¡°Los ni?os tienen que saber que hay museos que molan¡±
Mar¨ªa Rubio trabaja en la Casa-Museo del Rat¨®n P¨¦rez, un centro con el cartel de ¡®completo¡¯ desde hace a?os
La periodista y publicista Mar¨ªa Rubio (Madrid, 1986), directora de comunicaci¨®n de la Casa-Museo del Rat¨®n P¨¦rez, se siente afortunada por trabajar para un personaje conocido y querido por todos, el ¨²nico personaje no humano con placa conmemorativa en Madrid. El escritor Luis Coloma escribi¨® el famoso cuento para el rey ni?o Alfonso XIII en 1902 y fue el primero en describir al rat¨®n y en ubicar su vivienda, en la Calle Arenal, 8. Ese lugar que aparece en el relato se ha convertido en un museo muy solicitado entre los ni?os, que acuden ilusionados por conocer los secretos de un roedor que muchos aseguran haber visto.
La Casa-Museo del Rat¨®n P¨¦rez un lugar muy curioso...
Es un sitio ¨²nico en el mundo. Se ubica donde vivi¨® el personaje y alberga la identidad y la esencia del Rat¨®n P¨¦rez, que es un personaje universal, conocido por todo el mundo y sin detractores. Forma parte de la infancia de los ni?os en un momento clave, que es la p¨¦rdida de sus dientes de leche. Es un apoyo y una ilusi¨®n para ellos en un momento de miedos, intrigas e incertidumbres.
?Qui¨¦n viene a visitarlo?
Familias, ni?os acompa?ados de sus padres, abuelos o t¨ªos. Recibimos visitas escolares, todas las ma?anas vienen colegios. Aqu¨ª no hay una ma?ana sin ni?os. Desde hace a?os est¨¢ completo. Solo en 2018 pasaron m¨¢s de 70.000 personas.
?C¨®mo son las caras de los ni?os al entrar por la puerta?
Vienen intrigados, con cara de no saber lo que van a encontrar. Llegan aqu¨ª con much¨ªsima ilusi¨®n, a veces con un poquito de miedo. Todos vienen buscando al Rat¨®n P¨¦rez, pero les explicamos que es muy discreto y no se deja ver con facilidad.
Cambiar¨¢n al salir...
Salen alucinados, sorprendidos, ilusionados y con muchos conocimientos nuevos. La sorpresa de poder estar en un lugar dedicado a ¨¦l y poder conocer m¨¢s acerca de su vida es fascinante. Me atrevo a reconocer que hay muchos ni?os que salen diciendo que lo han visto y yo no lo pongo en duda.
?Cu¨¢les son algunos de esos conocimientos nuevos?
Los ni?os se encuentran el universo del Rat¨®n P¨¦rez, no al personaje en s¨ª. El museo es una recreaci¨®n de su casa, que en realidad es una caja de galletas que est¨¢ escondida en los s¨®tanos, alejada de los ni?os. Descubren que tiene una familia y un oficio y aprenden la historia. Mucha gente cree que Rat¨®n P¨¦rez fue creado por Luis Coloma, pero no es as¨ª: Coloma lo describi¨® y lo situ¨®, d¨¢ndole una vivienda determinada. Rat¨®n P¨¦rez lleva existiendo desde tiempos de la Ant¨¢rtida y m¨¢s all¨¢.
Es una mezcla de diversi¨®n y educaci¨®n.
La idea de la Casita-Museo es inculcar unos valores. Intentamos sembrar ideas, el mismo prop¨®sito que tuvo Coloma. Rat¨®n P¨¦rez es un personaje culto, un apasionado del arte. Es impresionante ver c¨®mo muchos ni?os se identifican con eso. El ni?o al que le gusta el mundo de las estrellas se queda alucinado al entrar en el despacho y descubrir que comparten intereses. Destacamos el valor de la fraternidad, contamos que Rat¨®n P¨¦rez trabaja con personajes a lo largo y ancho del mundo y hablamos del tiempo y de la importancia de ser responsable y organizado.
?Qu¨¦ es lo m¨¢s desconocido sobre ¨¦l?
Rat¨®n P¨¦rez tiene una apariencia muy concreta, lleva un sombrero de paja amarillo, unas gafas doradas y una carterita roja. Es antropomorfo, es decir, camina a dos patas, y hay algo que no sabe casi nadie: Rat¨®n P¨¦rez es un t¨ªtulo, ha habido varios Ratones P¨¦rez a lo largo de la historia. Es igual que hablar del Papa. El Rat¨®n P¨¦rez que conoci¨® a Cervantes no es el mismo que vive ahora mismo.
Para muchos ni?os ser¨¢ su primera visita a un museo...
Es enriquecedor. Queremos cambiar la idea de que los museos son aburridos. Los ni?os tienen que saber que hay museos que molan y que te ense?an mucho, que te despiertan el inter¨¦s. Un ni?o que haya pasado por aqu¨ª seguro que la pr¨®xima vez ir¨¢ m¨¢s contento a un museo. Pensar eso me hace estar muy satisfecha.
?Queda tiempo para hablar de los regalos?
Explicamos que lo que importa no es tanto el regalo sino la conexi¨®n entre el ni?o que deja su diente con ilusi¨®n y el Rat¨®n P¨¦rez, que lo encuentra. La intriga, la ilusi¨®n, pensar que va a llegar por la noche y que tiene que dormirse y no abrir los ojos genera mucha m¨¢s ilusi¨®n que el regalo. Por supuesto, encuentras de todo, desde el ni?o que te dice que el Rat¨®n P¨¦rez le ha dejado un euro hasta el que te cuenta que le ha tra¨ªdo una televisi¨®n de plasma.
Los adultos no conocen al Rat¨®n P¨¦rez
Mar¨ªa Ruiz explica que los adultos que acuden al museo reviven su infancia y, al mismo tiempo, se sorprenden descubriendo que no sab¨ªan mucho sobre este personaje. "Los mayores vienen sabiendo exactamente lo mismo que los ni?os. Saben que es un rat¨®n que viene cuando se caen los dientes y deja un regalito, pero no conocen la historia. Muchos adultos no tienen ni idea sobre el Rat¨®n P¨¦rez y no saben responder cuando los ni?os les preguntan".
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