La Liga en la que todos ganan

Hicham pag¨® 1.500 euros para cruzar el Estrecho de Gibraltar. Bamba Kan¨¦ no tiene ni idea de cu¨¢nto abon¨® su t¨ªo para permitirle subir a una patera. Los dos lo cruzaron una noche para llegar a Espa?a, all¨ª donde les dec¨ªan que conseguir¨ªan una vida mejor. ¡°Me escap¨¦ de casa para huir de mi padre. ?l quer¨ªa hacerme estudiar el Cor¨¢n, y en Senegal los padres tienen mucho poder. No es como aqu¨ª. As¨ª que hu¨ª¡±. Bamba conoci¨® a Hicham, de 16 a?os, en la Welcome League, la Liga organizada por la UFEC dirigida a grupos con riesgo de exclusi¨®n social. La primera edici¨®n ha empezado este mes en el polideportivo Estaci¨® del Nord y cuenta con cuatro equipos que engloban a refugiados, menores no acompa?ados, sin techo y personas con discapacidades. ¡°Aqu¨ª conocemos a gente y practicamos el idioma¡±, celebra Hicham.

El menor lleva un a?o en Barcelona y sue?a con ser futbolista. Pero sabe que su futuro no ser¨¢ como el de Messi. El joven vive en un centro de menores y reconoce que no tiene estudios secundarios. ¡°Ahora aprendo espa?ol y hago un curso para ser ¨¢rbitro de f¨²tbol sala¡±. ?Y en el futuro? ¡°Quiero ser mec¨¢nico¡±.

Bamba estudia en Cerdanyola y tambi¨¦n aspira a tener un oficio. ¡°Me gustar¨ªa ser electricista¡±, asegura. ¡°Quiero trabajar pero a¨²n no puedo. Necesito el asilo¡±. Bamba luce durante el partido una camiseta amarilla y Hicham viste de verde. En la Liga son rivales, pero cuando acaba el partido tienen los mismos objetivos. ¡°Mi familia estar¨¢ contenta por m¨ª si hago las cosas correctamente, pero ahora no las estoy realizando del todo bien¡±, reconoce Hicham.

La pretensi¨®n del torneo es normalizar distintos sectores de la sociedad a trav¨¦s del deporte. Y no siempre es f¨¢cil. Los participantes deben respetar las normas, y la organizaci¨®n ya expuls¨® a un jugador cuatro partidos por una actitud poco constructiva. El ¨¢rbitro, Richard, tambi¨¦n est¨¢ vinculado a la UFEC, y se sac¨® el carnet de t¨¦cnico de juez con la ayuda de la fundaci¨®n. Ahora se dedica a ello.

El partido no tuvo historia: hay tanta diferencia de nivel como realidades distintas vive cada uno de los participantes. Un d¨ªa un jugador que duerme en la calle se encontr¨® unas zapatillas deportivas en un contenedor. Eran de su n¨²mero, y cuando lleg¨® al partido dijo: ¡°?Soy un hombre afortunado!¡± Bamba e Hicham tambi¨¦n persiguen la fortuna. ¡°En el futuro espero tener un trabajo y una vida como la de todo el mundo¡±, pide Bamba. En la Welcome League se sienten liberados. Corren, chutan y no siempre aciertan. Pero siempre ganan.