¡®Trap¡¯ para quien no escucha ¡®trap¡¯
Lil Dami y el Sr Chen publican ¡®Flors mentre visqui¡¯, un disco de sonidos negros lleno de picard¨ªa, amor y humor
El trap, m¨²sica de los j¨®venes que no debe gustar a quienes no lo son. Como ha pasado siempre. El trap, m¨²sica de moda que marca fronteras con la actitud, el sonido, las letras y la ortodoxia de sus reglas. Lil Dami (Terrassa, 24 a?os), primer artista de trap biling¨¹e, catal¨¢n y castellano, que se peta todas estas normas con ayuda del Sr Chen (Rub¨ª, 30 a?os), su productor y como tal responsable del entorno musical de Flors mentre visqui, un disco de debut que por ir a la suya puede quedar en tierra de nadie o de todo el mundo al apelar a p¨²blico de pop gracias a colaboraciones como las de Suu, Oques Grasses o Dorian, con quienes bordan un estribillo sensacional en Tu ets el sol. Adem¨¢s, en una broma muy resultona, convierten Al mar, de Manel, en una pieza de reget¨®n. Lil Dami al habla ¡°este no es un disco s¨®lo para traperos y raperos. Este quiere ser un disco para m¨¢s gente, y como no nos importa el tema de la autenticidad y esas cosas, pues mira, hacia adelante¡±.
Y es que Flors mentre visqui no es un disco de trap a palo seco, ¡°es un ¨¢rbol con frutas diferentes. Lo bueno de Chen es que no viene s¨®lo del rap. Cada tema es diferente: hay pop, funk, rap, trap, r&b. Quer¨ªa algo distinto, no usar una base con autotune ¡ªprocesador de audio que pitufea las voces¡ª forzado. Quer¨ªamos hacer algo transversal¡±. Eso lo consigue Lil Dami mediante varios recursos. El primero una excelente producci¨®n del Sr Chen, abiertamente negra, urbana se dice hoy, llena de rhythm & blues, soul y funk con groove, pop, temas de vacileo y un entorno general satinado y elegante pocas veces o¨ªdo en producciones catalanas. Y la voz de Lil Dami no suena amarihuanada y perezosa, algo habitual en el trap ¡°es que me form¨¦ escuchando hip-hop¡±, aduce como explicaci¨®n. Si se le define m¨¢s como cantante que rapero ?halago, insulto o mentira? ¡°una opini¨®n¡±. Punto.
M¨¢s elementos: ni Lil Dami ni Sr Chen van de malotes, son clase media. Al habla Sr Chen ¡°ya no hace falta ser malote en el trap, se est¨¢ difuminando el estereotipo. Ahora se trata de que cada uno haga lo que quiera y alguien ya conectar¨¢ con lo que haces¡±. Ni tan siquiera utilizan un argot incomprensible para quienes no est¨¢n en el ajo ¡°co?o, no nos hab¨ªamos dado cuenta¡±, dicen con una cara de sorpresa que apunta sinceridad, ¡°pero es cierto que no uso palabras claves, mezclo catal¨¢n y castellano con alguna palabra en argot¡±, remata Lil Dami. El tono urbano lo aporta un catal¨¢n que ahora mismo est¨¢ removiendo a Pompeu i Fabra en su tumba, pobrecillo. Lil Dami, que detecta sus castellanadas, infla pecho heterodoxo ¡°mi padre es de C¨®rdoba y mi madre catalana. Con uno hablo en castellano y con la otra en catal¨¢n. Imag¨ªnate una conversaci¨®n dom¨¦stica. Estoy educado en catal¨¢n pero hablo un catal¨¢n mestizo, doy patadas a los idiomas y en lugar de decir doncs, digo pues¡±. Calambre y colapso en los correctores ling¨¹¨ªsticos.
Pero no todo es ajeno al trap, hay un componente generacional presente pese al tono positivo de las letras, ¡°nihilismo positivo¡±, lo llama Lil Dami, y es formar parte de quienes se sienten estafados ¡°estamos molestos como generaci¨®n porque se han vendido expectativas que no se cumplen. Hemos cumplido estudiando y luego los sueldos y las condiciones laborales son una mierda y siempre hay alguien, incluso m¨¢s preparado, que est¨¢ dispuesto a trabajar por menos dinero. Vaya que nos la han colado¡±. Y conste que quien lo dice, Lil Dami, ingeniero en dise?o industrial y elaboraci¨®n de producto, dej¨® su trabajo en Seat para dedicarse a la m¨²sica. Sr Chen hizo lo propio como profesor de pl¨¢stica, y ahora se dedica tambi¨¦n a la m¨²sica. La desaz¨®n de su generaci¨®n va m¨¢s all¨¢ del dinero y Flors mentre visqui" lo expresa con humor y amor. ?Lo nunca visto?
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