Belleza en la tragedia de la esclavitud

En 2015 Jordi Savall cre¨® un espect¨¢culo, que se publicar¨ªa en un doble ced¨¦ acompa?ado de un deved¨¦ y un libro en varios idiomas, sobre Las Rutas de la Esclavitud. Entonces se centr¨® en ?frica, Portugal, Espa?a y Am¨¦rica Latina. Ahora ha recuperado tan magn¨ªfica idea y present¨® en el festival Grec una nueva versi¨®n centr¨¢ndose en Am¨¦rica del Norte y el Caribe, en la que solo se repiten cuatro canciones del anterior.

En realidad, lo escuchado en el Grec es solo la primera parte de esta nueva entrega; la segunda, un programa diferente, se presenta hoy en el Festival de Torroella de Montgr¨ª.

Savall reuni¨® a 27 m¨²sicos y un recitador. Y el resultado fue fascinante, solo ensombrecido por las lecturas torpemente declamadas por el actor Babou Cham. La palabra es vital en el espect¨¢culo: ser¨ªa de agradecer que el recitador se supiera el texto.

La obra comienza con una frase de Arist¨®teles que sigue conservando su vigencia 25 siglos despu¨¦s: ¡°La humanidad est¨¢ dividida en dos: los amos y los esclavos¡±. A partir de ah¨ª, Savall teje un conmovedor recorrido por los diversos estados de la esclavitud entremezclando espirituales negros y cantos de griots malienses con danzas peruanas, mexicanas y brasile?as. Dos horas de una m¨²sica que atrapa por su gran belleza y presentada como contrapunto estremecedor a la crueldad vivida por los esclavos que la cantaron.

Como ya suele ser norma en Savall, la puesta en escena y la interpretaci¨®n fueron impecables. Tal vez demasiado, en alg¨²n momento un poco de desmelene se hubiera agradecido, potenciando su poder comunicativo y su car¨¢cter popular. Chocaron algunas sorpresas est¨¦ticas, como una canci¨®n espiritual tan popular como Amazing Grace con viola de gamba y arpa barroca, pero r¨¢pidamente se olvidaban ante la belleza del resultado.

Destacaron por su frescura los del Tembembe Ensamble y, por su toque cristalino, casi hipn¨®tico, el int¨¦rprete de kora Ballak¨¦ Sissoko, que tuvo pocas ocasiones para mostrar su buen hacer. En Hesp¨¨rion XXI, algunos hist¨®ricos de peso como los int¨¦rpretes de arpa Andrew Lawrence King, flauta Pierre Hamon, sacabuche Daniel Lassalle o percusi¨®n Pedro Estevan. Savall toc¨® poco, pero control¨® con rigor el conjunto.

Pobre lectura del texto aparte, las nuevas Las Rutas de la Esclavitud de Savall son una obra importante tanto por su fondo, la tragedia que narran, como por su forma, la frescura de la m¨²sica escogida. Y en el Grec, fondo y forma triunfaron por todo lo alto.