La nueva violencia callejera que desborda Barcelona
Los Mossos crean un grupo espec¨ªfico para luchar contra las pandillas juveniles que act¨²an en el centro de la capital catalana
Viernes por la tarde de un d¨ªa de agosto en Barcelona. Un grupo de media decena de j¨®venes se abalanza contra un turista para quitarle el reloj en el paseo mar¨ªtimo de Joan de Borb¨®. Un mosso?de paisano llega a tiempo para cortar el paso a uno de ellos. El joven se resiste a la detenci¨®n y los dos, ladr¨®n y polic¨ªa, acaban con magulladuras. Al turista se lo llevan al hospital, probablemente con una mano rota. La polic¨ªa recupera el reloj, que est¨¢ roto, pero el resto de la pandilla se ha esfumado del lugar, entre ellos, tambi¨¦n el autor material del robo.
Esa es la delincuencia que deben abordar los Mossos d¡¯Esquadra en Barcelona. ¡°Es un nuevo paradigma. Son manadas de j¨®venes que van a cazar¡±, explican fuentes policiales, que les atribuyen buena parte del aumento de los robos violentos que se cometen en el centro de Barcelona (unos 40 al d¨ªa teniendo en cuenta los que se producen en la calle, en establecimientos y los tirones). ¡°Es su forma de vida¡±, a?aden.
La polic¨ªa catalana puso en marcha en mayo un equipo espec¨ªfico ¡ªbautizado como Poli¨¦drico¡ª que se dedica a seguir los pasos de estos j¨®venes, la mayor¨ªa migrantes no acompa?ados menores de edad y otros que ya han cumplido los 18 a?os. El an¨¢lisis de su trabajo arroja un top 22 de j¨®venes que acumulan de media 15 detenciones o denuncias, seg¨²n datos que se presentaron en la pasada Junta Local de Seguridad de Barcelona. Algunos de estos suman m¨¢s de 30 arrestos.
El grueso de la delincuencia son los? hurtos, unos 365 al d¨ªa
¡°Es muy dif¨ªcil actuar contra ellos¡±, explican fuentes policiales. No se pueden aplicar par¨¢metros habituales de ladrones con reparticiones de tareas, una m¨ªnima planificaci¨®n y estudio de su objetivo. O de los carteristas con experiencia que saben c¨®mo robar para evitar la violencia. Pululan por el centro de la ciudad y, cuando se les antoja, roban todos juntos. ¡°De un grupo de ocho, puedes atrapar a tres, quiz¨¢ ni siquiera son los autores materiales o no recuperas lo que han robado¡±, indican esas mismas fuentes. Eso complica objetivar la prueba de cargo contra ellos en los atestados y que se pueda lograr la prisi¨®n preventiva. Solo un 10% de los detenidos por robos violentos este a?o han entrado en prisi¨®n preventiva (165 de 1.529 detenidos hasta el 14 de agosto).
Solo un 10% de los detenidos por robos violentos entra en prisi¨®n preventiva
Los robos violentos en la calle generan gran inseguridad en Barcelona, pero son el 3,6% de todos los delitos (115.014 hasta junio, un 9% m¨¢s). El grueso de la delincuencia en la ciudad son hurtos (la mitad del total), con unos 365 al d¨ªa de media. Los robos con violencia en domicilio, en cambio, se han reducido un 16%.
Dos capitales con pocos homicidios
La delincuencia en Madrid y en Barcelona ha crecido en el primer trimestre del a?o, seg¨²n datos del Ministerio del Interior, en un 7,6% y un 12% respectivamente. Con poblaciones, extensi¨®n y presi¨®n tur¨ªstica distintas, los datos muestran que ambas tienen unas tasas de homicidios id¨¦nticas (0,6 por 100.000 habitantes), dentro de la media espa?ola, que es una de las m¨¢s bajas en Europa. La gran diferencia la marca el robo violento, con 312,9 por 100.000 habitantes en Madrid, frente a los 757,6 en Barcelona. Los expertos apuntan al turismo: por la capital catalana pasan 30 millones de visitantes al a?o entre quienes pernoctan y quienes est¨¢n solo un d¨ªa. El 22% de las v¨ªctimas de todos los delitos en la ciudad son turistas, explican fuentes policiales. En ambas ciudades, los hurtos suponen casi la mitad de todos los delitos que se cometen en sus calles.
¡°Barcelona tiene un problema y no se puede ocultar¡±, explica Josep Cid, coordinador de estudios de Criminolog¨ªa de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona (UAB). Pero considera que en el resto de Espa?a tambi¨¦n hay una ligera tendencia de aumento de delincuencia, con un 8,5% m¨¢s de robos con violencia hasta marzo, seg¨²n los datos del ¨²ltimo balance de criminalidad disponible del Ministerio del Interior. Tambi¨¦n crece la violencia sexual, pero los expertos lo atribuyen a un incremento de las denuncias por una mayor sensibilizaci¨®n.
Pero Barcelona lidera, con diferencia, los malos datos delincuenciales (2018 cerr¨® con un 17% m¨¢s de delitos). Cid no duda de que parte se debe a la ¡°degradaci¨®n de las condiciones de vida¡± en el barrio del Raval, en el centro de la ciudad (en Ciutat Vella se cometen la mitad de todos los hurtos y los robos violentos). ¡°Hay que hacer pol¨ªtica para evitarlo, luchar para que no se siga degradando y que los vecinos se impliquen¡±, insiste el coordinador de estudios de criminolog¨ªa. Y subraya lo delicado de que ¡°delinquir se vea como una oportunidad en el barrio¡±.
Diego Torrente, doctor en Sociolog¨ªa de la Universidad de Barcelona, asegura que no hay ¡°otro fen¨®meno crimin¨®geno alternativo que var¨ªe tanto como para explicar las cifras¡± de Barcelona que la llegada de menores migrantes, con un sistema de acogida ¡°desbordado¡± que intenta ¡°paliar la exclusi¨®n¡±. La mayor¨ªa no delinque, pero quienes lo hacen (12%) son muy reincidentes, seg¨²n datos de los Mossos d¡¯Esquadra.
¡°Es muy dif¨ªcil actuar contra estos grupos¡±, explican fuentes policiales
?Y por qu¨¦ no se nota en otras ciudades que tambi¨¦n reciben a estos j¨®venes? Torrente apunta a los ¡°des¨®rdenes ambientales y sociales que se superponen¡± en Barcelona, como el turismo o la venta ambulante, que ¡°han podido crear un entorno menos cohesionado, debilitando el control social informal¡±.
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