El blanco y negro vuelve al Loop

Ser¨¢ el h¨²medo malestar que sigue filtr¨¢ndose en la fachada del optimismo social y la recuperaci¨®n econ¨®mica o quiz¨¢s el empacho de colores y recursos visuales favorecidos por las nuevas herramientas. Sea como sea, el blanco y negro vuelve con fuerza al videoarte, como demuestran las obras de la feria Loop, la ¨²nica de Europa y probablemente del mundo, dedicada exclusivamente al arte en movimiento. Loop, que se inaugur¨® anoche en el hotel Almanac Barcelona, estrena sede y fechas oto?ales para consolidar su car¨¢cter profesional y no ser asimilada a los numerosos festivales de verano. Por ello, la feria, que se clausura ma?ana, ha preferido renunciar al p¨²blico menos especializado de fin de semana. ¡°No nos interesa tanto el n¨²mero de visitantes como su perfil y compromiso¡±, asegura uno de los fundadores, Emilio ?lvarez, de la galer¨ªa ?ngels, destacando que adem¨¢s del centenar de coleccionistas invitados, hay cada vez m¨¢s compradores de v¨ªdeo extempor¨¢neos.

Un a?o m¨¢s, las galer¨ªas de Loop (42 firmas de 20 pa¨ªses, en tres plantas) ofrecen una radiograf¨ªa del panorama m¨¢s actual de este medio y de sus preocupaciones, que se centran en la producci¨®n. ¡°Loop es un evento ¨²nico porque re¨²ne todos los agentes del mundo del v¨ªdeo¡±, asegura el artista Hans Op de Beck, que vuelve un a?o m¨¢s con la galer¨ªa holandesa Ron Mandos. Su obra The Girl, que transporta el espectador a un mundo misterioso y on¨ªrico, es de las pocas animaciones por ordenador de esta edici¨®n, junto con la migraci¨®n de estorninos de Desir¨¦e Dolron (He.ro).

La vida real refuerza su protagonismo en los v¨ªdeos, con obras impactantes como Ensayo sobre la masculinidad, que N¨²ria G¨¹ell (ADN) ha realizado entrevistando prostitutas; o la inquietante Portrait of Ourselves, que plantea la relaci¨®n entre un adulto y una ni?a, de R? di Martino (Monica de C¨¢rdenas), o Mater Amatisima, de Mar¨ªa Ruido (Rosa Santos), reflexi¨®n sobre la maternidad desde el caso de la ni?a china asesinada por sus padres adoptivos en Santiago de Compostela.

Tras desterrar el relato durante a?os, la narrativa vuelve y no s¨®lo con historias de angustia existencial. Tambi¨¦n hay lugar para la iron¨ªa y el humor; lo demuestra The Curator, de Shahar Marcus (Braveman Gallery), protagonista de acciones que convierte en v¨ªdeos, uno de los cuales, Seeds, se acaba de incorporar al Macba. Aunque el blanco y negro domina, tambi¨¦n hay obras en color sugerentes, como Sol rojo, de Lois Pati?o (RocioSantaCruz), que refleja el estado meditativo de la experiencia submarina.

La duraci¨®n media de las obras ronda los 15 minutos, pero la mayor¨ªa no supera los diez. En l¨ªnea con la voluntad de abrir a un coleccionismo joven un medio que no tiene mercado secundario, por lo que no se presta a la especulaci¨®n, las obras oscilan entre los 5.000 y 8.000 euros. Curiosamente, tanto la m¨¢s cara (50.000 euros), un experimento de Derek Kreckler sobre la interacci¨®n entre tiempo, acci¨®n y concepto, como la m¨¢s barata (1.800 euros) de Breure & van Hulzen, se basan en sendas performances. Un procedimiento usado por artistas como el cubano Carlos Martiel (Gilda Lavia): denuncia las muertes de inmigrantes en el Mediterr¨¢neo encerr¨¢ndose en un cubo de cristal y dej¨¢ndose sumergir por sus aguas.