De fascistas a reaccionarios
La asunci¨®n del discurso del odio y la insolencia de Trump, que lleg¨® como un 'outsider' y ahora tiene el partido a sus pies, denota la profunda crisis cultural y moral en curso
Al grito de ¡°?M¨¢ndala de vuelta!¡±, el partido republicano asume el racismo y la xenofobia como banderas de la campa?a de reelecci¨®n de Trump. El pensamiento reaccionario sigue progresando como instrumento auxiliar del desenfrenado neoliberalismo econ¨®mico. Y as¨ª se construyen los pilares de la evoluci¨®n hacia el autoritarismo para el control del malestar de unas sociedades fracturadas. Es cierto que la m¨²sica de Trump no es nueva en el partido americano, que siempre se ha movido en la franja m¨¢s org¨¢nica del pensamiento conservador ¡ªpatria, fe, familia. Pero la asunci¨®n del discurso del odio y la insolencia del actual presidente, que lleg¨® c¨®mo un outsider y tiene el partido a sus pies, denota la profunda crisis cultural y moral en curso. ?D¨®nde est¨¢ la derecha liberal americana?
Ya nos advirti¨® en su d¨ªa Karl Polanyi de que ¡°la idea de un mercado que se regula a s¨ª mismo es puramente ut¨®pica¡±. Esta utop¨ªa es hoy el principio de dominaci¨®n vigente. Es desde el estado de desconcierto que sus consecuencias generan, fruto de la dificultad de la pol¨ªtica para ofrecer alternativas a la ciudadan¨ªa cuando el poder est¨¢ en otra parte y la pol¨ªtica tiene cada vez m¨¢s una posici¨®n ancilar, que hay que ver el despliegue desacomplejado del pensamiento de extrema derecha en las democracias occidentales. ?Su raz¨®n de ser? La preparaci¨®n del autoritarismo postdemocr¨¢tico como recambio si la democracia liberal no sirve los intereses de las fuerzas que hoy gobiernan el mundo. Y, por ello, hay que evitar los t¨®picos tradicionales a la hora de dar respuesta a fen¨®menos como Trump o como el ascenso de la extrema derecha y su capacidad de abducci¨®n y destrucci¨®n de la derecha tradicional.
No es fascismo. El fascismo ha dejado secuelas por todos los territorios que ha pisado que, en determinados momentos brotan en manifestaciones diversas, pero, como dice Andreas Huyssen, hoy el fascismo ¡°es, a la vez, obsoleto y anacr¨®nico¡±. Estamos ante un rearme ideol¨®gico de retorno al pensamiento reaccionario que, como ha explicado Corey Robin, desde el d¨ªa despu¨¦s de la revoluci¨®n francesa recorre el mundo y ahora revive con caracter¨ªsticas propias, con la complicidad de buena parte de la derecha y ante la impotencia de la izquierda, d¨®nde la socialdemocracia no sale del colapso al que le llevaron las terceras v¨ªas.
Estamos ante un rearme ideol¨®gico de retorno al pensamiento reaccionario ante la impotencia de la izquierda
El fascismo ¡ªen todas sus manifestaciones¡ª era un proyecto revolucionario que, en palabras de Emilio Gentile, ¡°se considera investido de una misi¨®n de regeneraci¨®n nacional, se concept¨²a en estado de guerra contra los adversarios pol¨ªticos y trata de adquirir el monopolio del poder pol¨ªtico usando el terror, la t¨¢ctica parlamentaria y el compromiso con los grupos dirigentes, para crear un nuevo r¨¦gimen, destruyendo la democracia parlamentaria¡± con el objetivo de lograr una organizaci¨®n corporativa de la econom¨ªa, ¡°bajo el control del r¨¦gimen¡±. El pensamiento reaccionario actual no cuestiona el status quo econ¨®mico, asume por completo los principios del neoliberalismo: la desregularizaci¨®n de la econom¨ªa, la disminuci¨®n de la carga impositiva y el s¨¢lvese quien pueda como horizonte del sujeto econ¨®mico. Su objetivo es conquistar poder institucional a trav¨¦s de los mecanismos democr¨¢ticos y crear una cultura de sumisi¨®n y limitaci¨®n de derechos individuales para controlar el malestar social creciente.
En su horizonte de m¨¢ximos est¨¢ el autoritarismo postdemocr¨¢tico (apoyado en la supremac¨ªa en las redes sociales): formalismo democr¨¢tico de m¨ªnimos y dominaci¨®n ideol¨®gica. Por eso a medio plazo sus objetivos son claros: ortodoxia econ¨®mica neoliberal y revoluci¨®n cultural reaccionaria. Y en este contexto de Trump a Salvini, pasando por todas las variables conocidas, el discurso se basa en la construcci¨®n del enemigo, ofrecer los ciudadanos un culpable de sus males: los inmigrantes y los parias (de aporofobia habla Adela Cortina), las feministas, y los augures del cambio clim¨¢tico. Hay un refr¨¢n muy arraigado en Catalu?a que es expresi¨®n de esta actitud: ¡°De fora vindran i de casa ens treuran¡±.
El pensamiento reaccionario actual no cuestiona el status quo econ¨®mico, asume los principios del neoliberalismo
Contra estas figuras se construye un discurso ideol¨®gico que empalma con la historia del pensamiento reaccionario: orgullo nacional, patriarcado, organicidad, negaci¨®n de derechos individuales. Un programa que interpela a la derecha liberal y a la izquierda: callar o consentir es apuntarse al autoritarismo postdemocr¨¢tico. Y, en los ¨²ltimos tiempos, las restricciones de derechos en materia de inmigraci¨®n y libertad de expresi¨®n (delitos de odio, leyes mordaza), la tendencia a la judicializaci¨®n de la pol¨ªtica y la facilidad con que la derecha asume la agenda reaccionaria dan motivos para la sospecha.
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