Detenido 17 veces por gritar ante los juzgados
El TSJC proh¨ªbe a un hombre que lleva dos a?os y medio protestando ante la Ciudad de la Justicia que chille o insulte
Antonio D¨ªaz, de 50 a?os, es un hombre constante. Desde febrero de 2017, acude cada d¨ªa a la Ciudad de la Justicia de Barcelona. De las ocho de la ma?ana (¡°antes ven¨ªa a las siete¡±, dice) hasta las once y media, se pasea por la entrada de la sede judicial con una botella de agua. Es esencial para que no se le seque la garganta cuando empieza a gritar, con un vozarr¨®n que ya desear¨ªan muchos, en contra de jueces, fiscales y la justicia en general. Dos a?os y medio de protesta que ha llevado al l¨ªmite al Tribunal Superior de Justicia de Catalu?a (TSJC).
El 11 de junio, el organismo aprob¨® una resoluci¨®n que ordena que Antonio se ¡°abstenga inmediatamente¡± de protagonizar en las inmediaciones de los edificios judiciales ¡°actos que perturben la normal actividad, lo que incluye gritos o insultos a cualquier persona¡±. De no parar, se enfrenta a un delito de desobediencia. Desde que se hizo efectiva la resoluci¨®n, el pasado 8 de julio, Antonio ha sido detenido 17 veces por los Mossos d¡¯Esquadra, confirma una portavoz del TSJC.
¡°Me da igual que me detengan 10 ¨® 50 veces¡±, dice firme Antonio, en la puerta de los juzgados, a la espera de ser arrestado de nuevo. Antes protestaba acompa?ado de su padre. ¡°Pero le dio un infarto y est¨¢ delicado de salud¡±. Tambi¨¦n sol¨ªa desplegar una pancarta, que ha transformado en una camiseta blanca serigrafiada, en la que arremete contra el BBVA y contra las empresas Anticipa. Asegura que por su culpa tiene dos hipotecas que han acabado con el embargo de la casa de sus padres. Ese es el origen de su protesta y disgusto. ¡°La justicia est¨¢ podrida¡±, se puede leer por detr¨¢s en su camiseta.
Antonio D¨ªaz protesta por el embargo del piso de sus padres
La decisi¨®n del TSJC ¡ªque no niega la libertad de expresi¨®n de Antonio pero se?ala que no puede ¡°con sus gritos impedir que los jueces y funcionarios puedan trabajar con normalidad¡±¡ª es a ra¨ªz de un informe de la juez decana de Barcelona, Merc¨¨ Caso, sobre la ¡°grave alteraci¨®n del orden y del eficaz funcionamiento de la administraci¨®n de justicia¡±. La juez lamenta que ¡°innumerables magistrados y magistradas¡± se han dirigido a ella ¡°desde la indignaci¨®n¡± porque se permita la situaci¨®n ¡°sin que las fuerzas y cuerpos de seguridad¡± eviten ¡°el escarnio y el descr¨¦dito de la Administraci¨®n de Justicia¡± ante los ciudadanos. Y cuestiona si se actuar¨ªa igual si Antonio protestase en la plaza de Sant Jaume, donde tienen sede la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona.
La juez decana asegura que impide el trabajo normal de los funcionarios
El informe reitera que los ¡°gritos e insultos¡± no dejan trabajar con ¡°tranquilidad y normalidad¡± a quienes tienen el despacho que da a la calle donde se coloca Antonio. Y tambi¨¦n resume las ¡°expresiones ofensivas¡± que profiere, como ¡°jueces y fiscales sois unos cerdos¡±, ¡°que no trabaj¨¢is¡±, ¡°que proteg¨¦is a Pujol¡±. El TSJC habilita a Caso para que ¡°requiera formalmente los medios que considere oportunos¡± para que Antonio pare. Y los Mossos deben asegurar ¡°su estricto cumplimiento¡±, deteni¨¦ndolo si no obedece la orden de la juez decana.?
Antes de llegar a la actual situaci¨®n, se han intentado otras opciones. Los Mossos han abierto diligencias penales rechazadas por el juez, han contactado con los servicios sociales y se han reunido con Antonio para buscar una soluci¨®n. Tambi¨¦n se le ha ofrecido asistencia letrada gratuita. En L'Hospitalet tiene una causa abierta por injurias y calumnias, y un expediente por infracci¨®n de la ordenanza de civismo. Pero nada ha surtido efecto. Antonio quiere que le devuelvan la cl¨¢usula suelo de sus hipotecas. ¡°Dinero¡±, dicen fuentes del TSJC.
¡°Ni con el calabozo, ni con las multas, ni con la c¨¢rcel lo solucionamos¡±, grita Antonio a todo pulm¨®n, poco despu¨¦s de que la propia jueza decana entre por la puerta, sin que ¨¦l se le acerque. A pesar de sus gritos, ese d¨ªa los Mossos no le detienen. Antonio admite que ahora dice ¡°menos cosas¡± porque a la que se pone a gritar, le arrestan. Ya se ha acostumbrado al proceso. ¡°Me llevan a los calabozos del juzgado, me recibe el juez, no digo nada ni firmo nada y me voy¡±, cuenta.?Una portavoz del TSJC aclara que hay un proceso abierto contra ¨¦l y que las detenciones por desobediencia constan en la causa que dirime el conflicto. Antonio avisa: no piensa tomarse vacaciones en agosto
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