Salvador Dal¨ª, de la payasada a la ¡®performance¡¯
Josep Play¨¤ explora en un libro la biograf¨ªa y el legado del pintor y recoge 30 acciones art¨ªsticas realizadas durante cuatro d¨¦cadas
Salvador Dal¨ª invit¨® en julio de 1968 a una fiesta a buena parte de la colonia de veraneantes que estaban en Cadaqu¨¦s para que asistieran al concierto de Manitas de Plata, un guitarrista flamenco por el que el pintor ten¨ªa pasi¨®n. El m¨²sico y su grupo tocaban en el jard¨ªn de su casa de Portlligat donde tambi¨¦n se hab¨ªan colocado unos sacos llenos, aparentemente, de paja junto a unos enormes ventiladores. Cuando lleg¨® la hora del imprescindible cava rosado con el que el pintor agasajaba a sus visitas, Dal¨ª hizo activar los ventiladores lanzando la paja y los excrementos de gallina y plumas mezclados. Algunos todav¨ªa recuerdan c¨®mo se re¨ªa Dal¨ª y c¨®mo les cost¨® quitarse el mal olor de encima durante mucho tiempo.
Esta gamberrada de Dal¨ª es una de las 30 acciones art¨ªsticas, performances o happenings realizadas por el pintor en Catalu?a entre los a?os cuarenta y setenta reunidas por el periodista Josep Play¨¤ en su libro Dal¨ª esencial. El gran provocador del siglo XX (Librosdevanguardia). Tambi¨¦n est¨¢n la conferencia en el Parc G¨¹ell a favor de la Sagrada Familia de 1956; el baile de la Chunga descalza sobre un lienzo para crear una pintura abstracta mezclada con la arena del suelo de 1958; la corrida de toros surrealista de Figueres de 1961; el viaje triunfal de Perpingan de 1965; la firma de ejemplares de un nuevo libro suyo sobre una tortuga panza arriba en la calle Tuset de 1968; la inolvidable sesi¨®n de fotograf¨ªas con Copito de Nieve y Amanda Lear en el zoo de Barcelona de 1969 o la conferencia de prensa que realiz¨® a lomos de un caballo disecado en una habitaci¨®n de la quinta planta del hotel Ritz de Barcelona en 1971. "La prensa trat¨® todas estas acciones con cierta severidad y menosprecio como payasadas publicitarias, pero desde una perspectiva actual son aut¨¦nticos happenings, realizados con una imaginaci¨®n desbordante. Ten¨ªa una gran capacidad para jugar y provocar", asegura Play¨¤.
Sin ¡®feeling¡¯ con Jordi Pujol
Seg¨²n Robert Descharnes, la primera vez que Salvador Dal¨ª y el presidente de la Generalitat se vieron, en mayo de 1981, Dal¨ª se tir¨® un enorme pedo junto al pol¨ªtico. Este sonoro encuentro marc¨®, y no a favor, la relaci¨®n posterior entre los dos. Entre 1981 y 1988 Pujol vio a Dal¨ª hasta 11 veces con el ¨¢nimo de que el patrimonio daliniano se quedara en Catalu?a. "Pero nunca hubo feeling entre ellos ni con los consejeros de Cultura Cahner, Rigol, Ferrer y Guitart", explica Play¨¤ que asegura que el president pele¨® por ganarse los favores del genio frente al despliegue de recursos que hab¨ªa comenzado a hacer el Ministerio de Cultura. Al final, ya se sabe, fue el Estado espa?ol el heredero universal de todo el legado del pintor.
El libro recorre los treinta a?os posteriores a su muerte ¡°los agoreros dijeron que Dal¨ª se desvanecer¨ªa tras su muerte, que perder¨ªa importancia sin su presencia medi¨¢tica. Pero no ha sido as¨ª¡±, explica Play¨¤, que arranca el libro sintetizando la extensa y compleja biograf¨ªa del pintor y que avala su vigencia actual con datos como que las dos exposiciones m¨¢s visitadas del Pompidou de Par¨ªs estaban dedicadas a Dal¨ª (la de 1979 y la de 2012) por delante de otras dedicadas a Matisse, Kandisnki o Hockney. Lo mismo ocurre con la Reina Sof¨ªa de Madrid, donde su exposici¨®n temporal fue m¨¢s vista que la dedicada a Picasso y el hecho de que los 1,4 millones de visitantes de los museos Dal¨ª en 2017 los sit¨²an en el tercer puesto, tras el Reina Sof¨ªa y el Prado.
Dentro de los periodistas expertos en Dal¨ª, Play¨¤ puede presumir (aunque no lo hace) de ser de los pocos que lo entrevist¨®. Fue 1985 en torre Galatea, donde permaneci¨® los ¨²ltimos a?os de su vida, tras la muerte de Gala y el incendio de P¨²bol. ¡°Pese a permanecer all¨ª sin salir, su mente estaba l¨²cida. Al enterarse de que yo era de Castellgal¨ª, pueblo cercano a Figueres, me dijo que ten¨ªa que empezar con un refr¨¢n famoso en esta localidad¡±, recuerda el periodista. Tambi¨¦n estaba Play¨¤ en la cl¨ªnica Quir¨®n el 1 de diciembre de 1988 cuando Dal¨ª llam¨® al alcalde de Figueres, Mari¨¤ Lorca, para decirle que quer¨ªa enterrarse en su museo y no en P¨²bol. ¡°Una enfermera lo llam¨® a la una del mediod¨ªa. Al salir, nervioso, me dijo off the record que Dal¨ª le hab¨ªa confesado un secreto que en aquel momento no pod¨ªa revelar¡±.
Museo imposible
Play¨¤ repasa la negociaci¨®n del legado entre el Estado espa?ol y la Generalitat que acab¨® con el reparto de casi 200 obras y recuerda que se estipul¨® que el Macba podr¨ªa disponer de entre 10 y 15 pinturas en concepto de comodato, algo que no se ha producido nunca. El autor tambi¨¦n incluye en el libro un museo imposible en el que incluye una veintena de obras desaparecidas; algunas tan famosas como La miel es m¨¢s dulce que la sangre de 1927, que parece ser que compr¨® la duquesa de Lerma y fue propiedad de Coco Chanel y un cartel que hizo para el festival de Eurovisi¨®n de 1968 que se organiz¨® en Madrid y que aparec¨ªa al comienzo de la retransmisi¨®n para toda Europa occidental.
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