Tras el rastro del amigo Federico

Es de noche, suena un fogonazo y, al fondo, se escuchan los aullidos de los perros. Lorca camina aterrorizado bajo la escasa luz de la luna. El hombre que ensalz¨® como nadie la paz y el amor cae asesinado, a los 38 a?os, en el barranco de Biznar, en Granada. Con el disparo que acaba con la vida del poeta se inicia un viaje, enajenado y feliz, en el que el propio Lorca sale en busca de Federico, ese enorme amigo de todos. La Joven Compa?¨ªa estrena Federico hacia Lorca, una obra escrita por Irma Correa y Nando L¨®pez y dirigida por Miguel del Arco, en la que con textos, poemas y cartas del propio Lorca se teje una ficci¨®n documentada en hechos reales sobre los momentos claves de la vida de esa persona que, como ¨¦l mismo dijo, ya naci¨® siendo poeta. Sale a escena el amigo Federico m¨¢s que el solemne y genial literato Lorca. La obra se representa en la Sala Roja de los Teatros del Canal desde el 21 de marzo al 7 de abril.

Ya lo dice Lorca en el poema con el que se inicia esta funci¨®n. ¡°Recuerdo ahora las cosas que pasaron y me pregunto cu¨¢les dejaron en m¨ª una huella maligna¡­¡±. Alejado del biopic y de la reconstrucci¨®n historicista, Federico hacia Lorca, con 12 actores en escena (tres chicas y nueve chicos), es un emocionante recorrido por la vida del poeta que va desde el final de la Rep¨²blica, cuando se consolida como artista dentro de una generaci¨®n, la del 27, muy comprometida pol¨ªticamente que aspira a cambiar el pa¨ªs a trav¨¦s de la cultura, hasta la noche fat¨ªdica del 18 de agosto de 1936, en la que Lorca es abatido a tiros por las tropas fascistas. En este viaje hacia el pasado, a la amistad, el amor y la muerte, en medio de un poderoso escenario con una gran estructura de hierro, de la que cuelgan columpios y que evoca al mismo tiempo un bosque y esos juegos infantiles en los jardines que tanto amaba Lorca, el espectador asiste a las bulliciosas reuniones del caf¨¦ El Rinconcillo, all¨¢ por 1920, a la llegada a la Residencia de Estudiantes de ese joven entusiasmado y feliz, los primeros pasos del grupo teatral La Barraca o el viaje a Nueva York tras la ruptura sentimental con Emilio Aladr¨¦n.

En la funci¨®n los actores, todos j¨®venes de entre 21 y 27 a?os, interpretan a diferentes Federicos y a distintos personajes clave en la vida del poeta, como Dal¨ª, Bu?uel, sus padres, Alberti, Maruja Mallo, Margarita Manso y hasta Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera. ¡°Todo este mundo desaparece de un zarpazo¡±, asegura tras un ensayo Miguel del Arco, dramaturgo y socio del Pav¨®n Teatro Kamikaze (Premio Nacional de Teatro 2018), primer director invitado de La Joven Compa?¨ªa, el proyecto nacido en 2012 y que con Federico hacia Lorca firma su 14? espect¨¢culo. ¡°La muerte de Lorca marca el fin de una ¨¦poca posible. Su asesinato supone el de un sue?o, de una posibilidad de progreso, de un joven apasionado que quer¨ªa cambiar la realidad de su momento. Queremos que el p¨²blico sienta el dolor de su muerte¡±, asegura Nando L¨®pez.

Miguel del Arco confiesa su ignorancia lorquiana y sus prejuicios anteriores sobre ese personaje andaluz, folcl¨®rico y costumbrista con el que, en ocasiones, se ha presentado a Lorca. Ahora que se ha sumergido en ¨¦l, que ha rele¨ªdo muchos de sus textos y ha descubierto la grandeza de su poes¨ªa, Del Arco muestra su entusiasmo por ver todo ese mundo a trav¨¦s de los j¨®venes actores de La Joven Compa?¨ªa, mientras recita unas palabras del poeta: ¡®Yo soy el color de todos los adolescentes¡¯, y recalca que este espect¨¢culo va dirigido especialmente a los j¨®venes. ¡°Me apetec¨ªa entrar en la parte f¨ªsica de la poes¨ªa, en ese impulso org¨¢nico que antecede al pulso po¨¦tico. Me apetece mucho que los chavales que vengan a ver la funci¨®n salgan con ganas de leer a Lorca, no como una prescripci¨®n acad¨¦mica, sino por esa pulsi¨®n vital que irradiaba, la de un hombre que necesitaba a los dem¨¢s para ser feliz¡±, a?ade Del Arco.

Es Federico hacia Lorca un canto dram¨¢tico, pero tambi¨¦n feliz a la vida, al amor, a la homosexualidad y al sexo -¡°no ser¨ªa lo mismo la obra de Lorca sin esa sexualidad y ese amor que vive con verg¨¹enza pero con un deseo enorme. Sabe que nunca se va a poder entregarse libremente a esa pulsi¨®n. Eso evidentemente trastoca y trastorna toda su obra¡±, defiende el director-. Se siente el dolor de su muerte pero, como proclama Irma Correa, ¡°la buena noticia es que Federico Garc¨ªa Lorca no desaparecer¨¢ jam¨¢s¡±.