Atrapados en la casa familiar
Casi el 50% de los madrile?os de entre 18 y 35 a?os siguen viviendo con sus padres por los bajos salarios, los altos precios y el 'boom' de los pisos tur¨ªsticos
En el Madrid del boom de los pisos tur¨ªsticos, el 48% de los j¨®venes de entre 18 y 35 a?os est¨¢ atrapado en las casas de sus padres. No hay otra regi¨®n de Espa?a en la que el precio de la vivienda libre haya subido tanto en el ¨²ltimo a?o: 10,9%, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. Tampoco hay otra comunidad en la que el metro cuadrado de alquiler sea tan caro: 13,09 euros, el r¨¦cord hist¨®rico, seg¨²n Fotocasa. Mientras la burbuja inmobiliaria amaga con hincharse de nuevo, dificultando la compra de una vivienda, los j¨®venes ven c¨®mo la proliferaci¨®n de pisos tur¨ªsticos, los salarios bajos y los alquileres altos amenazan con tapiar su ¨²nica v¨ªa de escape: el 64,9% de los j¨®venes que dejaron el hogar familiar en Madrid en 2017 optaron por el alquiler, la cifra m¨¢s abultada de toda la Pen¨ªnsula.
¡°Que se alquile m¨¢s facilita la emancipaci¨®n¡±, opina Enrique Gil Calvo, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, sobre los j¨®venes madrile?os, que son los que tienen m¨¢s dificultades para adquirir una vivienda, tras los canarios. ¡°El problema es que el exceso de demanda sobre la oferta, por culpa de la turistificaci¨®n de Madrid, ha encarecido el precio del alquiler, penalizando la emancipaci¨®n¡±.
Los alquileres en la Comunidad de Madrid cuestan cinco euros m¨¢s por metro cuadrado que la media nacional. Aunque la capital act¨²a como motor de la escalada de precios, el fen¨®meno es regional: 19 de las 27 poblaciones madrile?as analizadas por Fotocasa registraron en noviembre un incremento en el precio del alquiler. En consecuencia, cada semana que pasa es m¨¢s dif¨ªcil que los j¨®venes madrile?os se emancipen.
¡°En el distrito Centro la ¨²nica forma que tienen los j¨®venes de emanciparse es irse varios juntos al mismo piso¡±, lamenta Saturnino Vera, portavoz de la asociaci¨®n de vecinos de Latina. ¡°Es por los precios, que son inasumibles. Y eso est¨¢ relacionado con los pisos tur¨ªsticos¡±, a?ade. ¡°Las inmobiliarias ya quieren hasta los locales de los bajos para alquilarlos as¨ª¡±.
Aunque las compa?¨ªas especializadas en alquiler tur¨ªstico aseguran que su actividad no afecta al mercado del alquiler residencial, porque se centra en viviendas ya ocupadas y cuyos due?os quieren sacar un dinero extra, las inmobiliarias han entrado en el negocio ampli¨¢ndolo a viviendas vac¨ªas que podr¨ªan haberse dedicado al alquiler residencial.
¡°Nosotros hemos entrado de cabeza en el sector porque los inversores que nos compran directamente quieren poner esa vivienda en alquiler tur¨ªstico¡±, explic¨® Maribel Contreras, responsable de la oficina de Red Piso en Latina, al ser preguntada sobre la turistificaci¨®n del centro. Y eso s¨ª que resta oferta de pisos a los j¨®venes que se quieren emancipar.
¡°El n¨²mero de anuncios de Airbnb ¡ªcomparado con el stock total de viviendas¡ª es demasiado peque?o como para tener un impacto significativo en el n¨²mero de viviendas disponibles y en el precio final del alquiler¡±, discrepa un portavoz de esta compa?¨ªa especializada en mediar entre quien quiere alquilar su casa, o parte de ella, y quien est¨¢ dispuesto a pagarle. ¡°En ciudades como Madrid o Barcelona el n¨²mero de viviendas exclusivamente dedicadas al turismo representa menos del 1% del stock total¡±, a?ade, recordando que los anuncios de casas enteras reservadas m¨¢s de 90 noches en 2017 en Madrid representaron solo el 0,3% del total de viviendas de la ciudad. ¡°En Palma de Mallorca, el precio del alquiler sigue subiendo a pesar de que la oferta se ha reducido a la mitad¡±, a?ade sobre la capital de las islas Baleares, que ha prohibido los pisos tur¨ªsticos y ha restringido esa actividad a viviendas unifamiliares como chal¨¦s o casas aisladas. ¡°Airbnb quiere trabajar con las administraciones en una regulaci¨®n basada en hechos, que garantice que los habitantes puedan compartir su propio hogar¡±
Juventud precaria
?Es esta la ¨²nica raz¨®n que explica que casi el 50% de los j¨®venes madrile?os siga viviendo con sus padres? No. Hay muchos otros factores, como se?ala el ¨ªndice de desarrollo juvenil de 2018, que elabora el Centro Reina Sof¨ªa sobre adolescencia y juventud, comparando comunidades aut¨®nomas y pa¨ªses de la Uni¨®n. Para empezar, el paro, la temporalidad en el trabajo y los bajos salarios.
¡°Madrid, junto a Catalu?a y Navarra, tienen las tasas de emancipaci¨®n juvenil m¨¢s altas de todo el territorio nacional. Aun as¨ª, en la Comunidad de Madrid esta no supera el 13% en j¨®venes de 20 a 24 a?os, y alcanza un 43% en j¨®venes de 25-29 a?os en 2018¡±, puntualiza un experto del Centro Reina Sof¨ªa sobre adolescencia y juventud. ¡°En la serie temporal del ¨ªndice de casi 10 a?os (2009-2018) encontramos una estrecha relaci¨®n en el comportamiento de emancipaci¨®n con el de empleo. As¨ª, durante el periodo de crisis econ¨®mica, al descender el ¨ªndice de empleo, lo hace igualmente el de emancipaci¨®n, tanto a nivel de Espa?a como en el resto de comunidades aut¨®nomas, y la de Madrid no es la excepci¨®n¡±, relata. ¡°La recuperaci¨®n econ¨®mica en los ¨²ltimos a?os, sin embargo es lenta pero progresiva y no se han alcanzado ¡ªen la Comunidad de Madrid¡ª ni los niveles de empleo ni los de emancipaci¨®n que se registraban al inicio de la crisis¡±, subraya. Y remata: ¡°Madrid, junto a Barcelona, son las ciudades en las que mayor porcentaje del salario se destina a la vivienda¡±.
Los j¨®venes que apuestan por encadenarse a una hipoteca son ya la minor¨ªa. El alquiler y los pisos compartidos son la v¨ªa de escape hacia la emancipaci¨®n y el inicio de un proyecto de vida aut¨®nomo. En Madrid, sin embargo, cada vez es m¨¢s caro dar ese paso. Abandonar la seguridad del nido se ha convertido en una aventura. Y los j¨®venes se arriesgan a quedar atrapados en el hogar familiar.
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