La abuela Manuela y su ni?o Errej¨®n
El partido expone su programa en clave verde en un mitin en el Manzanares
??igo Errej¨®n se levant¨® con su libreta roja y agarr¨® el micr¨®fono. Dijo que para el acto en clave verde de M¨¢s Madrid este lunes hab¨ªa tenido que estudiar y decidi¨® apoyarse en algunos apuntes. Por poco tiempo. Bast¨® una mirada alrededor y hacer inventario de asistentes. Se sent¨ªan todos en familia, entre beb¨¦s apenas llorones, ni?os nada alborotadores, gais abanderados con la ense?a arco iris y jubilatas que desped¨ªan ese brillo en los ojos con que dar una ¨²ltima oportunidad a la revoluci¨®n. Cuando volvimos la vista sobre el escenario, comprobamos que el nuevo gran mes¨ªas cool del progresismo ya no necesitaba mirar sus notas.
El candidato regional dej¨® el cuaderno sobre el brazo del sof¨¢ ch¨¦ster marr¨®n y se lanz¨® a por votos para los suyos mientras el polen tomaba Madrid R¨ªo y los ¨¢rboles atemperaban la solanera. El tema del d¨ªa se centr¨® en el ecologismo. Con Errej¨®n y Manuela Carmena como cabezas de cartel. Les acompa?aban en los asientos la veterana In¨¦s Saban¨¦s, un H¨¦ctor Tejero novato, reci¨¦n salido del laboratorio que dej¨® con contrato fijo en su investigaci¨®n contra el c¨¢ncer para enrolarse con M¨¢s Madrid y Mar¨ªa Pastor, de Equo.
Eligieron la parte trasera de la Ermita de la Virgen del Puerto. En el v¨¦rtice entre los jardines de Sabatini y el puente de Segovia, montaron un escenario discreto, donde las torres de sonido se com¨ªan a veces los carteles del fondo y las escasas subidas de tono chirriaban entre cierta voluntad de moderaci¨®n. Ninguno se lleg¨® a recostar sobre los dos c¨®modos muebles de sal¨®n hypster reciclado. Los cinco manten¨ªan una actitud de tensa espera, que contrastaba con la tarde campestre de los correligionarios, muy de abanico y ponerse a resguardo del primer calent¨®n del a?o.
Todo desped¨ªa un esp¨ªritu de fe espont¨¢nea y sin etiquetas en lo anti convencional. De diversidad, integraci¨®n de razas, g¨¦neros y alternativas necesitadas de voluntariado. A la vez, parec¨ªa una merienda en la que hijos, padres y yayos, corretean juntos en pos de un sue?o sin fecha de caducidad. Una tribu intergeneracional personificada como nadie en el t¨¢ndem m¨¢s extra?o y tierno de esta contienda: la abuela Manuela y su ni?o bonito. Ambos son un David de dos cabezas contra m¨²ltiples Goliat.
Casi nadie parec¨ªa haber llegado en coche. Daban as¨ª la raz¨®n a In¨¦s Saban¨¦s, que al liderar en gran parte Madrid Central como concejala, ha declarado la guerra contra lo que ella llama carbonizaci¨®n. Errej¨®n marc¨® los ejes del discurso. Ecologismo, s¨ª, pero sobre todo, decencia en la gesti¨®n, pedradas a los privilegiados, escupitajos a los corruptos y la reivindicaci¨®n de un cambio de rumbo: una regi¨®n donde se defiendan a saco las reservas naturales pero en la que no impere la ley de la selva.
Y un cierre de filas en que se exige compromiso con deberes para los asistentes: ¡°Cada uno de vosotros ten¨¦is que lograr 10 votos¡±. Con esa progresi¨®n geom¨¦trica, en cada mitin, Errej¨®n quiere darle una patada a su nulo presupuesto de campa?a y a las barreras que le pone la Junta Electoral. ¡°No nos dejan colgar carteles en las farolas pero tenemos vuestros balcones¡±.
Una vez movilizados con la adrenalina errejonista, Carmena tom¨® la palabra para aportar su toque de serenidad. Juegan a un yin y yan que converge en su propio t¨²nel del tiempo. ¡°Vengo a rendir cuentas¡±, dice la alcaldesa. Ella se ci?e a un guion nada te¨®rico y muy efectivo en torno a lo que m¨¢s le avala: ?Qui¨¦n se acuerda de la corrupci¨®n? ¡°Vine a ofrecer una Administraci¨®n limpia y sencilla. Hoy, a las empresas que act¨²an para el Ayuntamiento, no se les pide nada porque no hay nada que pedir. Hemos demostrado que se puede ser honesto en pol¨ªtica¡±.
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