Avalancha en el estreno del AliExpress de ladrillo y hormig¨®n

"M¨¢s cerca que nunca¡±, rezaba el lema que portaban este domingo en sus camisetas una treintena de trabajadores de AliExpress, la competencia china al gigante estadounidense de las ventas electr¨®nicas Amazon.

Ha sido un d¨ªa especial: el del estreno. Revoloteaban de un lado a otro, como laboriosas abejas en torno a un panal, horas antes de que la primera tienda f¨ªsica de la compa?¨ªa china en Europa abriera? sus puertas en el centro comercial Xanad¨², en Arroyomolinos (suroeste de Madrid). Daban los ¨²ltimos retoques mientras fuera, unas 2.000 personas llegadas desde diferentes puntos de la Pen¨ªnsula esperaban ansiosas a que subieran la persiana, al mediod¨ªa en punto. Para los 500 primeros hubo premio. Algunos han dormido dos noches al raso para conseguirlo.

El interior del local, de 740 metros cuadrados, es un espacio di¨¢fano con expositores organizados por tem¨¢ticas. Aqu¨ª se vender¨¢n productos tecnol¨®gicos: m¨®viles, ordenadores, patinetes el¨¦ctricos y peque?os electrodom¨¦sticos de marcas reconocidas y de empresas chinas que quieren abrirse un hueco en Espa?a, el tercer pa¨ªs fuera de China en volumen de negocio, tras EE UU y Rusia, seg¨²n la compa?¨ªa.

En esta jornada inaugural, los productos compart¨ªan espacio con globos rojos y naranjas, los colores de la empresa. A pesar del ambiente festivo se evidenciaron algunas tensiones. Un chico se quej¨® con gestos ostensibles de que no pod¨ªa abandonar la cola para ir al ba?o porque perd¨ªa su lugar. Tuvieron que calmarle dos agentes de seguridad mientras crec¨ªa la expectaci¨®n. Las barandillas de la segunda planta del centro se quedaron peque?as para albergar a tanto curioso.

Los focos se centraron en David Cardero, un madrile?o de 34 a?os al que una pegatina le acreditaba como el primero de la fila. Lleg¨® el viernes a las nueve de la ma?ana. Ide¨® una lista con reglas b¨¢sicas para que la gente que iba apareciendo pudiese marcharse unas horas a casa sin perder su posici¨®n, como asegura que ha sucedido. ?l, sin embargo, no ha abandonado la zona. Ha dormido (poco) dos noches a las puertas de Xanad¨², ha comido lo que le han tra¨ªdo y ni siquiera se ha duchado en las ¨²ltimas 48 horas, todo para conseguir su premio. ¡°Yo quer¨ªa un patinete, pero no me dejan elegir el regalo. Me van a dar un m¨®vil, pero, sobre todo, me llevo una gran experiencia¡±, afirma Cardero mientras espera la apertura.

¡°Revalorizar Xanad¨²¡±

La locura ha ido creciendo por momentos. Un chorreo incesante de visitantes se agolpaba en la entrada del establecimiento convirtiendo el pasillo del centro comercial en intransitable. Todos quer¨ªan inmortalizar el momento con sus?smartphones. Los miembros de seguridad tuvieron que emplearse a fondo. ¡°Se?ora, esta no es la cola. La fila se crea por orden de llegada y hay cientos de personas esperando en el parking n¨²mero cinco¡±, explicaba un espigado agente a una mujer que trataba de hacerse hueco entre la multitud. V¨ªctor Santillana, de Velilla de San Antonio, opt¨® finalmente por marcharse. Demasiada gente. Volver¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. Mientras tanto continuar¨¢ haciendo sus pedidos por Internet, aunque ¡°tardan en llegar¡±.

Si la empresa tiene una raz¨®n para abrir este local es precisamente revertir esas percepciones negativas de los clientes (la compa?¨ªa ya experiment¨® con una tienda ef¨ªmera en noviembre de la mano de El Corte Ingl¨¦s).

Y lleg¨® el momento de subir la persiana met¨¢lica. Los visitantes respondieron con una estruendosa ovaci¨®n, como si de una afici¨®n que canta el gol de su equipo se tratase. La alcaldesa de Arroyomolinos, Ana Mill¨¢n (PP), reconoci¨® que la apertura supone una oportunidad para el municipio, ya que ayudar¨¢ a generar empleo y a revalorizar Xanad¨². Luego cort¨® la cinta de inauguraci¨®n. Por fin AliExpress se convert¨ªa en un servicio offline, es decir, una tienda de toda la vida.?

¡°Los 14 primeros de la cola van a recibir su regalo¡±, grit¨® Aitor Merino, responsable de electr¨®nica. Y as¨ª fue como Cardero y los peque?os Diego e Ian recibieron sus m¨®viles, Surat su patinete el¨¦ctrico y Jos¨¦ Daniel L¨®pez un dron para el que no tiene licencia. Luego fueron entrando uno a uno aplaudidos por los dependientes, que conformaron una fila, que les dieron la bienvenida chocando sus manos.

No todos los premiados estaban satisfechos con sus presentes. Afortunados como el propio L¨®pez o Diana Dub, de 20 a?os, se quejaban de que ten¨ªan poco valor para una espera tan larga. Otros, como Marta Pastor, de Getafe, estaban encantados con su reloj de pulsera, pero tambi¨¦n con haber hecho nuevos amigos. Los adolescentes Iv¨¢n y Alejandro recibieron una b¨¢scula por esperar 24 horas. Bromeaban con ella y afirman que la vender¨ªan.

¡°La afluencia ha superado con creces nuestras expectativas¡±, subray¨® Eduardo Pisa, director de operaciones de la compa?¨ªa. En su opini¨®n, la gente ha acudido porque ¡°quiere ver Aliexpress en un mundo f¨ªsico, aunque los regalos ayudan a dinamizar¡±.

A pocos metros, los visitantes guardaban una nueva cola para recibir un caf¨¦ gratis, la influencer Patrizienta y un s¨¦quito de seguidoras se hac¨ªan fotos en el photocall y comenzaban a caer las primeras compras.

¡°Las aperturas son un poco locura, pero poco a poco se normaliza¡±, afirmaba el cajero Jos¨¦ Manuel mientras cobraba unos auriculares. ?l solo ha sido contratado como apoyo para la apertura. Despu¨¦s de la inauguraci¨®n volver¨¢ a su tienda de m¨®viles habitual en Castell¨®n. La del centro comercial Xanad¨² se gestionar¨¢ con una veintena de empleados, aunque el n¨²mero final fluctuar¨¢ seg¨²n las necesidades del negocio. AliExpress espera que Madrid se convierta en su puerta al mercado europeo.