Cordura y humanidad, tambi¨¦n en el mar
Riccardo Gatti era presidente de OpenArms en Italia en 2019 y lleva diez a?os dedicado a rescates en el Mediterr¨¢neo y ha testificado en el juicio contra Salvini. Acusa a los dirigentes europeos de endurecer y deshumanizar su discurso contra personas migrantes y al Gobierno italiano de tratar de impedir que las ONG den testimonio de lo que ocurre en el mar Mediterr¨¢neo
Hoy se ha hecho por fin p¨²blica la sentencia del juicio en contra de Matteo Salvini, actual ministro de infraestructura de transporte italiano, investigado por haber impedido durante 20 d¨ªas el desembarco de las ciento sesenta y tres personas rescatadas por la ONG OpenArms, en agosto del 2019. Se le imputaban cargos por ¡°secuestro m¨²ltiple¡±. En el juicio, que ha durado tres a?os, se han escuchado m¨¢s de 40 testimonios, incluido el m¨ªo.
En 2019 yo era presidente y coordinador de operaciones de OpenArms en Italia. Y anteriormente hab¨ªa sido el capit¨¢n de uno de sus barcos de b¨²squeda y rescate.
Hoy, los jueces han decidido absolverle, algo que l¨®gicamente me provoca una profunda tristeza y desaz¨®n, pero independientemente del resultado de la sentencia, me gustar¨ªa compartir a trav¨¦s de estas l¨ªneas c¨®mo viv¨ª yo aquella experiencia. Mis compa?eros a bordo, entre los cuales estaba el capit¨¢n Marc Reig y la coordinadora de operaciones en el barco Anabel Montes, cuidaron de las personas despu¨¦s de haberlas rescatado, ped¨ªan a las autoridades italianas, seg¨²n marca la normativa internacional, el desembarco en un lugar seguro lo antes posible, para que los n¨¢ufragos pudieran acceder al cuidado f¨ªsico y psicol¨®gico que necesitaban y merec¨ªan. Personas que hu¨ªan de violencia y de un terrible sufrimiento, que hab¨ªan vivido experiencias terriblemente traum¨¢ticas.
Tambi¨¦n conozco de primera mano todo lo que ha pasado en los ¨²ltimos diez a?os en el mar Mediterr¨¢neo, puesto que me dedico a las labores de rescate desde el a?o 2015. Empec¨¦ en Grecia, con M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF). De ah¨ª pas¨¦ a trabajar con Open Arms, para volver m¨¢s tarde, ya siempre en el Mediterr¨¢neo central, a mis or¨ªgenes con MSF. En esta organizaci¨®n he sido, desde el a?o 2021, el responsable de las operaciones de rescate en el Geo Barents, barco que ha cesado sus operaciones recientemente debido a las leyes absurdas y sin sentido del Gobierno italiano. Esperamos volver al mar lo antes posible.
Lo que he visto en estos a?os ha sido lo m¨¢s bonito y lo m¨¢s tenebroso del ser humano. Lo m¨¢s bonito lo he encontrado en los profesionales con los que he trabajado y en las much¨ªsimas personas que hemos rescatado. Lo m¨¢s espeluznante lo he visto en la postura que demasiadas veces han tenido (y tienen) quienes est¨¢n en el poder, particularmente en los gobiernos de los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea y en la Uni¨®n Europea en s¨ª; en sus pol¨ªticas con respecto a las personas migrantes. A?o tras a?o, han ido endureciendo y deshumanizando su discurso, carg¨¢ndolo de violencia y de desprecio hacia personas que han sufrido actos de violencia inimaginables. En lugar de ofrecerles la protecci¨®n y la seguridad que necesitan y a la que tienen derecho, se les estigmatiza y se les maltrata. Muchas veces, incluso despu¨¦s de haber llegado a nuestras costas.
Despu¨¦s del terrible naufragio de Lampedusa en 2013, que se cobr¨® la vida de casi 400 personas, se activ¨® la ¨²nica operaci¨®n de rescate que ha sido puesta en marcha hasta ahora por un gobierno en la zona. Italia, a finales del 2013, puso en marcha la operaci¨®n de b¨²squeda y rescate Mare Nostrum, integrada por buques de la Marina militar italiana y financiada con fondos europeos. Sin embargo, las buenas intenciones duraron poco y, con el cierre de la operaci¨®n apenas un a?o despu¨¦s, ninguna otra iniciativa similar se puso en marcha. A partir de ese momento, las operaciones en el Mediterr¨¢neo central financiadas con dinero p¨²blico han estado ¨²nicamente destinadas al control de fronteras en el mar.
Quienes segu¨ªan entonces rescatando en el mar Mediterr¨¢neo eran los guardacostas italianos y los buques de las ONGs que hab¨ªan empezado a aparecer para cubrir el vac¨ªo y que se coordinaban directamente con los propios guardacostas de Italia. Sin embargo, a mediados de 2017, el Gobierno italiano empez¨® a dar los primeros pasos hacia la criminalizaci¨®n de la ONGs y a dar un giro de 180 grados a su discurso, criminalizando tanto a las ONG, como a las personas migrantes que trataban de alcanzar sus costas jug¨¢ndose la vida en el mar.
Desde aquel entonces, los diferentes Gobiernos que ha tenido Italia han impuesto e impulsado m¨²ltiples y muy variadas acciones en contra de los buques de las ONGs, todas ellas encaminadas a impedir su presencia en las zonas de rescate y a evitar que pudieran dar testimonio de lo que ocurre en el mar Mediterr¨¢neo.
La UE empez¨® a financiar a los guardacostas libios para que interceptaran en el mar a las personas migrantes y las devolvieran a Libia. Y ha seguido haci¨¦ndolo a pesar de su violento sistema de detenci¨®n y de bloqueo y de las conexiones, ampliamente documentadas, que tienen estos supuestos guardacostas con los traficantes de personas. Tampoco ha parecido importarles mucho, a la hora de seguir pagando este servicio, el hecho probado de que Libia no es un pa¨ªs que pueda ser considerado seguro, puesto que all¨ª los migrantes y refugiados sufren detenciones arbitrarias, condiciones de vida inhumanas y todo tipo de abusos y violaciones.
Quienes trabajamos en labores de b¨²squeda y rescate hemos sido testigos de las acciones abusivas por parte de las autoridades italianas en contras de los buques de las ONGs de salvamento y rescate. Hemos visto c¨®mo se les imped¨ªa desembarcar a personas necesitadas de protecci¨®n, violando de forma evidente y con una falta total de escr¨²pulos todo tipo convenciones y obligaciones internacionales. Hemos visto, una y otra vez, c¨®mo se las persegu¨ªa a trav¨¦s de inspecciones t¨¦cnicas indiscriminadas, cuya ¨²nica intenci¨®n era detener sus barcos y quitarlas de en medio.
Durante la era de la Covid, vimos tambi¨¦n como se impon¨ªan cuarentenas tras cada desembarque, sin que estas siguiesen las normativas vigentes en aquellos momentos.
Y luego, acciones constantes de desprecio hacia las personas que rescatamos. Recuerdo muy bien cuando el Gobierno Italiano empez¨® a poner en cuesti¨®n su vulnerabilidad, impidiendo y demorando el desembarque de estas una y otra vez. Sin embargo, las autoridades sanitarias italianas afortunadamente hicieron su trabajo, determinando que todas las personas rescatadas, por su mera condici¨®n de n¨¢ufragas, son vulnerables y tienen derecho a ser desembarcadas en un puerto seguro.
Para mantener a los rescatadores lejos del mar Mediterr¨¢neo, unas de las ultimas estrategias ha sido asignarnos puertos de desembarco lo m¨¢s lejanos posible a las zonas de rescate, oblig¨¢ndonos a acudir a ellos de forma inmediata tras llevar a cabo una operaci¨®n de salvamento, dejando as¨ª a la deriva, y sin ninguna otra opci¨®n, a quienes se encuentran en otras embarcaciones en apuros.
Durante el ¨²ltimo a?o, el Geo Barents ha pasado un total de seis meses navegando hacia esos puertos y volviendo de ellos. Y un total de tres meses, sumando los distintos periodos de detenci¨®n, amarrado en puerto por haber rescatado a m¨¢s personas de las permitidas o por supuestas irregularidades en el barco. La consecuencia directa de todo ello es que MSF ha tenido que dar por finalizadas, temporalmente, las operaciones de rescate de nuestro barco.
Ayer fue mi ultimo d¨ªa a bordo del buque. Desembarqu¨¦ y me vine a Palermo para la lectura de la sentencia en el juicio de hoy. Los c¨ªrculos, ya se sabe, al final siempre se cierran.
Como dec¨ªa antes, el veredicto de los jueces me resulta tremendamente desalentador, porque demuestra que los pol¨ªticos como Salvini, cuando est¨¢n en el poder, tienen capacidad para decidir el destino de personas que se est¨¢n enfrentando a numerosos peligros e incluso a la muerte, sistematizando, a trav¨¦s de sus pol¨ªticas, un desprecio absoluto por la vida de todas ellas.
Yo, si me permiten, voy a aprovechar estas fechas para pedirle a Pap¨¢ Noel, a los Reyes Magos, o a quien sea que venga estas fiestas a sus casas, que traiga algo de cordura y humanidad para quienes, con sus acciones, deciden qui¨¦nes viven y qui¨¦nes mueren. De este modo evitar¨ªamos que fueran los jueces, que ya est¨¢n muy ocupados con otras cosas, quienes tengan que aportarla.
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