Soy una se?ora
La primera vez que me llamaron se?ora me pareci¨® duro. Pero lo importante no es la edad, es la actitud ante la vida
Recuerdo que la primera vez que me sucedi¨®, sent¨ª una punzada en el pecho. No s¨¦ si de sorpresa o de dolor. Iba caminando por la calle cuando, de repente, escuch¨¦ a alguien que estaba detr¨¢s de m¨ª chist¨¢ndome de forma insistente. Como no ten¨ªa la certeza de que fuera por m¨ª, pese a que no hab¨ªa nadie a mi lado, no me gir¨¦, hasta que fue un paso m¨¢s all¨¢: ¡°?Eh, se?ora, se- ?o- ra!¡±. Volv¨ª a mirar alrededor, deseando que hubiera alguien m¨¢s a quien pudieran estar dirigi¨¦ndose, pero solo estaba yo. No cab¨ªa ninguna duda, ¡°se?ora¡± era yo.
"Se?ora", repiti¨®, "que se le ha ca¨ªdo el guante". Con un nudo en la garganta le di las gracias, lo recog¨ª y me lo guard¨¦ en el bolsillo de nuevo.
?Qu¨¦ duro me pareci¨® entonces! Ahora, no. Vivir la vida implica cumplir a?os y eso es un regalo, no obstante, hay que saber encajarlo. Un buen d¨ªa, eres una joven que se cree moderna y a la ma?ana siguiente, te levantas y te has convertido en una se?ora. Pero ojo, eso no tiene solo que ver con la edad, sino con un sentimiento que nace muy adentro, se convierte en actitud de vida y se refleja no tanto en nuestro look como en nuestro comportamiento.
Ser se?ora (o se?or) es volverse un poco m¨¢s c¨®moda, que todo te parezca mucho l¨ªo, que no te guste que haya demasiada gente, que prefieras no volver muy tarde porque te encanta aprovechar la ma?ana (aunque despu¨¦s no hagas nada). Ser se?ora es que siempre haga mucho fr¨ªo o mucho calor y que, precisamente por eso, renuncies a la est¨¦tica para ir abrigad¨ªsima o remangada. Ser se?ora es que tengas alg¨²n achaque y, fundamental, que lo grites a los cuatro vientos, a pesar de que la noche anterior hayas estado perreando hasta abajo, porque ya no eres una ni?a, pero tampoco tienes cien a?os. Ser se?ora es que, a la m¨ªnima, te sientes y tambi¨¦n, me consta que esto puede parecer contradictorio, que te guste ir a andar un par de horitas con amigas y darle a la h¨²meda. Ser se?ora es que no te apetezca comer cualquier guarrada y que, sin embargo, te des tus caprichitos (puede que lo hagas todos los d¨ªas, ahora bien, t¨² sigues llam¨¢ndoles ¡°caprichos¡±, en lugar de ¡°dieta habitual¡±).
?Y qu¨¦ diferencia hay entre una se?ora del centro y una se?ora de barrio o de periferia? Pues que, salvo que trabajemos ah¨ª, ir la capital se convierte en algo especial. A m¨ª me toca ir a diario a la redacci¨®n en Madrid Madrid (en mi c¨ªrculo de amistades repetimos la palabra para que quede claro que hablamos de la almendra central), pero si voy en fin de semana, me sumo a ese esp¨ªritu de excursi¨®n, de excepcionalidad de mentirijillas y me arreglo. S¨ª, ser se?ora de extrarradio implica vestirse de domingo cuando subes a la capital, tirar de las galas que te pones en ocasiones especiales, del estilo que sean, pintarse el morro, sacar el bolso bueno y, por supuesto, hacerse fotos.
?Soy una se?ora? S¨ª, y a mucha honra.
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