¡°Casi nadie quiere admitir que est¨¢ deprimido¡±

En 1993 la mayor¨ªa de la gente ¡°no sab¨ªa lo que eran los ataques de p¨¢nico¡±. Parece mentira pero as¨ª es. Antonio Cano Vindel, catedr¨¢tico de la Universidad Complutense, es el presidente de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y el Estr¨¦s (SEAS): una entidad sin ¨¢nimo de lucro que naci¨® por entonces con la aspiraci¨®n de propiciar el di¨¢logo y difundir los conocimientos de profesionales de la psicolog¨ªa y de la psiquiatr¨ªa, y a la que terminaron recurriendo muchas personas por iniciativa propia. Promueven las terapias de grupo frente a los psicof¨¢rmacos para abordar los problemas depresivos, pues los medicamentos ¡°solo reducen los s¨ªntomas temporalmente¡±: aquello que detona el miedo sigue ah¨ª, aunque se pretenda obviarlo.

La pastilla como soluci¨®n a cualquier cosa.

Hay que concienciar a la poblaci¨®n de que no es esa la soluci¨®n, que tiene que haber informaci¨®n y atenci¨®n para aprender a manejar las emociones. La ansiedad y la depresi¨®n son los trastornos mentales m¨¢s frecuentes. Una encuesta reciente ha estimado que en las ¨²ltimas dos semanas el 19% de la poblaci¨®n espa?ola mayor de 15 a?os ha consumido tranquilizantes para dormir.

Eso es una barbaridad... Y sin embargo se evita continuamente hablar de las emociones llamadas negativas.

S¨ª, solo exponemos las positivas, sobre todo en las redes sociales. ¡®Mira qu¨¦ mojito me estoy bebiendo¡¯. Pero cuando tienes problemas no dices ¡®me pasa esto¡¯.

Lo cual puede crear la ilusi¨®n de que la vida de los otros es maravillosa y solo la m¨ªa no funciona.

Cuando la vida no es felicidad permanente; hay momentos para todo. Y hay un estigma social; casi nadie quiere admitir que est¨¢ deprimido.

?Hasta qu¨¦ punto puede influir la soledad de las ciudades en estos estados an¨ªmicos?

Estamos construyendo un entorno cada vez m¨¢s solitario que no nos permite estar con nuestra familia, con nuestros amigos. Estamos abandonando ese apoyo por tener amigos en Facebook. Y si te felicitan cien personas pero no las conoces en realidad, algo estamos haciendo mal. Porque el apoyo social es b¨¢sico, por ejemplo cuando se muere un ser querido. Las personas que no tienen buen apoyo tienen muchas m¨¢s probabilidades de enfermar, an¨ªmica y f¨ªsicamente. Tambi¨¦n un duelo amoroso, s¨ª, por una ruptura, puede acabar en depresi¨®n; no es lo mismo vivirlo como un momento de tristeza necesaria y reflexi¨®n que estar las veinticuatro horas del d¨ªa sin querer vivir.

Y much¨ªsimas personas sienten que no querer vivir.

El suicido es un tema important¨ªsimo del que muchos prefieren no hablar, lo cual no tiene sentido cuando en Espa?a se quitan la vida unas 3.000 personas al a?o, alrededor de tres al d¨ªa, seg¨²n las estad¨ªsticas oficiales, con una tasa muy superior en los varones. En muchos casos, por causas derivadas de la depresi¨®n. Cuando una persona est¨¢ deprimida no quiere comunicaci¨®n con nadie, no tiene inter¨¦s por nada, le cuesta mucho levantarse de la cama.

Porque no encuentra el sentido al levantarse.

La interpretaci¨®n de lo que te sucede es esencial: el peso que le das. Si es excesivo, te acabas agotando; vives como un centinela 24 horas del d¨ªa. La ansiedad procede de poner la atenci¨®n en una supuesta amenaza. As¨ª no puedes vivir. Por eso es importante el grupo, que tiene fuerza; la charla en com¨²n les sirve a todos en las terapias. Adem¨¢s de conocer sus emociones y aprender a manejarlas, la gente aprende de los otros, se suelta, habla, se ayudan entre ellos, y la perspectiva cambia.

?Van en aumento estos problemas ps¨ªquicos?

Seg¨²n la OMS, en los ¨²ltimos quince a?os han crecido a un ritmo del 1,5% al a?o. Sin embargo, es a lo que menos recursos se destinan, cuando producen m¨¢s carga, m¨¢s coste, m¨¢s bajas, m¨¢s discapacidad, que las enfermedades f¨ªsicas. Y te puede hacer mucho m¨¢s da?o algo emocional que algo f¨ªsico. Si te parten la cara, est¨¢ muy claro, pero si se te parten el coraz¨®n, a ver c¨®mo se mide eso.