Sombras y luces en la Carmen Amaya de Olga Pericet

Olga Pericet es una excelente bailarina, elegante y sutil, con un vibrante zapateado, que descubrimos hace a?os en los montajes de Rafael Amargo, Poeta en Nueva Yok y El Amor Brujo que se ofrecieron en Barcelona. A partir de entonces ha realizado diferentes actuaciones en nuestra ciudad, en el Tablao Cordob¨¦s o en el Mercat de las Flors, en este ¨²ltimo en 2017 con Pisadas,espect¨¢culo que no convenci¨® por falta de una idea base que diera coherencia a la pieza. Olga Pericet (C¨®rdoba, 1975), Premio Nacional de Danza 2018, es hija de una notable saga de artistas reconocidos por la preservaci¨®n de la rica Escuela Bolera de la danza espa?ola. Pericet es una convincente bailaora que trenza clasicismo y contemporaneidad con arte en secuencias cortas de baile donde maneja con soltura las casta?uelas, pero no tiene la capacidad suficiente de expresar el flamenco en montajes de gran formato con una est¨¦tica contempor¨¢nea como ocurre con otros artistas como Israel Galv¨¢n, Mar¨ªa Pag¨¦s o Roc¨ªo Molina.

Su ambicioso montaje Un cuerpo infinito sobre Carmen Amaya, que se present¨® la noche del viernes en el Mercat de las Flors y que cuenta con numerosos artistas en escena, result¨® ca¨®tico e incomprensible. El asesoramiento en la dramaturgia de Roberto Fratini, autoridad en estas propuestas, no ayuda a llegar a comprender lo que pretende expresar la pieza de noventa largu¨ªsimos minutos de duraci¨®n, por presentar demasiadas ideas y demasiados conceptos.

El montaje se debate entre momentos brillantes y otros anodinos y muy aburridos. Los mejores, cuando brilla el electrizante zapateado de la Pericet, la mejor cualidad de esta bailaora y cuyos fragmentos fueron los m¨¢s aplaudidos.

En esta ocasi¨®n la artista ha contado con la colaboraci¨®n de los core¨®grafos Marco Flores, Rafael Est¨¦vez y Valeriano Pa?os que no consiguen dar un estilo coherente y global a la pieza. Los fragmentos que evocan la estancia de Carmen Amaya en Nueva York ti?en la pieza de comedia musical. Convincente la trompeta de Jorge Vistel y el cuarteto coral formado por Elvia S¨¢nchez, Elena S¨¢nchez, Mario M¨¦ndez y Sim¨®n Drago. Excelente la guitarra de Antonia Jim¨¦nez, el cante de Inma, la Carbonara y Miguel Lavi junto a la percusi¨®n de Paco Vega. El dise?o de vestuario de Maggie Rodr¨ªguez y de la propia Olga Pericet result¨® farragoso y poco apropiado para bailar. Un ejemplo es el fragmento en que los int¨¦rpretes van vestidos de astronautas. Un cuerpo infinito necesita un corte de tijeras y limitar su ambici¨®n.