La entrada en escena de Artur Mas agita la refundaci¨®n del PDeCAT
El expresidente busca reorganizar el espacio neoconvergente neutralizando la influencia de Carles Puigdemont
La aparici¨®n en escena del expresidente de la Generalitat Artur Mas, el pasado mi¨¦rcoles, para intentar calmar las aguas en el espacio pol¨ªtico de la extinta Converg¨¨ncia es el ¨²ltimo episodio de tres a?os de altibajos en el Partido Dem¨®crata Catal¨¢n (PDeCAT). Con resultados electorales adversos ¡ªla p¨¦rdida del 51% de sus votos en ocho a?os en las elecciones generales¡ª y unos comicios catalanes sin fecha pero que nadie descarta, dentro del partido ven necesario reorganizar filas, aunque difieren en el c¨®mo. Mas abri¨® la puerta a ser candidato a la Generalitat pero su objetivo, de momento, es neutralizar la influencia de Carles Puigdemont.
Ser¨ªa la segunda refundaci¨®n en tres a?os de la que fuera la formaci¨®n hegem¨®nica en Catalu?a de la mano de Jordi Pujol. ¡°Esta es la ¨²ltima oportunidad o el partido se rompe en dos¡±, explica uno de los alcaldes que logr¨® revalidar su cargo en las pasadas elecciones municipales y que forma parte de los defensores ac¨¦rrimos del proyecto PDeCAT. El momento es tan cr¨ªtico que, salvo los mensajes de unidad, los que comentan respecto a qu¨¦ deber¨ªa pasar exigen el anonimato. El tiempo de obturaci¨®n de la nueva foto convergente es tan largo que cualquier movimiento ser¨ªa mal le¨ªdo. Nadie quiere quedarse fuera.
El partido vive el estr¨¦s constante entre el entorno de Puigdemont, que quiere entregarle al expresidente huido de la justicia espa?ola el control total de la formaci¨®n, y la actual direcci¨®n, encabezada por David Bonveh¨ª. El pasado ciclo electoral fue irregular para los neoconvergentes. El PDeCAT, bajo la marca Junts per Catalunya, solo logr¨® superar la barrera del mill¨®n de votos en las europeas, con Puigdemont de cabeza de cartel. En las municipales perdi¨® cinco puntos porcentuales con respecto a 2015. La diferencia fue abismal, por ejemplo, en Barcelona. El expresidente obtuvo 197.000 votos mientras que Elsa Artadi, la n¨²mero dos de la candidatura encabezada por Quim Forn, logr¨® 60.000 y perdi¨® cinco concejales.
Los ¨²nicos alcaldes neoconvergentes que resistieron en sus cargos fueron los que hicieron una campa?a centrada en lo municipal y no la centraron en las reivindicaciones del discurso de Puigdemont. Su resultado, creen, les da fuerza para exigir cambios. ¡°Ha quedado claro que la organizaci¨®n y la gesti¨®n del partido tiene que hacerse desde Catalu?a y no desde Waterloo¡±, concluye otro alcalde.
La corta vida del PDeCAT ha estado llena de zozobras pol¨ªticas, organizativas y econ¨®micas (lleva dos ERE). Tras la decisi¨®n de poner fin al partido de Pujol, el 8 de julio de 2016, las discusiones internas por el nuevo espacio no finalizaron con la fundaci¨®n del PDeCAT. En cosas tan b¨¢sicas como el nombre ¡ªun 30% de los asociados no quer¨ªa enterrar a Converg¨¨ncia¡ª o como la forma en que finalmente qued¨® estructurada la direcci¨®n. Mas termin¨® designando a la moderada Marta Pascal como coordinadora ante el descontento de sectores como Moment Zero, abiertamente independentista y que ahora rodea a Puigdemont.
Puigdemont lleg¨® a la presidencia de la Generalitat por designaci¨®n del propio Mas, que sufri¨® el veto de la CUP para ocupar el cargo. Poco despu¨¦s empez¨® a exigir m¨¢s peso dentro del partido. No solo como referente moral, sino que quiso cada vez m¨¢s tener control sobre las decisiones. Ah¨ª top¨® con Pascal. Pero el PDeCAT segu¨ªa sin encontrar su rumbo y tuvo que doblegarse ante sus caprichos. Puigdemont tuvo carta blanca para hacer las listas de cara a las elecciones catalanas del 21-D, convocadas bajo el amparo del art¨ªculo 155. Puigdemont cre¨® la marca Junts per Catalunya, que sin embargo es propiedad del partido. La lista, que finalmente gan¨® en el bloque soberanista, ten¨ªa m¨¢s independientes que militantes.
Los choques con la coordinadora subieron de voltaje. Puigdemont cre¨®, junto con el diputado en prisi¨®n preventiva Jordi S¨¤nchez, la Crida Nacional, otro partido ¡°ni de derechas ni de izquierdas¡± cuyo ¨²nico programa es lograr la independencia para presionar la rendici¨®n del PDeCAT. D¨ªas despu¨¦s, en lo que ten¨ªa que ser una asamblea program¨¢tica, Pascal fue defenestrada.
Presi¨®n a Puigdemont
Curiosamente, otra vez el 30% de los asistentes se opusieron a los planes del expresident. ¡°Fue m¨¢s un tema de formas que de fondo, era cerrar en falso el problema¡±, cree un alto cargo de la Generalitat. Mas no defendi¨® a ninguna de las partes. Puigdemont volvi¨® a tener carta blanca para hacer las listas de las generales, locales y europeas. El caso de la candidatura para las Cortes fue especialmente significativa. Puigdemont sacrific¨® a personas del perfil moderado como el veterano Carles Campuzano y puso a su abogado, Jaume Alonso-Cuevillas. Para el Senado puso a su amigo personal y quien le acompa?¨® en su huida por Europa, Josep Maria, Jami, Matamala.
Mas y Puigdemont se sentaron en Waterloo el pasado mi¨¦rcoles para intentar encajar las piezas del espacio neoconvergente. Los roces entre el PDeCAT, la Crida, Junts per Catalunya (y lo que opinan los pol¨ªticos presos) es constante, pues conviven personas de espectros muy distintos y que incluso no se identifican con lo que tradicionalmente Converg¨¨ncia significaba. ¡°El problema es que ahora no sabemos qu¨¦ somos¡±, explica un cuadro del partido, cercano al actual presidente David Bonveh¨ª.
El PDeCAT tiene la implantaci¨®n territorial y la maquinaria. La Crida no tiene representaci¨®n institucional. Y Junts per Catalunya es una marca que tiene 6.000 cargos electos en Ayuntamientos, el Parlament y el Congreso. El c¨®ctel de todos podr¨ªa sentar las bases de un nuevo partido. Pero desde las filas neoconvergentes ven con terror c¨®mo ERC engrasa la m¨¢quina para las pr¨®ximas elecciones catalanas mientras ellos est¨¢n perdidos en peleas de partido. De ah¨ª que la aparici¨®n de Mas, que todas las partes han pedido, sea vista con buenos ojos.
¡°Vendr¨¢ a organizar el partido pero no a liderarlo. Le da pereza¡±, asegura vehementemente un antiguo colaborador. El expresident, cuya inhabilitaci¨®n para ocupar cargos p¨²blicos acaba el pr¨®ximo febrero, fue buscado por significados militantes del PDeCAT al considerar que era la ¨²nica persona con la autoridad moral suficiente para hablar con Puigdemont y plantearle la necesidad de reorganizar las filas y repartir los roles.
Mas, responsable de la consulta independentista del 9-N, fue cr¨ªtico con algunas decisiones tomadas por Puigdemont. Por ejemplo, haber dejado caer al Gobierno de Pedro S¨¢nchez. ¡°Hay un gran desacuerdo con las formas¡±, agrega esa misma fuente. Entre la militancia hay confianza en Mas aunque su receta para agrupar el espacio neoconvergente parezca de otro tiempo: la convergencia.
La carrera para liderar Junts per Catalunya
En su reuni¨®n del pasado mi¨¦rcoles, Artur Mas y Carles Puigdemont optaron por comenzar el camino de convertir la marca Junts per Catalunya en un partido. La gobernanza ser¨¢ el principal escollo. Hay un pacto, seg¨²n revel¨® Ara, de hacer una nueva direcci¨®n a partes iguales entre el partido y los afines a Puigdemont. El consejero de Interior, Miquel Buch, muy cercano a Jordi Turull, ya ha dado el paso para pilotar este ¨®rgano. "Si el partido, si los militantes, si los asociados creen que mi perfil es bueno para tirar adelante esta situaci¨®n o este momento que vivimos podemos llegar a hablar", dijo ayer en RAC-1.
En la carrera tambi¨¦n est¨¢n Elsa Artadi ¡ªque no ha dejado su acta en el Parlament y es partidaria de Puigdemont¡ª y ?ngels Chac¨®n, consejera de Empresa y pr¨®xima a los alcaldes ganadores del PDeCAT.
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