Los valencianos votan entre los milagros de un predicador apocal¨ªptico
Las mesas electorales coinciden con los altares donde los ni?os representan por la ciudad la vida y obra de San Vicente Ferrer
Ten¨ªa una facundia desbordante, una gran habilidad para emocionar al gent¨ªo y una notable formaci¨®n religiosa e intelectual. Pero sobre todo, san Vicente Ferrer (1350-1419) obraba milagros. Muchos, y desde bien jovencito, seg¨²n cuentan sus hagi¨®grafos. Con apenas nueve a?os cur¨® las p¨²stulas a un vecino, cuya familia mont¨® un peque?o altar en agradecimiento en la c¨¦ntrica calle del Mar de Valencia. Este fue el origen de una tradici¨®n que ha llegado hasta nuestros d¨ªas y que ha posibilitado hoy una curiosa coincidencia en la ciudad que lo vio nacer: las mesas electorales y los altares donde unos 300 ni?os representan las obras y milagros de uno de los mayores predicadores de la cristiandad, un hombre enjuto, de aspecto enfermizo, que recorri¨® parte de Europa soliviantando a la poblaci¨®n con sus sermones evangelizadores y de tono apocal¨ªptico (como era costumbre en los siglos XIV y XV).
Son peque?as obras teatrales, declaradas Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), que hoy y ma?ana (el lunes es festivo para la capital y numerosas poblaciones valencianas), se interpretan en su mayor¨ªa en valenciano, la lengua en que sermoneaba Sant Vicent y que mucho tuvo que ver con uno de sus milagros. All¨ª donde iba el predicador, canonizado en 1455 por un papa Borja, Calixto III, todo el mundo le entend¨ªa. Sol¨ªa frecuentar los territorios del ¨¢mbito ling¨¹¨ªstico catal¨¢n y su forma valenciana de marcar claramente todo el sistema voc¨¢lico (como los de Lleida y a diferencia de los barceloneses, por ejemplo) y las consonantes le hac¨ªa inteligible, adem¨¢s, para los hablantes de lenguas romances como el castellano, el portugu¨¦s, el franc¨¦s, el italiano o el occitano. Lo que no tiene tan claro explican los fil¨®logos es c¨®mo se hac¨ªa entender entre los ingleses y alemanes. Sus sermones son objeto de estudio de la roman¨ªstica internacional.
Pero tal vez el milagro m¨¢s popular entre los valencianos es el llamado Miracle del mocadoret (milagro del pa?uelo). Seg¨²n la tradici¨®n, el predicador incidi¨® ante sus m¨²ltiples seguidores, durante un serm¨®n en la parroquia de los Santos Juanes (frente a la Lonja de Valencia, hoy Patrimonio de la Humanidad), en que muchas personas sufr¨ªan y mor¨ªan por la miseria, el hambre y la pobreza. El dominico sac¨® un pa?uelo y lo lanz¨® al aire e invit¨® a la multitud a que siguiera su vuelo. All¨ª donde se parase encontrar¨ªan personas afligidas y necesitadas. El pa?uelo recorri¨® lo que hoy es el centro de Valencia, entr¨® por una ventana y se pos¨® en la casa de una familia a punto de fallecer por inanici¨®n. La gente la socorri¨® y la salv¨®.
Hoy, donde se emplazaba aquel inmueble, hay un altar donde se representa la vida del santo y una cer¨¢mica que recuerda el milagro en la llamada plaza del Mocadoret, muy cerca de una de las m¨¢s de 6.000 mesas electorales instaladas en la Comunidad Valenciana. All¨ª decidir¨¢n m¨¢s de 3,6 millones de valencianos si el Gobierno del Bot¨¤nic, formado por PSPV-PSOE y Comprom¨ªs, con el apoyo de Podemos, es un par¨¦ntesis en las dos d¨¦cadas de mandado del PP o contin¨²a al frente de la Generalitat.
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