Las seis posibles vidas de La Ingobernable

En el edificio de Gobernador 39, en mitad del barrio de las Letras, hay un centro social autogestionado por okupas en un inmueble municipal. Las ventanas que dan a la calle est¨¢n tapiadas con madera y hay un letrero que ha renombrado el espacio: La Ingobernable. Este antiguo bloque de ladrillo recobra su vida todos los d¨ªas a las 19.00, cuando abre sus puertas. Cumple estos d¨ªas dos a?os de okupaci¨®n. Sin embargo, su futuro es incierto. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, algunos partidos pol¨ªticos han decidido tomar el inmueble como caballo de batalla contra la okupaci¨®n en la capital.

En la barra de la entrada hoy el colectivo Poliamor Madrid es el encargado de abrir La Ingobernable. El olor a cerveza se mezcla con el de una tortilla de patatas que acaba de salir de la cocina. Mois¨¦s, de 40 a?os, est¨¢ dando la bienvenida a las personas que entran por primera vez, deseosas de saber qu¨¦ hacen en ese edificio que hace esquina con el Paseo del Prado , pero desentona con el aire aristocr¨¢tico que le rodea. Mientras que Mois¨¦s le explica a los nuevos c¨®mo funciona el espacio, con la otra mano saluda r¨¢pidamente a la gente que sube a la segunda planta, de las tres que tiene el edificio, donde se imparten clases de boxeo, yoga, autodefensa para mujeres e, incluso, lecciones para principiantes de una clase de software libre.

La Ingobernable ha tenido m¨¢s vidas que un gato. Los m¨¢s de 3.000 metros cuadrados del edificio han sido usados, por citar algunos, centro de puericultura, oficinas de la Universidad a Distancia (UNED), archivo de los juzgados o como centro de salud del barrio de Retiro. Algunos candidatos desean volver al pasado. Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, el candidato a la alcald¨ªa del Partido Popular, ha prometido que, de salir elegido, desalojar¨¢ a todos los colectivos para ubicar en el inmueble un centro de salud y una biblioteca para los vecinos.

No es el ¨²nico que quiere cambiar las clases de salsas y las asambleas por estantes llenos de libros. Manuela Carmena, candidata de M¨¢s Madrid, explic¨® que quer¨ªa recuperar el edificio para hacer la Biblioteca de Mujeres creada por Mediavilla, una bibliotecaria feminista que tiene en su colecci¨®n m¨¢s de 30.000 obras del siglo XVII al XX, la mayor¨ªa descatalogadas.

Bego?a Villacis, de Ciudadanos, quiere que aparte de la biblioteca, el espacio se pueda convertir en el Museo de la Fotograf¨ªa. Otros candidatos no han aclarado qu¨¦ har¨ªan con el centro social, aunque s¨ª han expresado su deseo de que vuelva a ser utilizada Ayuntamiento. Es el caso de Pepu Hern¨¢ndez, del PSOE, que ha pedido el desalojo del edificio y la habilitaci¨®n de espacios de colaboraci¨®n con asociaciones culturales.

Por ahora, de los candidatos consultados, el ¨²nico que est¨¢ dispuesto a respetar el actual estado del centro social es Carlos S¨¢nchez-Mato, de Madrid en Pie: ¡°La Ingobernable est¨¢ sirviendo de lugar de reuni¨®n para j¨®venes que se manifiestan contra el cambio clim¨¢tico o los colectivos del 8M. Nosotros vamos a querer que haya colaboraci¨®n con la gente organizada que quiere participar en la vida cultural y social de la ciudad¡±, dijo durante el debate organizado el lunes pasado por EL PA?S y Cadena SER.?

Ana Botella en el 2015 cedi¨® el uso del inmueble por 75 a?os a la Fundaci¨®n Ambasz para hacer un Museo de Arte, Arquitectura y Dise?o. Esto nunca se materializ¨®, y el edificio permaneci¨® vac¨ªo hasta el 2017, cuando, despu¨¦s de la manifestaci¨®n Madrid No se Vende, un grupo de personas decidi¨® okupar el edificio.

Paula Ortega, de 27 a?os, recuerda c¨®mo vivi¨® esa primera noche cuando bautizaron la Ingobernable: ¡°Me qued¨¦ a dormir con muchas personas que no conoc¨ªa de nada¡±. Los primeros d¨ªas hac¨ªan juegos de palabras para memorizar sus nombres. Para Ortega, ¡°La Ingo¡±, como la nombran cari?osamente quienes hoy emplean el espacio, es un lugar en donde se puede imaginar que otro mundo es posible ¡°Es una bomba de ox¨ªgeno y?un espacio seguro, por ser feminista, imprescindible en Madrid¡±, asegura esta comunicadora, que es adem¨¢s vecina del barrio.

En estos dos a?os, m¨¢s de 100.000 personas han pasado por las m¨¢s de 170 actividades que ofrecen todos los d¨ªas. Durante este mismo periodo la gente de La Ingobernable ha tenido dos avisos de desalojo que no se pudieron llevar a cabo gracias a la propia acci¨®n vecinal. Por esta raz¨®n, los colectivos que la okupan han decidido manifestarse el pr¨®ximo s¨¢bado 11 de mayo para defender un espacio que juzgan propio y exigirle al Ayuntamiento que no los desalojen. ¡°La?Ingo ha generado un cambio y una mejora en la vida de las vecinas¡±, explica Clara V¨¢zquez, de 35 a?os.