La detective de los recuerdos
La escritora chilena Nona Fern¨¢ndez prosigue su buceo en la memoria colectiva desde la cr¨®nica literaria ¡®Chilean Electric¡¯
¡°Quiz¨¢ s¨®lo somos recuerdo; o la posibilidad de algo que contenemos en la memoria; o solo puro pasado¡±, reflexiona en voz alta Nona Fern¨¢ndez, po¨¦tico compendio (y fiel diapas¨®n verbal de su estilo escrito) de la evoluci¨®n de su obra, siete libros de narrativa (y dos obras de teatro estrenadas por la compa?¨ªa La Pieza Oscura, de la que es actriz), que ha ido desliz¨¢ndose cadenciosamente de la novela a una ficci¨®n amarada en cr¨®nica que ha estallado con La dimensi¨®n desconocida (Literatura Random House, premio Sor Juana In¨¦s de la Cruz de la Feria de Guadalajara de 2017) y ahora en la envolvente Chilean electric (Min¨²scula). El chispazo que lo gener¨® lo explica todo: su abuela le contaba que estuvo en la ceremonia de la iluminaci¨®n de la plaza de Armas de Santiago en 1883. Se lo detall¨® con lujo decenas de veces¡ Solo que era imposible, porque ella hab¨ªa nacido casi 25 a?os despu¨¦s, como descubri¨® Fern¨¢ndez (¡°polilla a la luz de los postes¡±) al investigar los hechos.
Cada vez que recordamos algo lo iluminamos y lo fijamos y ese proceso siempre es enigm¨¢tico y tramposo, de ah¨ª la imposibilidad de una memoria colectiva: hay una trampa de arbitrariedad en ello y eso nos obliga a mirar con suspicacia las verdades oficiales que se nos entregan
¡°Iba a ser un libro de cr¨®nicas sobre Santiago, que empezaba con esa ceremonia de la luz, pero, claro, ya no pod¨ªa serlo y se convirti¨® en material literario alrededor de qu¨¦ es un recuerdo en nuestra vida, c¨®mo la condiciona, c¨®mo y por qu¨¦ olvidamos, la nula posibilidad de que el recuerdo sea objetivo¡¡±, explica como trastienda del texto. Si a ese planteamiento se a?ade la trama de La dimensi¨®n desconocida (un militar acude a una revista para contar sus labores sucias durante la dictadura de Pinochet), podr¨ªa decirse que la filosof¨ªa, la misi¨®n literaria de Fern¨¢ndez parece pasar por ¡°guardar pedazos de ayer que no sabemos recordar¡±, como se escribe en Chilean Electric. ¡°Cada vez que recordamos algo lo iluminamos y lo fijamos y ese proceso siempre es enigm¨¢tico y tramposo, de ah¨ª la imposibilidad de una memoria colectiva: hay una trampa de arbitrariedad en ello y eso nos obliga a mirar con suspicacia las verdades oficiales que se nos entregan, antes y ahora¡±. Por ello, compendia: ¡°No voy a consolidar una memoria colectiva, pero aporto desde el rinc¨®n, a?ado trocitos para el palimpsesto de mi pa¨ªs¡±.
Fern¨¢ndez naci¨® en Chile en 1971: Pinochet derrumb¨® a Salvador Allende bombardeando el palacio presidencial de La Moneda el 11 de septiembre de 1973. Cuando acab¨® la dictadura, ella ten¨ªa 19 a?os; generacionalmente, no deber¨ªa cernirse una sombra tan grande en su obra. ¡°Cierto, pero es as¨ª: toda mi escritura est¨¢ vinculada a la dictadura; ya se ve alg¨²n rastro en mi primer libro, Mapocho [Min¨²scula la recuperar¨¢ en octubre, como una de las primeras obras sobre la experiencia de la dictadura en los hijos]; no hubo ning¨²n desaparecido en casa, pero no fui una adolescente ciega: no acaba de entender lo que ocurr¨ªa, los funerales a los que asist¨ªa, las marchas, los velatorios, las reuniones clandestinas, fuera de que hab¨ªa que pelear contra los milicos¡ Empec¨¦ a escribir en democracia, pero la lentitud y la ineficacia de ese supuesto final de la dictadura ha sido tal que ha convertido todo aquello en un gran enigma que no ha resuelto el presente¡±.
La Transici¨®n espa?ola y la chilena son extra?as, muy pactadas, fundamentadas en el silencio, un gran hoyo negro¡ ?C¨®mo puedes construir as¨ª un presente? ?C¨®mo hacer una vida as¨ª, obvi¨¢ndolo? Una persona no puede hacerlo y un pa¨ªs, tampoco.
Equipara Fern¨¢ndez la Transici¨®n espa?ola y la chilena. ¡°Son extra?as, muy pactadas, fundamentadas en el silencio, un gran hoyo negro¡ ?C¨®mo puedes construir as¨ª un presente? ?C¨®mo hacer una vida as¨ª, obvi¨¢ndolo? Una persona no puede hacerlo y un pa¨ªs, tampoco. Y entonces llegan estos d¨¦j¨¤ vu: por no recordar, ni resolver, ni repudiar lo que hay que hacer¡±. El resultado: ¡°La transici¨®n se me ha convertido en obsesi¨®n¡±. Quiz¨¢ tambi¨¦n la figura de Allende, del que se dice en Chilean electric que ya en democracia no se permiti¨® su autopsia y que se quem¨® su ropa para que no pudiera ser analizada por los forenses: ¡°Me gusta pensar que no le mataron, que se suicid¨®, pero igual es un enga?o como la historia de mi abuela¡ No nos dejaron tocar el cielo con los dedos, ese socialismo por v¨ªa democr¨¢tica¡ Eso s¨ª es un fantasma, la ¨¦pica de la generaci¨®n anterior; nosotros no tenemos ¨¦pica, nos articulamos desde el fracaso¡±. En la cr¨®nica se repiten palabras de su discurso, como que hab¨ªa que generar una nueva sociedad desde ¡°la pasi¨®n y el cari?o¡±: ¡°A¨²n hoy cuando le oigo, en ese casete grabado de otro y de otro en el que lo escuch¨¦ de joven, me pongo a llorar y he convertido eso, pasi¨®n y cari?o, en un mantra de mi escritura; hoy ese discurso pol¨ªtico es imposible¡±.
Cree Fern¨¢ndez que hace, mayormente, literatura: ¡°No hago reportajes, pero ocurre que me fascina la realidad y me alimenta el recuerdo¡± y en una especie de vasos comunicantes, ¡°ha ido descendiendo la narrativa ficcional para aumentar la realidad¡±, dice mostr¨¢ndose cercana a la obra de Emmanuel Carr¨¨re. ¡°He hecho un tr¨¢nsito de la realidad que se not¨® en mi obra Fuenzalida y culmin¨® en La dimensi¨®n desconocida; si los archivos en los que buce¨¦ son tan interesantes, ?para qu¨¦ camuflarlos con ficci¨®n? Yo aparezco, pero no soy protagonista; quiz¨¢ soy Caronte guiando la barca¡¡±.
Es su obra la punta de iceberg de un ¡°super buen momento¡± de la literatura chilena, con voces, recomienda, como las de la ya veterana Diamela Eltit o las m¨¢s j¨®venes Alejandra Costamagna y Alia Trabucco. Y eso es mucho en un pa¨ªs aislado, f¨ªsica y espiritualmente, por una cordillera: ¡°Chile es el sur del sur, ni el propio pa¨ªs est¨¢ conectado entre s¨ª; la dictadura nos aisl¨® m¨¢s y eso explica el alma de un pueblo, gris, sobrio; a¨²n hoy vivimos en cierto aislamiento, las cosas suelen pasar en otra parte¡±. Mientras, ella est¨¢ con un ¡°ensayo novelado¡± sobre, c¨®mo no, la memoria: ¡°Su historia, c¨®mo funciona, qu¨¦ son recuerdos y qu¨¦ no¡ Cada libro m¨ªo tiene una especie de oficina de inteligencia que trabaja sobre eso¡ Quiz¨¢ soy un tira [detective en el argot chileno] de recuerdos y memorias¡±.
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