¡°Nos equivocamos si la Lliga va de la mano del PDeCAT, Santi Vila o Convergents¡±

El esperado pistoletazo de salida de la Lliga Democr¨¤tica, el partido constitucionalista de matriz catalana, tuvo una ausencia importante. Una de sus promotoras, Eva Parera (Barcelona, 1973) no particip¨® en la firma ante notario el pasado mi¨¦rcoles y su nombre no aparece en la c¨²pula provisional que lidera la polit¨®loga Astrid Barrios. Desde la formaci¨®n, a¨²n pendiente del registro en el Ministerio de Interior, dicen que se acord¨® que nadie con cargo p¨²blico participara en la direcci¨®n. Pero Parera, concejal en Barcelona por la plataforma de Manuel Valls, aclara que su ausencia no fue gratuita.

¡°No ten¨ªa sentido estar presente cuando no tengo claro cu¨¢l es el camino que se va a seguir¡±, defiende. La abogada ¡ªex senadora de Uni¨®, exUnits per Avan?ar y cara visible de la la asociaci¨®n Catalunya Siglo XXI¡ª acepta que hay un debate abierto en la Lliga. Ella defiende una confrontaci¨®n clara con el independentismo. El sector que lidera Barrios, dice, no descarta llegar a un pacto con los independentistas en el Govern.

En las reuniones de los fundadores, dice Parera, surgi¨® la pregunta de si para romper el bloque independentista hay que dirigirse al votante secesionista. ¡°Es un error. Tenemos un Govern que solo habla para dos millones de catalanes y no podemos hacer despu¨¦s una propuesta solo para un segmento determinado. Lo que tenemos que hacer es un programa para todo el mundo, independientemente de qu¨¦ vota¡±, asegura.

¡°Hemos olvidado el contenido para estar hablando de los cargos¡±

La Lliga tiene la voluntad de presentarse a las elecciones catalanas y Parera cree que la oferta pol¨ªtica tiene que apostar por el largo aliento. ¡°Si hacemos una propuesta pensando solo en romper el bloque independentista nos estamos equivocando¡±, defiende. ¡°Hemos olvidado el contenido para estar hablando del continente, de los cargos, de si es un partido o no, Tendr¨ªamos que estar hablando de programa¡±, remacha.

La nueva formaci¨®n, que re¨²ne a personas venidas de las esferas de la extinta CiU y el PSC, busca principalmente seducir al votante catalanista, de centro derecha, que qued¨® hu¨¦rfano tras la deriva independentista de los neoconvergentes y la liquidaci¨®n de Uni¨®. Un espacio ideol¨®gico que varias formaciones han intentado cautivar, sin ¨¦xito. ¡°Tienen muchos complejos y no hablan claro¡±, cree Parera. ¡°Temen al que dir¨¢n, al insulto. Hay que decir lo que piensas, si la gente lo comparte te votar¨¢ o no. Y si ers coherente con las propuestas y pierdes, tendr¨¢s fuerza para volver a intentarlo¡±, defiende.

Los democristianos, sin Converg¨¨ncia y tras la escisi¨®n de Dem¨°crates, solo obtuvieron 103. 293 votos en las catalanas de 2015 (2,51% de los sufragios). Parera cree que el voto a Ciudadanos fue prestado y ahora muchos de sus votantes no saben a qui¨¦n apoyar.

¡°Desperdiciar el talento pol¨ªtico de Manuel Valls ser¨ªa un error¡±

El nuevo partido, cree Parera, est¨¢ llamada a colmar ese espacio ¡°hu¨¦rfano¡±. Pero es taxativa al hacer la lista de qui¨¦nes deber¨ªan ser los compa?eros de viaje. ¡°Si el proyecto es ir de la mano de gente del PDecat, Santi Vila o de Convergentes [partido de Germ¨¤ Gord¨®] yo no estar¨¦¡±. Y manda un mensaje a Lliures, la formaci¨®n que ve con m¨¢s posibilidades de encaje. ¡°No est¨¢n entendiendo que si quiere sumar en la Lliga se tiene que subsumir. No estamos aqu¨ª para hacerles m¨¢s fuertes o buscarles financiaci¨®n¡±.

A la pregunta de si Valls recalar¨¢ en la Lliga, Parera responde que la respuesta la tiene su jefe. Pero a?ade: ¡°Desperdiciar un talento pol¨ªtico como el de Valls es un error¡±. En toda la entrevista, Parera ha usado el plural cuando se refiere a la formaci¨®n de nuevo cu?o. ¡°No hay portazo¡±, justifica. ¡°Tenemos que seguir tratando de encontrar el camino. La direcci¨®n puede intentar buscar ese punto com¨²n, planteando objetivos y l¨ªneas rojas. O hacerlo a lo Albert Rivera e invitar marcharse a quien disiente, No creo que este sea el caso¡±, asegura.

?Y qu¨¦ hacer con los dos millones de independentistas? ¡°Su sentimiento es respetable, pero tenemos que ser capaces de transmitirles que lo que les prometieron no es viable. Los partidos pol¨ªticos no podemos gestionar sentimientos, es muy peligroso¡±, dice Parera.