Un tercio de los dependientes catalanes est¨¢ en lista de espera para recibir su ayuda
El Govern admite un "exceso de burocracia" que retrasa los tr¨¢mites, pero defiende la calidad de los servicios
Uno de cada tres dependientes catalanes est¨¢ a la espera de recibir, de forma real y efectiva, la prestaci¨®n reconocida por ley de Dependencia para su caso. Los expertos lo llaman ¡°el limbo¡± de la dependencia. Esa tierra de nadie en la que hoy se encuentran en Catalu?a m¨¢s de 73.000 personas que tienen un grado asignado (I,II,III) seg¨²n el nivel de gravedad), pero que todav¨ªa no han recibido la ayuda econ¨®mica, la atenci¨®n sociosanitaria o la plaza residencial que le tocar¨ªa por su estado de salud. Catalu?a es, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad, la comunidad con m¨¢s dependientes en este limbo.
Si bien los datos asistenciales en Catalu?a han mejorado ¡ªa finales de febrero de 2019, eran 140.659 los beneficiarios que ten¨ªan una prestaci¨®n concedida, 22.364 personas m¨¢s que un a?o antes¡ª, el sistema de la dependencia sigue infrafinanciado, colapsado y sin visos de mejora. Seg¨²n la Asociaci¨®n de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, la situaci¨®n es ¡°cr¨ªtica¡± y, a este ritmo, se tardar¨ªa ¡°ocho a?os en llegar a la plena atenci¨®n¡±.
El enrevesado proceso administrativo para hacer efectiva la ayuda de la dependencia dura entre seis meses y un a?o, seg¨²n la patronal de residencias, Acra. Primero, la solicitud; luego, la valoraci¨®n del grado de dependencia (moderado, severo o gran dependiente); y m¨¢s tarde, la elaboraci¨®n programa de atenci¨®n individual (PIA), donde se decide la prestaci¨®n m¨¢s adecuada en cada caso. Al menos, 24.751 personas fallecieron en Catalu?a desde 2011 en este proceso, seg¨²n el Departamento de Asuntos Sociales.
El ¨²ltimo c¨®mputo del Ministerio de Sanidad (a febrero de 2019) cifra en 26.104 los catalanes que tienen reconocido el grado II o III de dependencia pero todav¨ªa est¨¢n pendientes de que se les conceda la ayuda adecuada a su caso. Del grado m¨¢s moderado, el I, hay otros 47.305 dependientes que aguardan la prestaci¨®n. ¡°Hace a?os que decimos que lo que necesitan los mayores es rapidez en la concesi¨®n de las ayudas. En Catalu?a, el problema es muy grande¡±, advierte Cinta Pascual, presidenta de Acra.
Las cifras de la dependencia
Beneficiarios. Hay 157.877 dependientes en Catalu?a, seg¨²n el Ministerio. El Govern eleva esta cifra a 171.722.
Lista de espera. Hay 27.032 ancianos aguardando una plaza en una residencia p¨²blica, 1.500 m¨¢s que en julio de 2017. De ellos, 8.568 tienen una PEV para costear una cama privada.
Infrafinanciaci¨®n. La ley recoge una financiaci¨®n a medias entre el Estado y las comunidades aut¨®nomas (adem¨¢s de un copago del beneficiario seg¨²n su renta). Pero las comunidades han asumido una mayor parte. Seg¨²n el Govern, el Estado ha dejado de aportar m¨¢s de 5.700 millones. La Generalitat ha asumido desde 2017 m¨¢s del 60%. En 2017 invirti¨® 926 millones y el Estado, 172.
El Govern, por su parte, admite ¡°presi¨®n¡± en el sistema, pero rebaja las cifras del Ministerio. El secretario general de Asuntos Sociales de la Generalitat, Francesc Iglesias, alega que hay ¡°desajustes¡± entre las bases de datos de ambas administraciones ¡°que dejan en el limbo estad¨ªstico a 20.000 personas¡±. Esto es, beneficiarios con la prestaci¨®n asignada que no aparecen en el c¨®mputo de Sanidad. Iglesias justifica, adem¨¢s, que en la comunidad hay otros dispositivos de ayuda a la dependencia que no contempla la normativa. ¡°La atenci¨®n va m¨¢s all¨¢ de lo que pasa por el tamiz de la ley. En el ¨¢mbito sociosanitario se atiende a miles de personas no reflejadas en las estad¨ªsticas. Tenemos residencias de ayuntamientos y entidades que nos atienden a personas mayores vulnerables que no cumplen los criterios para tener la dependencia y se escapan del sistema¡±, ejemplifica.
Iglesias admite que ¡°hay un exceso de burocracia¡± que retrasa los tempos de asignaci¨®n de las ayudas, pero defiende, a su vez, que, ¡°en conjunto, hay un buen nivel de servicios y calidad¡±. Una visi¨®n con la que no comulga Acra, que critica las listas de espera y la congelaci¨®n de sueldos y tarifas en el sector desde hace nueve a?os. A febrero de 2019, la lista de espera para acceder a una plaza de residencia p¨²blica ascend¨ªa a 18.464 personas ¡ªadem¨¢s de las otras 8.568 que est¨¢n en una residencia privada con una prestaci¨®n econ¨®mica vinculada (PEV) hasta que tengan plaza en un centro p¨²blico¡ª. ¡°Hace 10 a?os, la estancia media en una residencia era de cuatro a?os y medio. Ahora es de dos a?os. Llegan m¨¢s tarde y m¨¢s deteriorados¡±.
Acra reclama la inyecci¨®n de 300 millones de euros para tomar medidas que cubran, a corto plazo, las necesidades m¨¢s acuciantes. El Govern, por su parte, denuncia una infrafinanciaci¨®n del Estado que, seg¨²n sus datos, asciende a 5.700 millones de euros en 10 a?os. Jos¨¦ Manuel Ram¨ªrez, portavoz de la Asociaci¨®n de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, admite esa falta de recursos estatales, pero apunta tambi¨¦n a una ausencia de voluntad pol¨ªtica del Govern. ¡°Desde 2015, Catalu?a ha paralizado el desarrollo del sistema de la dependencia, cosa que no han hecho otras comunidades que, a pulm¨®n, con fondos propios, han priorizado la atenci¨®n a la dependencia. Catalu?a tiene que recuperar esos tres a?os de letargo¡±.
¡°La excusa perfecta¡±
Pero el Govern, abocado a una segunda pr¨®rroga presupuestaria al fracasar en la aprobaci¨®n de nuevos presupuestos, tiene poco margen de maniobra. ¡°Priorizamos las plazas p¨²blicas y haremos m¨¢s en 2020, no ponemos l¨ªmites a las PEV, promovemos la construcci¨®n de residencias en 2020, 2021 y 2022..¡±, enumera Iglesias, aunque admite que le ¡°gustar¨ªa tener m¨¢s presupuesto para concertar plazas y m¨¢s residencias¡±. Su discurso, sin embargo, ya no convence a las entidades. ¡°La falta de presupuestos es una excusa perfecta para decir que no tienen dinero. Lo que hay que hacer es priorizar¡±, sugiere Pascual. El PSC de Barcelona tambi¨¦n pidi¨® ayer a Colau que demande al Govern por incumplir pagos de atenci¨®n domiciliaria en la ciudad.
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