La justicia del amianto

A finales de la semana pasada condenaron a Metro de Madrid al pago de una indemnizaci¨®n de m¨¢s de 370.000 euros a la familia de un trabajador fallecido a causa de asbestosis (enfermedad laboral asociada a la exposici¨®n al amianto). De esa indemnizaci¨®n, seg¨²n reza la sentencia, casi 200.000 euros se destinan a restituir el da?o moral y el perjuicio psicof¨ªsico del que Metro es responsable.

Durante los ¨²ltimos meses, en la Asamblea de Madrid hemos trabajado en una Comisi¨®n de Investigaci¨®n para esclarecer qu¨¦ ha fallado durante tantos a?os ¡ªMetro sab¨ªa al menos desde 1991 que hab¨ªa amianto en su red, pero no lo comunic¨® a sus trabajadores hasta 2017¡ª. Para intentar entender que no se hiciese menci¨®n a este asesino silencioso y tan solo se empezasen a tomar precauciones cuando el primer trabajador, por su cuenta y riesgo, acudi¨® a la Seguridad Social a hacerse las pruebas pertinentes ante la permanente negligencia de la empresa p¨²blica, gestionada por la Comunidad de Madrid.

Seg¨²n acredit¨® la Comisi¨®n de Investigaci¨®n, con el voto en contra del Partido Popular, Metro de Madrid conoc¨ªa fehacientemente la peligrosidad de este elemento desde principios de los a?os noventa. La empresa lleg¨® a confeccionar en el a?o 2003 una relaci¨®n de lugares y materiales que conten¨ªan amianto. Pero no fue hasta hace escasos meses, cuando se dign¨® a aplicar la legislaci¨®n vigente en materia de protecci¨®n de los trabajadores y trabajadoras con respecto a este mort¨ªfero material.

Aunque el amianto, asbesto o uralita ¡ªcomo se conoce en Espa?a por la empresa que lo comercializaba¡ª est¨¢ prohibido en Espa?a desde el final del a?o 2001, durante el siglo XX se importaron m¨¢s de 2.600 millones de kilos de amianto (tres veces la capacidad del estadio Santiago Bernabeu lleno hasta arriba). Esos kilos siguen instalados o embutidos en casi 3.000 productos detectados. Seg¨²n el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene, la vida ¨²til del amianto es de entre 30 y 35 a?os, por lo que en pocos a?os, m¨¢s del 80% del material importado habr¨¢ finalizado su vida ¨²til y tendr¨¢ que ser retirado (por Ley) ya que su deterioro y degradaci¨®n emite las invisibles y delet¨¦reas fibras cancer¨ªgenas.

Seg¨²n dictamin¨® la Organizaci¨®n Mundial de la Salud en 1977 ¡ªs¨ª, hace casi 50 a?os¡ª, no hay exposici¨®n segura a este material. Pero ya desde 1955 se conoc¨ªa la relaci¨®n entre exposici¨®n y enfermedades graves a pesar de lo cual, desde 1960 hasta su prohibici¨®n, se import¨® el 90% de todo el amianto consumido en Espa?a; es decir, cuando ya se conoc¨ªan sus graves efectos para la salud. ¡°Con conocimiento de causa¡±, dice la sentencia que condena a Metro con toda raz¨®n.

Las estad¨ªsticas con que contamos para conocer los casos de muerte por su causa son muy deficientes en todo el mundo. Por ello, los investigadores hemos optado por dar cifras serias, pero aproximadas. El trabajo del doctor L¨®pez Abente y su equipo arrojan una media de 250 mesoteliomas (un tipo de c¨¢ncer asociado al amianto) por a?o en Espa?a. Asumiendo la extrapolaci¨®n del estudio Global Burden Disease (2016), de la Universidad de Washington, estar¨ªamos por encima de 1.900 fallecimientos anuales. Esta cifra supera en m¨¢s de 65% las muertes en carretera en Espa?a ese mismo a?o.

El da?o que ha causado el amianto ya no se puede revertir, y solo podemos acompa?ar a quienes sufren esta enfermedad y a sus familias. Lo que s¨ª nos corresponde es asegurarnos que nunca m¨¢s ¡ªsea por desconocimiento o por negligencia¡ª tengamos que lamentar un muerto m¨¢s por esta causa. Por ello, se hace imperativo una ley integral del amianto, que mejore la legislaci¨®n existente. Tambi¨¦n, que se reconozca el fondo de indemnizaci¨®n a las v¨ªctimas del material, debatido en el Congreso, y que se prescriba un plan de desamiantado seguro para eliminarlo antes de 2032, como recomienda la UE, que tambi¨¦n anima a repartir los costes del proceso entre las empresas y las administraciones.

Hemos de terminar con esta pesadilla que hasta ahora se hab¨ªa manifestado como una epidemia oculta e impune. Afortunadamente, las cosas est¨¢n cambiando.

Paco Puche es autor de Amianto, una epidemia oculta e impune y colabora con la secretar¨ªa internacional por la prohibici¨®n del amianto (IBAS) y con las asociaciones de v¨ªctimas del material.

Alberto Oliver es diputado por Podemos en la Asamblea de Madrid y ha sido portavoz en la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre amianto. Tambi¨¦n es candidato de M¨¢s Madrid.