El FIB cumple 25 a?os con sobrepeso brit¨¢nico

Una ardilla podr¨ªa cruzar hoy Espa?a de festival en festival y no necesitar¨ªa tocar el suelo. Pero no siempre fue as¨ª. Hace un cuarto de siglo, los hermanos Jos¨¦ Mor¨¢n y Miguel Mor¨¢n, que gestionaban la madrile?a sala Maravillas, se aliaron con Luis Calvo (del sello Elefant) y Joako Ezpeleta (de la revista Spiral) para idear una cita de tres d¨ªas, a semejanza de esos grandes festivales brit¨¢nicos. Lo hicieron en Benic¨¤ssim. ¡°Suelo parafrasear a Lennon al hablar de Elvis, diciendo que antes del FIB no hab¨ªa nada¡±, comenta Jorge Mart¨ª, cantante y compositor principal de La Habitaci¨®n Roja, para referirse a un fin de semana que ¡°se convirti¨® en un lugar al que peregrin¨¢bamos grupos, sellos, prensa, programadores y p¨²blico¡±. Su grupo ha actuado all¨ª en seis de las 24 ediciones, y ha perdido la cuenta de las ocasiones en las que acudi¨® como p¨²blico.

¡°Surgi¨® casi de forma inconsciente y como punto de encuentro de la industria, tras la resaca de la Movida y dando voz a esa regeneraci¨®n¡±, cuenta Jos¨¦ Mor¨¢n que, junto a su hermano, traspas¨® la gesti¨®n al brit¨¢nico Vince Power en 2009, quien a su vez lo hizo a Melvin Benn en 2013. Mor¨¢n dirige ahora el festival madrile?o Para¨ªso, pero se extiende sobre un proyecto que lo fue todo para ¨¦l durante 15 a?os. Por algo el FIB es de los pocos festivales espa?oles que tienen su propia mitolog¨ªa y liturgia: la tradicional sesi¨®n de dj de Aldo Linares, el vals multitudinario con el que se cierra su escenario principal; el c¨²mulo de an¨¦cdotas en torno a su pista de karts; el agujero por el que se colaron decenas de personas en su primera edici¨®n o el vendaval y aguacero que destrozaron su escenario principal y que a punto estuvieron de sepultar a los escoceses Urusei Yatsura en pleno concierto... Hay un par de documentales sobre su trayectoria, e incluso una novela, Siempre nos quedar¨¢ el FIB, escrita por el mallorqu¨ªn Pau Forner.

¡°El primer a?o me cambi¨® la vida, y desde entonces me sube la adrenalina desde que llego al recinto por la carretera nacional y veo el escenario ya montado¡±, relata Miguel ?ngel Sancho, un ingeniero agr¨®nomo de Alcanar (Tarragona), de 45 a?os, que no ha faltado ni a una sola de las ediciones. La cita de Benic¨¤ssim es casi una religi¨®n para un pu?ado de mel¨®manos que han crecido con el festival, que han conocido all¨ª a gente esencial en sus vidas, que han ido formado incluso una familia sin faltar a ese fin de semana de julio, antes en agosto. El libro Manual del perfecto festivalero (2015), de Jorge Ob¨®n y Gerardo Cart¨®n, trazaba un baremo de los principales festivales estatales, y en un apartado tan intangible como es el de ¡°la magia del recinto¡±, el FIB figuraba entre los primeros. Es el peso de la historia. Por mucho que en el discreto cartel de esta nueva edici¨®n (del 18 al 21 de julio) nada haga pensar que se trata de un se?or 25 aniversario.

Hay un bagaje, unas infraestructuras m¨¢s que consolidadas y un know how que se han curtido a lo largo de todo este tiempo, y que fueron mod¨¦licos para los que vinieron despu¨¦s. ¡°Hacer entender a los pol¨ªticos que era un negocio que generaba riqueza tangible y una promoci¨®n intangible, no fue f¨¢cil¡±, confiesa Jos¨¦ Mor¨¢n. ¡°Hoy hasta hay una marca auton¨®mica, Musix, que promociona los festivales en Fitur¡±. Benic¨¤ssim fue un destino elegido ¡°casi por azar¡±, un acuerdo primero tramado con el entonces alcalde socialista, Francesc Colomer (hoy dirige la Ag¨¨ncia Valenciana de Turisme) y luego con el consistorio popular de Alejandro Garc¨ªa, ya en 1995. ¡°Al principio lo cuestion¨®¡±, hasta que vieron que ¡°el p¨²blico que asist¨ªa era respetuoso y gastaba su dinero en la localidad¡±. La consolidaci¨®n lleg¨® en 2000, con los patrocinios, recuerda Mor¨¢n. ¡°El primer gran triunfo, irrebatible, fue ¡°en 2002, con Radiohead, nuestro primer sold out, con el que empezamos a recibir cr¨ªticas muy buenas de medios ingleses o franceses: en el NME est¨¢bamos en el top 10¡±, agrega.

Un aniversario sin derroches

El festival lleva algunos a?os enrocado entre grandes reclamos brit¨¢nicos y el intento por recuperar a ese p¨²blico espa?ol que fue desertando hace una d¨¦cada, y al que en ¨²ltimas ediciones se ha apelado con una combinaci¨®n de nuevos sonidos urbanos e indie de nuevo cu?o. La inclusi¨®n de Vetusta Morla como cabezas de cartel del domingo, por encima incluso de viejos conocidos que nunca fallan, como los brit¨¢nicos Franz Ferdinand, encajan en esa clave. Carolina Durante, La M.O.D.A., Cari?o, Novio Caballo, La Zowi, Cora Novoa, Alien Tango, Kokoshca, Cupido, Mueveloreina, Disco Las Palmeras! o Sole¨¢ Morente con Napole¨®n Solo completan la n¨®mina nacional. Habr¨¢ pop, rock, trap, hip-hop, electr¨®nica y dj's, una f¨®rmula que hace malabares entre los intereses del veterano y el reci¨¦n incorporado. Entre los cabezas de cartel, dos exclusivas: Lana del Rey, con su vaporosa propuesta vintage, por primera vez en el FIB, y los ya habituales Kings of Leon, ambos en sus dos ¨²nicos conciertos este a?o en Espa?a. Las guitarras furibundas llevar¨¢n la firma de Ezra Furman, Black Lips, The Big Moon o los imprescindibles Fontaines D. C., mientras que los ritmos y rimas de AJ Tracey, Action Bronson, Mavi Phoenix, Krept X Conan u Octavian demostrar¨¢n lo fuerte que pega en el Reino Unido la confluencia entre hip-hop, grime e incluso trap. ?Posibles revelaciones? Yellow Days, Cherry Glazerr, Gerry Cinnamon o Gus Dapperton. Y en terreno de fen¨®menos comerciales ingleses, los siempre interesantes The 1975 por encima de The Hunna, Gorgon City o You Me At Six.

¡°Ver a P. J. Harvey a metros de distancia gritando eso de Lick My Legs, I¡¯m On Fire, o a Richard Hawley con las apote¨®sicas Run For Me y Valentine o a Primal Scream reventando el escenario principal en varias ocasiones¡± son algunos de los mejores recuerdos de Jorge Mart¨ª. En 2008 coincidieron en una misma edici¨®n Leonard Cohen y Enrique Morente en un momento inolvidable.

Mor¨¢n se queda con ¡°el concierto memorable de Bj?rk en 1998¡± o ¡°el de P. J. Harvey en 2001¡± y recuerda que el FIB, en 1996, ¡°ya mezcl¨® pop con electr¨®nica con toda naturalidad, con la presencia de Chemical Brothers y Orbita¡±. ¡°Los que abrimos entonces mercado ¨¦ramos nosotros junto al S¨®nar¡±, afirma. Sancho describe como ¡°un bombazo¡± cuando, cursando sus estudios en Lleida, escuch¨® a Julio Ruiz dar la noticia de la primera edici¨®n por Radio 3: ¡°Me pillaba entonces el Melody Maker o el New Musical Express, dej¨¦ el libro y me levant¨¦ temblando de la silla¡±, rememora.

Mucho han cambiado las cosas desde entonces. El festival estuvo a punto de no celebrarse en 2013, por un concurso de acreedores, y aunque en los ¨²ltimos a?os ha remontado algo el vuelo, habr¨¢ qu¨¦ ver su afluencia. A una semana del inicio a¨²n quedaban habitaciones libres en Benic¨¤ssim, algo inaudito desde hace dos d¨¦cadas.

Analizar el FIB desde la situaci¨®n actual es ¡°como cuando comparamos a TVE y sus audiencias en los 80 con la televisi¨®n hoy, con much¨ªsima competencia y unos h¨¢bitos de consumo muy distintos, con Netflix, HBO o YouTube¡±, sostiene Mart¨ª. Y a pesar de su tradici¨®n y buen hacer, ¡°es el cartel el que termina inclinando la balanza del p¨²blico¡±, a?ade.

Mor¨¢n no se ha vuelto a acercar por el festival desde que lo dej¨®: ¡°Es como cuando te encuentras con una antigua novia que ya est¨¢ casada y tiene hijos, tiene que pasar tiempo para tomar una cierta distancia¡±. En su momento lo dej¨® ¡°por agotamiento mental y f¨ªsico, despu¨¦s de 15 a?os muy duros¡±, y aunque no quiere ser cr¨ªtico ni irrespetuoso con el actual FIB, s¨ª que reconoce que su l¨ªnea hoy no es la que ¨¦l y su hermano Miguel hubieran desarrollado. ¡°Habr¨¢ que darles tiempo; necesitan tambi¨¦n una buena base de p¨²blico nacional¡±. Reconoce que la britanizaci¨®n (ha rozado el 70% del p¨²blico) empez¨® con ellos pero solo cobr¨® un impulso determinante en la ¨²ltima d¨¦cada.

Sancho sigue planificando su verano en torno al FIB. Asegura que nunca se ha sentido invadido, pero coincide con otras voces en que el futuro del festival pasa, ineludiblemente, por volver a incrementar la presencia del p¨²blico estatal. La experiencia dicta que, solo con p¨²blico brit¨¢nico, la cita de Benic¨¤ssim dif¨ªcilmente ser¨¢ sostenible.