El magistral Bruckner de Eliahu Inbal

Viene poco a Barcelona, pero cada vez que regresa, el director de orquesta israel¨ª Eliahu Inbal cautiva por su sabidur¨ªa musical y talento en el dificil arte de la direcci¨®n orquestal. Ha vuelto a seducirnos en el Auditori, en la temporada de Ibercamera, al frente de una potente formaci¨®n alemana, la Sinf¨®nica SWR de Stuttgart, con el Tr¨ªo Ludwig como brillantes solistas del Triple Concierto de Beethoven. La apotesis lleg¨® con Anton Bruckner en una poderosa e inspirada versi¨®n de la Cuarta sinfon¨ªa, Rom¨¢ntica.

Admiraci¨®n y sana envidia provoca la calidad de una orquesta que, sin estar en la divisi¨®n de honor en la que juegan las mejores de Alemania -con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn, la Staatskaelle Dresden o las dos grandes centurias de M¨²nich- convence por la cohesi¨®n, el brillo y el alto nivel t¨¦cnico en todas sus secciones. Si encima est¨¢ dirigida por un m¨²sico tan extraordinario como Inbal, el ¨¦xito est¨¢ garantizado.

Bien rodados, tras una exitosa gira que termin¨® el lunes en el Auditori, el tr¨ªo integrado por la pianista Hyo-Sun Lim, el violinista Abel Tom¨¤s y su hermano Arnau, violonchelista y compa?ero en las filas del sensacional Cuarteto Casals, brill¨® en una elegante, virtuosa y muy camer¨ªstica interpretaci¨®n del Triple concierto para viol¨ªn, violonchelo y piano, op. 56 de Ludwig van Beethoven. Que sienten pasi¨®n por el genio de Bonn est¨¢ claro; llevan su nombre de pila, Ludwig, como nombre art¨ªstico, dominan su estilo y recrean con finura y naturalidad los mil detalles de su asombrosa escritura.

Inbal dej¨® espacio al lucimiento del tr¨ªo solista y equilibr¨® con buen tino una plantilla quiz¨¢ demasiado grande en un concierto de original combinaci¨®n instrumental y saludables proporciones camer¨ªsticas. Triunf¨® el Tr¨ªo Ludwig y se anot¨® un tanto ofreciendo como inusual propina el Tango pat¨¦tico de Ralph Kiessewetter, delicioso juego sobre temas de la Pat¨¦tica de Chaikovski, pieza popularizada por Argerich, Kremer y Maisky en sus veladas camer¨ªsticas.

El asombro lleg¨® con Bruckner. La Cuarta es la m¨¢s recomendable puerta de acceso al universo sinf¨®nico de este genial arquitecto de las m¨¢s impresionantes catedrales sonoras de la m¨²sica rom¨¢ntica. Inbal conoce todos sus secretos y, con la experiencia, va directo al grano, sin titubeos, escogiendo los caminos que mejor pueden transitar los m¨²sicos para forjar y mantener sin desfallecimientos el poderoso sonido bruckneriano, con alma espiritual, grandeza m¨ªstica y coraz¨®n rom¨¢ntico.

Fue un Bruckner colosal, sin excesos, de conmovedora belleza l¨ªrica en el Andante y desbordante impulso en el espectacular final. Grande Bruckner. Grande Inbal, a quien persiguieron muchos a?os los responsables de la OBC -entonces Orquestra Ciutat de Barcelona (OCB)- ofreci¨¦ndole la titularidad del conjunto barcelon¨¦s. Sin ¨¦xito, lamentablemente.