La Generalitat obligar¨¢ a la UAB a nuevos recortes por su d¨¦ficit
La rectora Margarita Arboix asegura que reducir¨¢n gastos principalmente en mantenimiento

La Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) deber¨¢ aplicar un nuevo plan de ajuste para equilibrar sus cuentas. As¨ª le obliga la normativa despu¨¦s de haber cerrado 2018 en n¨²meros rojos, con un desfase de 3,2 millones, que se a?adir¨¢n a los 65 de d¨¦ficit acumulado que arrastra el campus. La rectora Margarita Arboix reconoce que ya est¨¢n elaborando el plan, pero le quita hierro asegurando que la cifra del d¨¦ficit no es muy elevada y que recortar¨¢n gastos, b¨¢sicamente, de mantenimiento. ¡°No tocaremos la docencia ni la investigaci¨®n¡±, asegura tajante la rectora.
Los nuevos recortes se sumar¨¢n a los que ya se aplican desde el gran tijeretazo de la financiaci¨®n de la Generalitat en 2011. El presupuesto del campus, que en 2010 toc¨® techo con 340 millones, cay¨® a los 285 millones en 2013, pero este a?o se ha recuperado hasta los 322, principalmente debido al aumento de ingresos por investigaci¨®n y del coste de personal. Ello se ha traducido en ocho a?os de ajustes que han afectado, por un lado, a la imposibilidad de invertir en los edificios. ¡°En la facultad de Educaci¨®n hab¨ªa goteras y cuando llov¨ªa no se pod¨ªa hacer clases. Hemos tardado mucho tiempo en poder repararlo. En Pol¨ªticas no nos caben los estudiantes. Los edificios tienen 50 a?os, necesitan un mantenimiento. Necesitar¨ªamos ocho millones anuales y solo recibimos dos¡±, ejemplifica la rectora.
La plantilla es otra de la damnificada por los recortes. De los docentes jubilados, solo han podido reponer adecuadamente el 50%. Para el resto, han recurrido a asociados (profesionales de la empresa privada que imparten clases puntuales y espec¨ªficas). Desde el sindicato CGT critican que este colectivo ha crecido un 30% en los ¨²ltimos tres a?os. ¡°La docencia se est¨¢ traspasando a este colectivo, que est¨¢ asumiendo asignaturas troncales y cargos de coordinaci¨®n cobrando unos 450 euros¡±, se queja su responsable Ermengol Gassiot. La rectora lo admite y lo achaca a la imposibilidad de contratar personal. ¡°Tenemos que hacer la docencia. Pero tal como te lo ponen te obligan a hacer una ilegalidad¡±, admite la rectora.
Asimismo los sindicatos destacan la falta de reposici¨®n de algunos elementos inform¨¢ticos o de laboratorio. ¡°Tambi¨¦n recortamos en limpieza. Si antes pasaban tres d¨ªas a la semana, ahora solo lo hacen uno¡±, apunta Juan Montesinos de CC OO.
El problema de las cuentas de la UAB se basa en dos patas: la primera ¡ªextensible al resto de campus¡ª es que no reciben el dinero suficiente para hacer frente a los incrementos salariales de los trabajadores desde 2017, que fue del 1% y del 1,9 y del 2,2% en los a?os sucesivos. Esto ha hecho que el cap¨ªtulo 1 del presupuesto de la UAB, el que corresponde a los gastos de plantilla, se haya incrementado desde 2017 al actual en 19 millones (un 9,3% m¨¢s) hasta los 221 millones. La segunda pata, explica Arboix, es un cambio en el modelo de financiaci¨®n de las universidades que perjudic¨® especialmente a la Aut¨®noma. Tampoco ha ayudado el encarecimiento de las facturas: el a?o pasado pagaron medio mill¨®n m¨¢s de electricidad por el aumento del precio de la luz.
Fondos congelados
Peri¨®dicamente los campus lanzan un grito de alerta asegurando que su situaci¨®n financiera es ¡°insostenible¡± y de que los recortes los est¨¢n dejando al l¨ªmite. Esta semana lo han vuelto a hacer, poniendo el foco en la congelaci¨®n, desde 2017, de los fondos que reciben de la Generalitat, fijados en 760 millones, muy lejos de los 900 que recib¨ªan al inicio de la crisis. Para costear el aumento de los salarios, el Govern asegura que est¨¢ buscando la forma para insuflar a los campus este a?o 42 millones adicionales.
?Pero por qu¨¦ solo la UAB declara d¨¦ficit? La rectora admite que los n¨²meros rojos de 2018 han sido, en cierto modo, intencionados. ¡°Pod¨ªamos haber cerrado en equilibrio y mover un par de millones del remanente de tesorer¨ªa, como se ha hecho en otras ocasiones. Pero el Consejo Social se plant¨® y se neg¨® para hacer aflorar la situaci¨®n. Ten¨ªamos que demostrar que estamos haciendo bien las cosas y no podemos aguantar m¨¢s. Ya hemos hecho recortes suficientes¡±.
Cuando Arboix habla de ¡°hacer bien las cosas¡± se refiere a que todos estos a?os la Aut¨®noma de Barcelona se ha centrado en eliminar la deuda hist¨®rica con los bancos que arrastran los campus desde hace dos d¨¦cadas a ra¨ªz de la construcci¨®n de los parques tecnol¨®gicos. El de Bellaterra arrastraba 58 millones, que se han quedado en 4 actualmente. ¡°Tenemos un parque saneado. Pod¨ªamos no haber pagado a los bancos y hubi¨¦ramos tenido m¨¢s liquidez. Es lo que han hecho otras universidades. No s¨¦ qu¨¦ opci¨®n es la mejor, pero nosotros decidimos esto¡±, defiende Arboix.
Cuentas fr¨¢giles en todas las universidades p¨²blicas
Hoy ha sido la aut¨®noma, pero ma?ana podemos ser nosotros. Se te disparan un par de partidas y ya haces d¨¦ficit", admite el gerente de la Universidad de Barcelona, ?scar Escard¨ªbul, sobre la situaci¨®n que viven las universidades en Catalu?a. La infrafinanciaci¨®n y los recortes han sido comunes a las siete universidades p¨²blicas, pero ha golpeado con dureza a las tres grandes, Universidad de Barcelona (UB), Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) y Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC), que a la vez son las que m¨¢s d¨¦ficit hist¨®rico acumulan. "Tienes que decir no a todo, invertimos el 10% de lo que necesitan los edificios, tenemos cornisas con redes, goteras, climatizadores sin funcionar o ascensores para minusv¨¢lidos que tardan mucho a instalarse", abunda Escard¨ªbul, que a pesar de todo puede presumir de cerrar 2018 con un ligero super¨¢vit y haber reducido el d¨¦ficit acumulado de 82 millones en 2008 a 45.
M¨¢s crudos son los balances de la UPC, que no ha logrado atajar los 104 millones de d¨¦ficit acumulado, aunque hace tres a?os que sortea los n¨²meros rojos anuales recortando gastos y gracias al aumento de ingresos por la investigaci¨®n. Su gerente, Xavier Mass¨®, reclama la implicaci¨®n de la Generalitat. "Todos estamos de acuerdo con subir los salarios, pero las universidades tenemos que saber de d¨®nde sacamos el dinero".
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