Chopin vuelve a la vida en Carabanchel
Un mon¨®logo interpretado y dirigido por Daniel Ortiz adapta al teatro la novela ¡®Preludio¡¯, en la que un pianista se obsesiona con el compositor polaco
El ¨²nico instrumento que tiene Daniel Ortiz para interpretar a Le¨®n de Vega es su cuerpo. El actor y adaptador de la obra Preludio, escrita por Jes¨²s Ruiz Mantilla, va vestido todo de blanco, desde los zapatos de charol con una hebilla dorada hasta el chaleco que solo deja para casi desnudarse ante su p¨²blico. Los asistentes r¨ªen a carcajadas con ¨¦l. Sin embargo, todo empieza mucho antes, una tarde de agosto, con Ortiz tumbado en su cama leyendo la novela. ¡°Sent¨ª una necesidad vital de hacer una adaptaci¨®n teatral del libro¡±, cuenta el actor, que busc¨® a trav¨¦s de las redes sociales al autor del texto. ¡°No lo conoc¨ªa de nada, pero me respondi¨® inmediatamente que lo escribiera y se lo mandara¡±.
Despu¨¦s de cuatro meses de trabajo, Ortiz produce, dirige y protagoniza el mon¨®logo, llamado igual que el libro, Preludio, en la Sala Arte & Desmayo en el madrile?o barrio de Carabanchel hasta el 23 de diciembre.
Preludio narra la historia de ¡°un le¨®n enjaulado en permanente estado de cuasi erupci¨®n¡±, como lo describe Ortiz. ¡°Furioso, bisexual, contradictorio, de derechas, de izquierdas, humanista, ermita?o y, al mismo tiempo, un genio que solo se libera a trav¨¦s de la m¨²sica¡±. El mon¨®logo, como la novela, est¨¢ dividido en 24 cap¨ªtulos que se corresponden con los 24 preludios de Chopin, que son interpretados en escena a trav¨¦s de una serie de grabaciones de artistas como Alfred Cortot y Tracy Xian. ¡°Es la b¨²squeda de la perfecci¨®n por un artista¡±, se?ala Ortiz.
La m¨²sica juega un papel muy importante dentro de la obra. Los 24 preludios de Chopin son un personaje m¨¢s que va marcando los diferentes momentos. ¡°He escuchado a Chopin muchas veces en mi vida, pero nunca siendo tan consciente de su m¨²sica. Siempre que escrib¨ªa, lo hac¨ªa con los Preludios de fondo. Despu¨¦s de cuatro meses, en casa me piden por favor que no m¨¢s Chopin¡±, relata.
Producir, dirigir y protagonizar el mon¨®logo han obligado a Ortiz a un esfuerzo por conjugar distintos papeles. En el primer ensayo general con p¨²blico, el actor compone una coreograf¨ªa completa: se sit¨²a en el centro del escenario, piensa en c¨®mo se ve desde fuera, controla las luces, cuenta los pasos que hay desde uno de los fondos, da media vuelta y se transforma en Le¨®n de la Vega.
?Qui¨¦n es Le¨®n de la Vega? Un pianista espa?ol que tiene 43 a?os, seg¨²n describe Ruiz Mantilla en la primera p¨¢gina del libro. ¡°Soy yo¡±, piensa Ortiz cuando lo lee.
El actor celebrar¨¢ su cuadrag¨¦simo tercer cumplea?os el 16 de diciembre llevando a Le¨®n de Vega a las tablas (lo har¨¢ cada domingo desde hoy domingo por 15€). No es la ¨²nica coincidencia: dentro del libro se hace alusi¨®n a la soledad en varias ocasiones, y el madrile?o confiesa haberse sentido muy solo estos ¨²ltimos meses. ¡°Los primeros dos los pas¨¦ solo adaptando, dirigiendo e interpretando al personaje en el teatro. Todos los d¨ªas¡±.
El escritor Antonio Mu?oz Molina defini¨® Preludio as¨ª: ¡°Jes¨²s Ruiz Mantilla hace literatura con la m¨²sica y m¨²sica con la literatura para retratar a un pianista que tiene alma de novela g¨®tica¡±. Ahora, Ortiz revive a Le¨®n de Vega en un fren¨¦tico mon¨®logo teatral sobre la b¨²squeda de la perfecci¨®n, el arte como tabla de salvaci¨®n, la capacidad para redimirnos y el miedo a la soledad. Y lo hace, adem¨¢s, a trav¨¦s de este personaje singular tan en¨¦rgico y genial como corrosivo y contradictorio.
¡°Hab¨ªa momentos en los que ten¨ªa que pensar en la lista de la compra para que la obra no me afectara mucho¡±, dice una mujer a la salida del teatro.
¡°La gente que venga a ver la obra no ser¨¢ la misma persona que va a salir¡±, vaticina Ortiz.
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