Y en eso lleg¨® Jomeini
El cl¨¦rigo instaur¨® la disuasi¨®n del d¨¦bil al fuerte en un paradigma de desconcierto estrat¨¦gico de larga duraci¨®n
El a?o 1979 fue de crucial importancia en la Guerra Fr¨ªa. Faltaban todav¨ªa diez a?os para la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn, los especialistas de la ¨¦poca pensaban, con pocas excepciones, que la pol¨ªtica internacional se basaba en un paradigma vigente desde 1947: el mundo era bipolar, no habr¨ªa grandes cambios estructurales fuera de esa ¡°balanza del terror¡± (asentada en el equilibrio del terror nuclear). Y la Uni¨®n Sovi¨¦tica no parec¨ªa reformable, ninguna prospectiva de futuro pod¨ªa alejarse de este paradigma.
Y en eso lleg¨® Jomeini, el im¨¢n que nadie conoc¨ªa. El r¨¦gimen del Sha de Ir¨¢n le hab¨ªa exiliado en Par¨ªs a?os antes. Tan desconocido era el modesto cl¨¦rigo chi¨ªta que en la peque?a casa en la que viv¨ªa a las afueras de Par¨ªs no hab¨ªa ni escolta policial, ni un modesto gendarme. El r¨¦gimen del Sha era una dictadura prooccidental a la vieja usanza, es decir, a la usanza de los reg¨ªmenes autoritarios proamericanos y / o probrit¨¢nicos, laicos, cuya funci¨®n era guardar el orden en Asia Central, dentro de la l¨®gica bipolar. Era un pa¨ªs importante, neutral; durante la II Guerra Mundial, en 1943, acogi¨® nada menos que la Conferencia interaliada, donde ya antes de la Conferencia de Yalta de 1945 se sentaron las bases del mundo de la postguerra. Para la letra peque?a de la Historia, es lo m¨¢s lejos que acept¨® viajar Stalin fuera de la URSS.
Y en esto lleg¨® Jomeini. En 1979 empezaron manifestaciones en diversos lugares de Ir¨¢n, generalmente en medio urbano, lo que se dio en llamar ¡°las revueltas del Bazar¡±. La cosa se complic¨®. La Shavak, temida polic¨ªa pol¨ªtica del r¨¦gimen, se desmoron¨®, el ej¨¦rcito se lav¨® las manos, y el Sha y su familia tomaron el avi¨®n. Cu¨¢ndo y c¨®mo un dictador sabe, tiene la certeza, de que ha llegado la hora de salir corriendo, dar¨ªa para un estudio enciclop¨¦dico, pues cada caso es un mundo. El hecho es que el 16 de enero de 1979 el Sha huy¨® con su familia y un pu?ado de fieles, y el 2 de febrero aterriz¨® en Teher¨¢n ese anciano desconocido para la CIA, el KGB y muchos m¨¢s.
No era f¨¢cil, aquellos d¨ªas, encontrar expertos en la disidencia religiosa chi¨ª en Ir¨¢n, as¨ª como sus posibles derivaciones pol¨ªticas. Oposici¨®n hab¨ªa poca, algunos intelectuales laicos, en prisi¨®n o exiliados, varios cl¨¦rigos m¨¢s o menos expulsados al vecino Irak, donde les acog¨ªa un joven Sadam Hussein con ansias de revancha sobre el vecino iran¨ª. Por supuesto hubo un intento de gobierno de transici¨®n, pero todo esto dur¨® un suspiro, y se produjo la llamada ¡°revoluci¨®n islamista¡±, que no vino ni de los Hermanos Musulmanes de Egipto, ni del mundo ¨¢rabe, ni del islam sun¨ª, nada de nada. Fue una sorpresa total y pill¨® a todo el mundo desprevenido. Siendo la rama chi¨ª del Islam un 11% por ciento del total de musulmanes del mundo, se ve¨ªa como un fen¨®meno limitado.
Pero poco despu¨¦s, los mudjahidin se levantaron en armas contra el invasor sovi¨¦tico en el vecino fganist¨¢n en 1980. En noviembre de 1979, un supuesto pu?ado de estudiantes asaltaron la embajada de EE UU en Teher¨¢n, y tomaron como rehenes a m¨¢s de 70 diplom¨¢ticos. Lo nunca visto desde 1945. Estados Unidos, potencia nuclear, primera potencia militar mundial junto a la URSS, hubo de soportar la humillaci¨®n de no poder hacer nada durante 14 meses. Vean la pel¨ªcula Argo, fiel cr¨®nica de aquellos tiempos. Despu¨¦s, en 1982, con motivo de la desastrosa incursi¨®n b¨¦lica de Israel contra L¨ªbano, supuestamente para acabar con Yaser Arafat, apareci¨® una peque?a y desconocida milicia chi¨ª: Hezbollah.
Y la guinda del pastel, un escritor brit¨¢nico, Salman Rushdie, residente en Londres, public¨® un libro llamado Versos sat¨¢nicos, bastante largo y, seg¨²n algunos cr¨ªticos, algo denso y aburrido. El im¨¢n Jomeini promulg¨® una fatwa contra el libro y su autor, al que condenaba a muerte, precepto que hab¨ªa de cumplir ¡°todo buen musulm¨¢n¡± en todo el mundo. Una fatwa no es una ley, es una ¡°opini¨®n docta¡± no vinculante que puede emitir cualquier musulm¨¢n sobre cualquier tema religioso vinculado al islam. ?Qu¨¦ pudo Reino Unido, potencia nuclear y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU? Nada, salvo mantener protegido por Scotland Yard durante a?os al s¨²bdito brit¨¢nico a lo largo y ancho del pa¨ªs. En la clandestinidad. En esto lleg¨® Jomeini, e instaur¨® la disuasi¨®n del d¨¦bil al (supuesto) fuerte en un paradigma de desconcierto estrat¨¦gico de larga duraci¨®n.
Pere Vilanova es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
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