Sinibaldo de Mas, primer embajador espa?ol en China y agente secreto
El catal¨¢n fue el iniciador de la diplomacia espa?ola en China y acab¨® trabajando para el Imperio de la dinast¨ªa Qing
Nadie en Madrid del 1868 era consciente de que entre las pertenencias del reci¨¦n fallecido Sinibaldo de Mas hab¨ªa una credencial del mism¨ªsimo emperador chino que le encomendaba una misi¨®n secreta. Mas, barcelon¨¦s nacido en 1809, hab¨ªa trabajado toda su vida al servicio de la corte espa?ola y llegado m¨¢s lejos que nadie en una China obligada a abrirse tras ser derrotada por Europa durante las Guerras del Opio. Como primer diplom¨¢tico enviado oficialmente a este territorio, este catal¨¢n negoci¨® y firm¨® el primer tratado comercial entre ambos imperios e incluso estableci¨® una legaci¨®n en Pek¨ªn. Acab¨®, sin embargo, convirti¨¦ndose en una suerte de agente secreto para el Imperio Qing con un encargo que nunca pudo llegar a cumplir.
Sinibaldo de Mas naci¨® en la capital catalana y creci¨® en el seno de una familia de clase media. Sus enormes aptitudes ling¨¹¨ªsticas (lleg¨® a dominar m¨¢s de quince idiomas) y, sobre todo, la intermediaci¨®n de F¨¦lix Torres Amat, obispo de Astorga y con mucha influencia en la corte de Isabel II, le convirtieron con solamente 24 a?os en ¡°pensionado extraordinario para pasar a Oriente a estudiar los idiomas, relaciones comerciales, usos, antig¨¹edades, literatura y monumentos arqueol¨®gicos de aquellos pa¨ªses¡±. Ese primer viaje dur¨® ocho a?os y pas¨® por, entre otros sitios, Turqu¨ªa, Egipto, S¨ªria, India o Filipinas, si bien no pudo llegar a China debido a una enfermedad que le oblig¨® a regresar a Espa?a.
Lo logr¨® m¨¢s tarde, con tres viajes y ocho a?os viviendo en China a mediados del siglo XIX en los que fue nombrado c¨®nsul espa?ol y luego ministro plenipotenciario, el equivalente al papel de un embajador en la actualidad. Adem¨¢s de inaugurar de forma oficial las relaciones diplom¨¢ticas entre China y Espa?a en tiempos convulsos en ambos lugares, Mas contaba con una enorme formaci¨®n intelectual, art¨ªstica y literaria que le llev¨® a ser prol¨ªfico en disciplinas tan dispares como el ensayo, la poes¨ªa, el grabado, la pintura o la caligraf¨ªa.
Las andanzas en China de este personaje de pel¨ªcula han sido recogidas por el historiador y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) David Mart¨ªnez-Robles en su libro Entre dos imperios. Sinibaldo de Mas y la empresa colonial en China, 1844-1868. Mas plasm¨® en sus art¨ªculos e informes para las cortes espa?olas una mirada pr¨¢cticamente exclusiva de lo que ocurr¨ªa dentro del Imperio Qing durante las primeras d¨¦cadas de colonizaci¨®n europea y se fragu¨® contactos de primer nivel entre los principales mandatarios chinos de la ¨¦poca. Lo hizo primero desde Macao, entonces parte de Portugal, y despu¨¦s desde la entonces pr¨¢cticamente impenetrable capital, Pek¨ªn.
¡°El contexto institucional en China cambia mucho tras las Guerras del Opio y [los mandatarios chinos] no tienen m¨¢s remedio que aceptar la presencia de extranjeros. Pero a estas circunstancias se le suma la habilidad de Mas para negociar un primero tratado comercial y la apertura de una legaci¨®n en Pek¨ªn, algo que hasta el momento solo hab¨ªan logrado Rusia, Inglaterra y Francia¡±, explica Mart¨ªnez-Robles.
Durante su estancia en China, Mas es capaz de entablar una relaci¨®n m¨¢s que cordial con el pr¨ªncipe Gong, entonces regente y principal interlocutor con los pa¨ªses extranjeros. ¡°?l y el pr¨ªncipe Gong se hab¨ªan entrevistado en varias ocasiones con motivo de la negociaciones por el tratado comercial. No llegaron a tener una relaci¨®n personal, pero el pr¨ªncipe s¨ª hab¨ªa mostrado una cierta deferencia por ¨¦l y un trato que iba m¨¢s all¨¢ del estrictamente oficial. En sus escritos, Mas cuenta que el pr¨ªncipe visit¨® la legaci¨®n espa?ola en Pek¨ªn, donde Mas le mostr¨® sus aparatos de fotograf¨ªa y compartieron pasteles y vino¡±, explica el historiador barcelon¨¦s.
En la ¨²ltima de sus estancias en China, entre 1864 y 1868, Sinibaldo de Mas rompi¨® relaciones con la corte espa?ola y dimiti¨® de sus cargos por un nombramiento con el que estaba en desacuerdo. Fue entonces cuando el pr¨ªncipe Gong, tras la sugerencia del irland¨¦s Robert Hart (entonces director general de las Aduanas del Imperio chino), apost¨® por ¨¦l para una misi¨®n secreta en Europa. Ser¨ªa el enviado especial a Portugal para negociar la compra por parte de China de la colonia de Macao, y lo har¨ªa en nombre del emperador. Si lo consegu¨ªa ser¨ªa recompensado con el equivalente a varias anualidades de su sueldo que percib¨ªa como embajador espa?ol.
¡°He escogido cuidadosamente a un hombre sabio e inteligente, adem¨¢s de virtuoso y honorable, que antiguamente hab¨ªa servido como enviado especial de Espa?a en Pek¨ªn, Don Sinibaldo de Mas, que es un buen conocedor de las relaciones de China con los pa¨ªses extranjeros, y lo designo para que act¨²e como mi representante en lo concerniente a las negociaciones entre nuestras dos naciones¡±, reza la credencial escrita por el monarca chino, cuya copia recuper¨® Mart¨ªnez-Robles de los archivos del Instituto de Historia Moderna de la Academia S¨ªnica, en Taip¨¦i.
¡°Muy pocos extranjeros fueron encomendados con misiones oficiales en el exterior, p¨²blicas o secretas, y mucho menos que las llevaran a cabo completamente solos. O, al menos, que se conozca. Esta circunstancia convierte a Sinibaldo de Mas en un rarisima avis¡±, dice el historiador.
Sinibaldo de Mas nunca cumpli¨® su misi¨®n. Una enfermedad acab¨® con su vida en 1868, una vez llegado a Madrid desde China y antes de poder alcanzar Lisboa. Nadie lleg¨® a conocer lo que tra¨ªa entre manos: el irland¨¦s Hart envi¨® a alguien para que destruyera su valiosa credencial ¡ªno sin antes tomar una fotograf¨ªa del documento¡ª y Mas tampoco hab¨ªa cobrado parte de sus servicios por adelantado, con lo cual no hab¨ªa bot¨ªn que levantara sospechas. En China se olvidaron de la misi¨®n, quiz¨¢s al no encontrar un digno sucesor al que encargarle una tarea de tal magnitud. No fue hasta 1999, 131 a?os despu¨¦s de la muerte de Sinibaldo de Mas, cuando finalmente se produjo el traspaso de soberan¨ªa de Macao de Portugal a China.
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