El Sur, otra mirada

En 2019 se cumplen 500 a?os de la primera vuelta al mundo. Un viaje de descubrimiento que cambi¨® por completo, y para siempre, la mirada sobre nuestro universo cotidiano. Una empresa gigantesca que zarp¨® del Sur, de Andaluc¨ªa, de Sevilla, de aqu¨ª. Sin embargo, con frecuencia, mi sensaci¨®n es la de ser la reina de corazones de Alicia a trav¨¦s del espejo: ¡°Siempre corriendo para quedarme en el mismo sitio¡±. Siempre explicando lo que somos, lo que hacemos, o nuestro talento m¨¢s all¨¢ del folclore. Una mirada dif¨ªcil de cambiar todav¨ªa hoy. Dif¨ªcil de cambiar, cuando te ven sin mirar, porque para ver tienes que mirar. Y la mirada sobre Andaluc¨ªa sigue siendo la misma desde hace d¨¦cadas. Cierto clasismo territorial no quiere cambiar un statu quo impuesto, en el que los andaluces parecen vetados para la prosperidad, la vanguardia y el descubrimiento. Como si la inteligencia, la destreza y el emprendimiento fueran valores exclusivos de otros territorios. Es un cl¨¢sico: no importa lo que hagas, eres el Sur. Olvidando que todos somos Sur.

No es la ¨²nica mirada que hay que cambiar. Tambi¨¦n debemos tener otra mirada sobre nosotros. Reconocernos en las cosas que hacemos y en c¨®mo las hacemos. Completar ese cambio interior que te da la confianza necesaria para creer, porque hacemos muchas cosas bien. Otra mirada para mejorar y aprender, porque so?ar el futuro es pensar en presente. Una mirada con valores que compartimos y con los que convivo a diario: pasi¨®n, innovaci¨®n, creatividad y perseverancia. Una mirada para darle la vuelta al mapa sin dejar de ser Sur. El fil¨®sofo cordob¨¦s S¨¦neca escribi¨®: ¡°No nos atrevemos a hacer cosas dif¨ªciles porque son dif¨ªciles, pero son dif¨ªciles porque no nos atrevemos a hacerlas¡±. Los techos de cristal existen desde siempre.

Una doble mirada que deber¨ªa iluminar todas las disciplinas y ¨¢mbitos de nuestra tierra, seas cuales sean. Un nuevo 28-F. No s¨®lo para solucionar la compleja convivencia territorial actual, sino para demandar una visi¨®n m¨¢s justa y menos prejuiciosa sobre los andaluces.

Siempre he priorizado mi compromiso con retornar a la sociedad lo que hab¨ªa recibido con tanta generosidad. La ciencia al servicio de todos. La investigaci¨®n y la innovaci¨®n: tareas a las que he dedicado y dedico una gran parte de mi vida profesional. Y que, junto con mi trabajo de profesor universitario, han sido y son motor de mis sue?os y resultado de una forma de ver el mundo. Ciencia, investigaci¨®n e innovaci¨®n parecen conceptos lejanos cuando hablamos de salud. Para m¨ª, ciencia, investigaci¨®n e innovaci¨®n tienen nombres de pacientes: Mar¨ªa, Javier, Carmen, y otros muchos. Y la ¨¦pica de las historias cotidianas. Nombres e historias de supervivientes inesperados. Desde mi perspectiva, es un privilegio atender a estos pacientes y sus familias. De ellos he aprendido el valor y el coraje que hace falta para enfrentar retos dif¨ªciles y perseguir sue?os imposibles.

Mi equipo y muchos otros de Andaluc¨ªa pueden representar la excelencia investigadora y de innovaci¨®n, una nueva visi¨®n del Sur. Pero ni somos ni queremos ser la excepci¨®n. Somos parte de un sistema que necesita cambios para adaptarse a la sociedad a la que tiene la obligaci¨®n de servir, al tiempo nuevo y a las nuevas ideas. Que quiera y defienda a los profesionales que la hacen posible. Es cardinal ser m¨¢s participativos, m¨¢s ¨¢giles y m¨¢s flexibles, desde el m¨¦rito y la capacidad.

Vivimos en un cambio permanente que necesita liderazgos nuevos y nuevas formas de ejercerlo. Un liderazgo que, a mi juicio, hoy necesita la mirada innovadora y el esp¨ªritu del Sur: abierto, cercano, transversal e inclusivo. Una nueva filosof¨ªa y una nueva aproximaci¨®n basada en el partenariado y la innovaci¨®n abierta. Hemos sido pioneros y ahora estamos preparados para liderar los cambios del nuevo milenio, que inevitablemente pasan por la investigaci¨®n y la gesti¨®n del conocimiento desde la perspectiva de la innovaci¨®n abierta. La suma de todos. Combinando empat¨ªa, comunicaci¨®n y trabajo en equipo. Valores nucleares para m¨ª, para mi profesi¨®n y para el mundo en el que quiero vivir.

Y no encuentro un sitio para estar, vivir y so?ar mejor que Sevilla y Andaluc¨ªa: mi casa, mi hogar y el de la gente que quiero.

Hace tiempo que no somos quienes fuimos, sino quienes somos y quienes queremos ser.

Guillermo Anti?olo, es medico, investigador del Hospital Universitario Virgen del Roc¨ªo y profesor de Obstetricia y Ginecolog¨ªa de la Universidad de Sevilla.