Conversaciones con S¨®focles
En tiempos de Twitter y Telegram, de tanta catarsis colectiva que se expresa malamente, o sin rumbo, en las calles, qu¨¦ bien har¨ªa o¨ªr a los tr¨¢gicos del mundo antiguo en la lengua viva de hoy

Me dije: ¡°Basta de estar pendiente de las calles de noche en el barrio (vivo cerca de la Delegaci¨®n del Gobierno y del Departamento de Interior), en Urquinaona y en Via Laietana, y te vas a escuchar a S¨®focles¡±. Era lunes y desde entonces que no veo la tele, ni Betev¨¦ ni una serie, y me duermo, la mar de bien, con las nuevas versiones catalanas de las tragedias del cl¨¢sico. Las campanas habr¨¢n de sonar, durante d¨ªas, para celebrar este libro, a cargo de los traductores, poetas y profesores de teatro Joan Casas y Feliu Formosa, que pone a disposici¨®n de las gentes de teatro y de cualquier lector un S¨®focles que se puede decir con ductilidad ling¨¹¨ªstica como si fuera nuestro contempor¨¢neo: en verso, como fue escrito, y en registro noble y llano. La palabra tr¨¢gica viva. Un complemento maravilloso de las traducciones can¨®nicas del maestro Carles Riba, el poeta que las verti¨® en la colecci¨®n Bernat Metge en 1951 en un registro culto m¨¢s propio de la lectura que de la representaci¨®n esc¨¦nica.
Est¨¢bamos en la librer¨ªa Obaga, que tambi¨¦n es del barrio, unos cuantos, embelesados, al menos servidora, que tengo lagunas enormes en el conocimiento del mundo cl¨¢sico pero s¨¦ reconocer a una persona sabia cuando la tengo delante y cuando la leo. Suelen caracterizarse, las personas sabias, por la humildad en el trato y la generosidad de su saber. Los traductores Casas y Formosa ¡ªel poeta de envergadura que no para de dar recitales, suyos y sobre todo de maestros como Pere Quart, de quien la noche anterior hab¨ªa dado uno en Sant Cugat, ya tiene una edad pero sigue en la brecha de no permitir el olvido¡ª le hab¨ªan pedido a Jaume P¨°rtulas, helenista y experto en tantas cosas del mundo cl¨¢sico y de la traducci¨®n, en especial de Carles Riba, que los acompa?ara. Tard¨¦ un rato en captar el meollo: no contra Riba, nunca, jam¨¢s. Pero su S¨®focles no est¨¢ hecho pensando en los actores y actrices. Es as¨ª. Sus frases no pasan bien por el cuerpo de quienes deben decirlas en el escenario. Son, en cambio, un monumento literario de exigencia cultural.
S¨°focles. Trag¨¨dies ha sido editado por Comanegra y el Institut del Teatre. Los traductores han traducido mucho previamente pero no son helenistas y en cambio s¨ª expertos profesores de teatro, Casas de dramaturgia y Formosa de talleres de puesta en escena en los ¨²ltimos a?os, en los que ya ha representado algunos tr¨¢gicos en traducciones como esta. Una de Esquilo, con m¨²sica de B¨¦la Bart¨®k, que francamente me gustar¨ªa mucho ver. Joan Casas, poeta, narrador, traductor en diversas lenguas, en particular del griego moderno y ahora del cl¨¢sico, es otro sabio. Su pr¨®logo en este libro es una fuente de saberes explicados con precisi¨®n, erudici¨®n y sobre todo cercan¨ªa, colocando a S¨®focles ¡ªque fue un joven guapo que sab¨ªa de m¨²sica y danzaba¡ª a tu lado sin dejar de ser el gran poeta, sin trivializarlo.
Le pregunto si existe en lengua espa?ola, en la pen¨ªnsula, una traducci¨®n similar: reciente, en verso, pensada para el escenario de hoy, que re¨²na las siete tragedias del poeta m¨¢s difundidas y reconocidas como fundamentos culturales. ¡°Hasta donde s¨¦, no; las que conozco son en prosa¡±, dice, y me digo que debe ser que no existe o todav¨ªa no se ha publicado porque se est¨¢ haciendo.
Tampoco soy exactamente teatrera, tengo ah¨ª tambi¨¦n bastantes lagunas, pero S¨®focles conviene mucho estos d¨ªas. Hasta ahora, al menos en catal¨¢n, en sus representaciones se ha utilizado la versi¨®n en prosa de Riba ¡ªhizo las dos, en verso y en prosa¡ª o se ha encargado una de nueva, tambi¨¦n en prosa. En el S¨®focles de Casas-Formosa habla el tr¨¢gico en endecas¨ªlabos, los protagonistas, y en verso libre, el coro.
Los tr¨¢gicos griegos convienen mucho hoy, repito. ?Y cu¨¢ndo no?, dir¨¢n sus seguidores y lectores m¨¢s persistentes. Lo he pensado al leer las palabras de Havelock citado por Casas en el pr¨®logo de este libro fenomenal: ¡°Las tragedias griegas fueron compuestas en un estado de continua tensi¨®n psicol¨®gica entre las modalidades de la comunicaci¨®n oral y de la comunicaci¨®n escrita¡±. En tiempos de Twitter y Telegram, de tanta catarsis colectiva que se expresa malamente, o con rutinas ancestrales, o sin rumbo, en las calles, qu¨¦ bien har¨ªa o¨ªr a los tr¨¢gicos del mundo antiguo en la lengua viva de hoy, en las calles mismas si se quiere. En un modelo viable de expresi¨®n, en palabras de P¨°rtulas, que en catal¨¢n escasea en la traducci¨®n de los cl¨¢sicos pero que haberlo, haylo. Este libro precioso es una de sus pruebas. Lean y renueven fuerzas.
Merc¨¨ Ibarz es escritora y cr¨ªtica cultural
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