El hundimiento de la macrocausa contra la corrupci¨®n policial
Un juez mantiene ocho a?os imputados a seis ¡®mossos¡¯ hasta que se ve obligado a sobreseer la investigaci¨®n
El caso Macedonia es como un recuerdo borroso, casi una an¨¦cdota, comparado con los nuevos frentes judiciales que atenazan a los Mossos por el proc¨¦s.Pero cuando en 2011 el juez Joaqu¨ªn Aguirre firm¨® un auto acusando de omisi¨®n de perseguir delitos, ocultaci¨®n de documentos a la autoridad judicial, revelaci¨®n de secretos, falsedad documental, encubrimiento o, en su caso, tr¨¢fico de drogas a investigadores de la polic¨ªa catalana, el esc¨¢ndalo amenaz¨® con destruir la carrera de los implicados y el prestigio de la Divisi¨®n de Investigaci¨®n Criminal (DIC) de los Mossos, que entonces lideraba Josep Llu¨ªs Trapero. Seis mossos han permanecido imputados ocho a?os por el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 1 de Barcelona en lo que parec¨ªa el mayor caso de corrupci¨®n en la polic¨ªa catalana. En febrero, el juez, solo en la causa, se vio obligado a sobreseerla.
El primer a?o, la presi¨®n sobre los investigadores fue creciendo y culmin¨® con la entrada del juez Aguirre en la sede central de Mossos en julio de 2012 buscando el original de unas escuchas telef¨®nicas que cre¨ªa que le escond¨ªan. Todo, sosten¨ªa, para encubrir a un confidente policial, Manuel Guti¨¦rrez Carbajo, que hab¨ªa servido a los Mossos el caso de su vida: una trama de polic¨ªas nacionales corruptos que proteg¨ªan a dos prost¨ªbulos, el Riviera y el Saratoga. Guti¨¦rrez Carbajo era, en realidad, seg¨²n la instrucci¨®n judicial, un narco que dirig¨ªa a una red de traficantes, y los Mossos, sabi¨¦ndolo, hab¨ªan decidido ocultarlo.
El juez recurri¨® a diversas unidades y cuerpos policiales para demostrarlo ¡ªen el caso hay tres piezas separadas, donde investigaron Polic¨ªa, Mossos y Guardia Civil¡ª y se apoy¨® en la acusaci¨®n particular que ejerc¨ªa el sindicato ultra Manos Limpias. ¡°Los que ejercemos cargos de responsabilidad debemos asumir decisiones dolorosas y convulsas para la sociedad¡±, escribi¨® en su auto de imputaci¨®n de los mossos. El mando de mayor rango investigado era el subinspector Antoni Salleras, adem¨¢s de dos sargentos, dos cabos y un agente raso. Pero la amenaza sobrevolaba la cabeza de su jefe, el comisario Trapero.
El caso amenaz¨® el prestigio de una divisi¨®n de Mossos liderada por Trapero
¡°La investigaci¨®n principal fue siempre de Mossos¡±, explican fuentes conocedoras del caso. Giraba alrededor de un decomiso de 29 paquetes de lo que parec¨ªa coca¨ªna que acab¨® siendo una estafa entre narcotraficantes. La sospecha del juez es que Juan Miguel Bono, el detenido con esa droga, trabajaba en realidad para Guti¨¦rrez Carbajo. Los Mossos ¡°subvirtieron el orden jer¨¢rquico Autoridad judicial-Polic¨ªa Judicial con el fin de eludir la imputaci¨®n judicial sobre determinadas personas¡±, escribi¨® el juez, que se qued¨® solo con Manos Limpias.
Los Mossos contaban con el apoyo de la Fiscal¨ªa. ¡°No parece demasiado inteligente querer ocultar la vinculaci¨®n con una persona comenzando por dar su nombre¡±, escribi¨® el ministerio fiscal en el recurso en contra de las imputaciones policiales, sobre Guti¨¦rrez Carbajo, que constaba en los escritos de los Mossos al juez y del que, seg¨²n fuentes del caso, hab¨ªan dicho verbalmente al juez que era su confidente. El ministerio p¨²blico sostuvo que no hab¨ªa ¡°elementos fundados¡± para afirmar que los agentes hab¨ªan ocultado conversaciones al juez para protegerlo.
Por la brigada patri¨®tica
¡°La Fiscal¨ªa hizo de abogado de la defensa¡±, asegura ocho a?os despu¨¦s el abogado Alex Zarag¨¹eta, del despacho Zarag¨¹eta Reina, que representaba a Manos Limpias. A su juicio, los Mossos ¡°se rieron en la cara del juez¡±, pero el sindicato no ha podido seguir en el caso porque est¨¢ en liquidaci¨®n, acusado de pertenecer a una trama de corrupci¨®n y sobornos. Fuentes policiales siempre han criticado que los abogados de cabecera del Saratoga, Zarag¨¹eta Reina, liderase la acusaci¨®n en Macedonia a trav¨¦s de Manos Limpias. ¡°En el juicio no los defendimos nosotros¡±, subraya Zarag¨¹eta, que niega conflicto de intereses.
En 2015, la Audiencia empez¨® a urgir a Aguirre para que concluyese la investigaci¨®n. Pero el juez declar¨® la causa compleja y lo mantuvo cuatro a?os m¨¢s. Incluso acudi¨® a la pol¨¦mica Brigada de An¨¢lisis y Revisi¨®n de Casos de la Polic¨ªa Nacional, bautizada como brigada patri¨®tica, que acab¨® desmantelada. En 2017, con el c¨¦nit del proc¨¦s y los Mossos, dirigidos ya por Trapero, en entredicho, Macedonia recobr¨® vida en las p¨¢ginas de medios como OK Diario. Un a?o despu¨¦s, sin Manos Limpias y sin la Fiscal¨ªa, el juez se vio obligado a sobreseer las actuaciones. En su escueto escrito subraya que la Audiencia de Barcelona aval¨® que exist¨ªan indicios de que los Mossos le ocultaron informaci¨®n.
El desencuentro inicial
El caso Macedonia empez¨® con un desencuentro entre el juez y Mossos, seg¨²n diversas fuentes. El magistrado orden¨® a Trapero y a su segundo, Antoni Salleras, que le pidiesen intervenir al Equipo de Crimen Organizado de la Guardia Civil, del que el hoy teniente coronel Daniel Baena era el subjefe. Sospechaba que se pod¨ªan haber quedado con droga incautada. Los Mossos alegaron que si ¨¦l se lo ordenaba por escrito, lo har¨ªan, pero que no se lo pod¨ªan pedir ellos porque carec¨ªan de pruebas. All¨ª naci¨® la desconfianza. La casualidad hace que hoy Baena sea instructor de la causa en la que Trapero est¨¢ acusado de rebeli¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.