba una nueva orden para expulsarlos. Con esta operaci¨®n m¨¢s ambiciosa, con intervenciones telef¨®nicas y meses de investigaci¨®n, el juez ha dictado una orden de precinto para los narcopisos, por lo que si alguien entra de nuevo, estar¨¢ quebrantando la ley y permitir¨¢ a los agentes actuar. De los 26 narcopisos, 13 han sido devueltos a sus propietarios, y 5 han sido tapiados.
Colau y el consejero del Interior, Miquel Buch, salieron juntos a celebrar la actuaci¨®n de los Mossos y la Guardia Urbana. La rueda de prensa fue una forma de sellar la paz entre los dos l¨ªderes pol¨ªticos. Colau ha solicitado de forma reiterada a Buch un refuerzo de Mossos en el distrito del Raval, Ciutat Vella, ante lo que se ve¨ªa venir: un aumento notorio de la delincuencia en toda la ciudad: crecen los hurtos (19%), los robos violentos en la calle (19%), los robos violentos en establecimientos (22%), adem¨¢s de los delitos contra el patrimonio. En la ¨²ltima junta de seguridad de la ciudad, Buch le prometi¨® un mayor patrullaje en las zonas conflictivas, que no un incremento de agentes, y una mejor colaboraci¨®n con la Guardia Urbana.
¡°He llegado a contar 50 consumidores a la hora subiendo y bajando la escalera durante m¨¢s de medio a?o. La escalera est¨¢ rota del peso de soportar tanta gente. La salubridad en mi edificio era imposible¡±, explic¨® un vecino de uno de los narcopisos que registraban los Mossos, que pidi¨® anonimato. ?ngel Cordero, de la entidad Acci¨® Raval, critic¨® abiertamente la operaci¨®n de Mossos, con apoyo de Guardia Urbana, por llegar tarde: ¡°Tan tarde que ha dejado muchas secuelas en el barrio. Ha habido vecinos que han tenido que abandonar la zona. Otros viven con la ansiedad y la angustia de tener encima o debajo de su casa un narcopiso donde entran y salen consumidores continuamente¡±.
¡°Yo ten¨ªa mi piso alquilado. El inquilino se fue de vacaciones, al volver se encontr¨® con que hab¨ªan ocupado el piso y lo hab¨ªan transformado en un narcopiso. Denunci¨¦ en abril y hasta junio no consegu¨ª que los Mossos echaran a los okupas de m¨ª casa. Cuando pude entrar estaba todo destrozado, jeringuillas en la escalera, suciedad¡¡±, record¨® Sairica Rose, propietaria del 4? 1? del n¨²mero 7 de Sant Climent, donde los Mossos hab¨ªan registrado un narcopiso. Acudi¨® al lugar a ¡°acompa?ar¡± a un vecino al que la polic¨ªa catalana le devolvi¨® su inmueble.
Carlos, uno de los vecinos autoorganizados en el proyecto Otro gato del Raval ¡ªintegrado en una red vecinal contra los narcopisos con v¨ªnculos con diferentes barrios de Madrid, como Embajadores, Lavapi¨¦s o Vallecas¡ª, celebr¨® ayer el operativo porque, seg¨²n dijo, ¡°culminaba muchas demandas de seguridad y paz expresadas mediante firmas, caceroladas, manifestaciones, narcotours¡¡±.
Fuentes policiales calculan que, tras la operaci¨®n, todav¨ªa quedan una docena de narcopisos abiertos en Ciutat Vella. Las consecuencias del cierre de la mayor parte de ellos ya se dejaban notar ayer en las calles. ¡°Mira, no saben ad¨®nde ir, van de aqu¨ª all¨¢¡±, dec¨ªa un vecino, se?alando a uno de los toxic¨®manos que sal¨ªan de los pisos registrados. Los Mossos les identificaban y les permit¨ªan marchar. El Ayuntamiento no previ¨® ning¨²n dispositivo concreto para atender a los drogadictos. ¡°Ya hay recursos extraordinarios en esta materia¡±, zanj¨® Colau.
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