La adaptaci¨®n valenciana al cambio clim¨¢tico
Es el momento de la acci¨®n. Se acabaron los discursos ret¨®ricos
Lo indic¨® hace unos a?os el Observatorio Europeo de Ordenaci¨®n del Territorio: la Comunidad Valenciana es un territorio con elevado grado de riesgo natural. Aqu¨ª coincide la posibilidad de que se desarrollen peligros naturales diversos (terremotos, lluvias torrenciales, sequ¨ªas, vientos fuertes, temporales mar¨ªtimos, tornados, granizadas intensas, olas de calor y de fr¨ªo) en un espacio geogr¨¢fico densamente poblado, especialmente en su franja litoral, y con actividades econ¨®micas de alto valor econ¨®mico (agricultura de exportaci¨®n, industria, turismo). No es nuevo.
A lo largo de la historia, sin tanta poblaci¨®n ni actividad, nuestro territorio vivi¨® episodios naturales extremos de gran impacto que alteraron las condiciones de vida, motivaron cambios de ubicaci¨®n de localidades, y ocasionaron p¨¦rdidas elevadas y m¨²ltiples fallecimientos. Ahora se ha vuelto m¨¢s complejo en su funcionamiento y, en ocasiones, se han ocupado espacios indebidamente bajo el eslogan de un supuesto progreso colectivo y el principio err¨®neo de que el espacio geogr¨¢fico pod¨ªa asumirlo todo.
Entre los a?os sesenta y el 2008, a?o del cese del ¨²ltimo ¡°boom inmobiliario¡± ¡ªmuy devorador de territorio valenciano¡ª, nuestro medio geogr¨¢fico ha vivido invasiones indebidas de espacios naturales y de los dominios p¨²blicos hidr¨¢ulico y mar¨ªtimo-terrestre, sin olvidar las agresiones a los paisajes culturales (huertas, vegas). Al principio porque no hab¨ªa normativa ambiental protectora y, despu¨¦s, porque se han buscado vericuetos para salt¨¢rsela y seguir haciendo barbaridades.
Durante d¨¦cadas, el territorio valenciano ha sido ¡°el espacio de lo posible¡±, especialmente en la franja litoral. Y ah¨ª est¨¢n ahora los efectos. Cierto es que han ido apareciendo leyes y planes con una nueva filosof¨ªa de tratamiento del medio natural, orientados a la protecci¨®n de valores territoriales, la reducci¨®n del riesgo y la sostenibilidad ambiental.
La apuesta por la herramienta de la ¡°infraestructura verde¡± es uno de los aciertos de los procesos de planificaci¨®n territorial en la Comunidad Valenciana durante los ¨²ltimos a?os. Pero surgen nuevos retos a los que debemos dar respuesta. El principal, el calentamiento clim¨¢tico, ha dejado de ser un tema de ¡°creencias¡± para ser, con datos cient¨ªficos concretos, una cuesti¨®n de ¡°evidencias¡±. Y nuestras acciones deben adaptarse a esta nueva realidad.
El clima valenciano ya no es el mismo que ten¨ªamos hace tres d¨¦cadas. Se ha vuelto menos confortable y algo m¨¢s extremo, m¨¢s arriesgado para sus habitantes. Es un efecto de este calentamiento que, adem¨¢s, aqu¨ª adquiere singularidad propia por la subida de temperatura en nuestro mar.
La adaptaci¨®n a este nuevo escenario debe implicar a todos los sectores y agentes administrativos, econ¨®micos y sociales. El cambio clim¨¢tico actual, de causa antr¨®pica, va a ser el gran eje de pol¨ªticas que gu¨ªe la labor de las Administraciones en las pr¨®ximas d¨¦cadas. Si no se entiende as¨ª, mal vamos.
La Comunidad Valenciana debe crear un organismo transversal, una agencia de cambio clim¨¢tico, con competencia administrativa plena y capacidad para la coordinaci¨®n de pol¨ªticas. Hay ejemplos de estas agencias en Europa, Jap¨®n y Australia, y en alguna autonom¨ªa, como el Pa¨ªs Vasco, que est¨¢n dando excelentes resultados. No hay que inventar nada nuevo. Y ya se ha perdido mucho tiempo en los discursos y planteamientos previos. En mi opini¨®n, las escalas regional y local son b¨¢sicas.
Generalitat y Ayuntamientos deben elaborar diagn¨®sticos en sus ¨¢mbitos territoriales que sirvan para elaborar programas concretos de adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico y a los extremos atmosf¨¦ricos asociados. No es s¨®lo una cuesti¨®n de modelo energ¨¦tico, aunque sea una acci¨®n necesaria. Hay muchas m¨¢s, y m¨¢s importantes. La actual Estrategia Valenciana de Cambio Clim¨¢tico es un buen documento de partida, pero precisa m¨¢s objetivos de tipo territorial y de una apuesta decidida por su implementaci¨®n, con presupuesto real.
Planes territoriales como el Patricova o el Pativel son ejemplos de acciones de adaptaci¨®n integral en la buena direcci¨®n, con normativa concreta para una ocupaci¨®n racional del territorio. La propia Estrategia Territorial Valenciana con sus indicadores de capacidad de carga es otro buen ejemplo como hacer las cosas. Pero en nuestro territorio hay mucho ocupado indebidamente y ahora nos toca buscar soluciones para que la poblaci¨®n y las actividades sometidas a un alto riesgo ante los efectos del calentamiento clim¨¢tico actual y los episodios extremos, que ya est¨¢n siendo m¨¢s frecuentes e intensos, no causen m¨¢s perjuicios.
El reciente informe Peseta de la Comisi¨®n Europea sobre los efectos del cambio clim¨¢tico en la econom¨ªa europea se?ala que de no hacer nada en los pr¨®ximos a?os, a partir de 2040 la p¨¦rdida econ¨®mica en el PIB regional de los territorios ribere?os del Mediterr¨¢neo ser¨¢ del 2% anual. Es una barbaridad de millones, que podr¨ªan emplearse en pol¨ªticas p¨²blicas. Sin mencionar las v¨ªctimas humanas que, como hemos comprobado en el ¨²ltimo episodio de gota fr¨ªa de septiembre, siguen ocurriendo.
Por tanto, es el momento de la acci¨®n. Se acabaron los discursos ret¨®ricos y los esl¨®ganes electorales para quedar bien sobre medioambiente y cambio clim¨¢tico. Toca arremangarse y trabajar en serio. En una acci¨®n compartida entre pol¨ªticos, t¨¦cnicos de las Administraciones, cient¨ªficos y sociedad civil. Ya no caben soluciones ¨²nicas. Ser¨¢n necesarias medidas estructurales, de ordenaci¨®n racional del territorio y de educaci¨®n para el riesgo en los niveles b¨¢sicos de la ense?anza. Sin descuidar la inversi¨®n en el sistema de gesti¨®n de las emergencias ya existente, que ha demostrado su eficacia y resulta ser uno de los mejores de Europa.
Las medidas estructurales tendr¨¢n que solucionar problemas muy graves que se dan, especialmente, en las proximidades de r¨ªos, ramblas y barrancos, y en la primera l¨ªnea de costa. Y por supuesto tendr¨¢n que ser actuaciones ambientalmente poco impactantes y adaptadas a la realidad clim¨¢tica valenciana que no entiende de per¨ªodos de retorno. Se acab¨® la era del ¡°hago lo que quiero en mi municipio porque tengo mayor¨ªa absoluta¡±. El territorio, el medio natural, est¨¢ por encima de las decisiones pol¨ªticas, especialmente cuando son arbitrarias y ponen en riesgo vidas.
La Ley de Costas reformada en 2013 hay que modificarla en lo que ata?e a la prolongaci¨®n de concesiones en el dominio p¨²blico mar¨ªtimo-terrestre. Fue una barbaridad su ampliaci¨®n casi hasta finales del presente siglo sin tener en cuenta el nuevo contexto clim¨¢tico. Esto es una competencia estatal, pero desde aqu¨ª debemos liderar la batalla para su modificaci¨®n. Tenemos muchos kil¨®metros de costa y varios de ellos ocupados indebidamente en sus primeros metros.
Son s¨®lo algunas propuestas para el cambio que debe experimentar la pol¨ªtica y la Administraci¨®n en este nuevo contexto de riesgo ambiental. El cambio clim¨¢tico es un problema muy serio. Pero debemos entenderlo tambi¨¦n como una oportunidad para la sociedad y la econom¨ªa valenciana. Una oportunidad de cambio, de mejora de nuestra manera de entender la relaci¨®n con el territorio; de comenzar, en suma, a hacer las cosas mejor, con criterios de sostenibilidad, racionalidad y sensatez. Se acabaron los ¡°pelotazos¡± a costa del territorio. Algunos empresarios valencianos din¨¢micos y modernos, con visi¨®n europea, as¨ª lo han entendido, y van por delante con inversiones en esta adaptaci¨®n.
La sociedad civil valenciana ha demostrado, tambi¨¦n, desde hace a?os gran madurez y elevado compromiso en la defensa de nuestro patrimonio ambiental y cultural. Y la ciencia valenciana est¨¢ comprobando a diario, con rigor y datos, la evoluci¨®n del calentamiento clim¨¢tico y sus efectos. S¨®lo queda la acci¨®n pol¨ªtica, imprescindible para liderar este proceso, para ser locomotora de este trascendental cambio. Y ya no queda mucho margen. Adaptarse o adaptarse. Cuanto antes mejor. Ah¨ª est¨¢ el reto.
Jorge Olcina es catedr¨¢tico de Geograf¨ªa de la Universidad de Alicante.
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