Partidos de orden
PSOE y ERC pugnan por ser las formaciones que estabilicen sus respectivas esferas electorales, despu¨¦s de que el primero se haya pasado de frenada identitaria y el segundo se haya quedado corto en lo institucional
En la ¨²ltima d¨¦cada lo que ha sucedido en Espa?a en dos de las tres esferas electorales con comportamiento propio, m¨¢s que el fin del bipartidismo, es la desaparici¨®n de la figura del partido estabilizador del sistema. Un partido de orden que durante un per¨ªodo se convert¨ªa en algo parecido a un catch-all partyhasta que una circunstancia concreta (intervenci¨®n en Irak, crisis econ¨®mica) o el desgaste de gobernar (corrupci¨®n) acababa con su tiempo. PSOE y PP, es obvio, lo han sido en Espa?a. En Catalu?a, Convergencia i Uni¨® ejerci¨® como tal durante 23 a?os hasta que en la d¨¦cada de dos mil se entr¨® en una din¨¢mica diferente. En el Pa¨ªs Vasco, el PNV resiste seguramente ¡ªy sin ¨¢nimo de simplificar¡ª porque esta autonom¨ªa de momento padece menos las disrupciones socioecon¨®micas del presente. En las esferas electorales espa?ola y catalana, pues, frente a la eclosi¨®n de un multipartidismo no consolidado, PSOE y ERC pugnan por convertirse en los nuevos partidos de orden que las estabilicen.
El socialismo espa?ol comenz¨® esta andadura en febrero de 2019 con la convocatoria electoral para ganar terreno por la izquierda a Unidas Podemos y despu¨¦s de los comicios de abril para aprovechar el espacio abandonado por el escoramiento a la derecha de Ciudadanos. Este camino, con mirada constante a las encuestas, descoloca a quienes quieren entender al S¨¢nchez actual tomando de referencia al S¨¢nchez ganador de la moci¨®n de censura.
El PSOE no pretende ser el primer partido de la izquierda para plantear un esquema verdaderamente bipartidista a trav¨¦s de dos frentes (progresista vs. conservador) sino convertirse en un partido de orden como los de anta?o. Como parte de esta estrategia, su endurecimiento frente al independentismo y el discurso de una Espa?a integral ¡ªen la que el Estatuto de 2006 es un punto de llegada, no de partida¡ª pretende arrebatar a PP y Cs el terreno de la afirmaci¨®n de la espa?olidad desacomplejada (Ahora Espa?a).
Por su parte, ERC hace tiempo que ansia con relevar a CiU como partido de orden en Catalu?a. En estos ¨²ltimos a?os su oportunidad de conseguirlo ha aumentado por el desplazamiento a la izquierda del eje pol¨ªtico por la situaci¨®n econ¨®mica post-crisis y por la conversi¨®n del grueso del catalanismo al independentismo. Para conseguirlo tiene que convencer a una parte sustancial de los hijos y nietos del antiguo electorado pujolista y a los sectores m¨¢s catalanistas del PSC.
El PSOE pretende arrebatar al PP y a Ciudadanos el terreno de la afirmaci¨®n de la espa?olidad desacomplejada
Pese a estar en la pole position la efectividad de las estrategias electorales de ambos partidos es una inc¨®gnita. M¨¢s despu¨¦s del efecto distorsionador de la sentencia del Supremo y de la violencia callejera en Barcelona. La historia muestra como tras episodios de des¨®rdenes similares los beneficiarios son mandatarios de orden. Los casos paradigm¨¢ticos ser¨ªan Nixon y De Gaulle.
En cambio, estudios en sociedades con fuerte componente ¨¦tnico ¡ªpor ejemplo los realizados en la India (Iyer y Shrivastava, 2015)¡ª muestran como despu¨¦s de des¨®rdenes violentos, aquellos partidos que los jaleaban sacaban provecho de ellos. Con lo que formaciones como la CUP o, a la contra, m¨¢s beligerantes como VOX o Ciudadanos, podr¨ªan salir beneficiadas. Con lo que en una Espa?a con m¨²ltiples componentes nacionales cruzando el aspecto social elaborar un pron¨®stico resulta complejo y se abren m¨¢s preguntas que respuestas.
?En qu¨¦ medida la imagen proyectada por S¨¢nchez tras las noches barcelonesas ser¨¢ suficiente para que una parte sustancial de votantes le vea como un l¨ªder que puede estabilizar el sistema ganando para s¨ª una imagen cultivada por el PP? Tras la moci¨®n de censura, S¨¢nchez fue visto incluso por parte del independentismo posibilista como un Su¨¢rez que pudiese traer una soluci¨®n para Catalu?a, m¨¢s all¨¢ de mantener el statu quo. Hoy ya no es as¨ª y ese entorno lo asimila con un Negr¨ªn recentralizador. En la propaganda electoral socialista aparece 16 veces Espa?a por 4 Catalu?a. ?Puede ser demasiado incluso para un catalanista no-independentista?
La crisis econ¨®mica y el fallo del Tribunal Constitucional en 2010 han llevado al adelgazamiento del espacio catalanista no-independentista, con lo que los viejos esquemas sobre el comportamiento electoral catal¨¢n pueden haber cambiado. ?Hasta qu¨¦ punto la apuesta del PSC por no marcar perfil y actuar como la federaci¨®n catalana del PSOE, pese al partido independiente que es, conseguir¨¢ ara?ar votos de Ciudadanos? La apuesta del PSOE tomar¨¢ el pulso a la profundidad de este cambio.
Por otra parte, Junqueras y Aragon¨¦s han preferido no forzar la ca¨ªda del gobierno Torra para no ser acusados de traidores por el independentismo intransigente. ?Ser¨¢ suficiente para no perder votantes hacia los representantes de Junts per Catalunya pero, sobre todo, la CUP? Y, por el contrario, pese a haberse mostrado m¨¢s firmes y r¨¢pidos en reaccionar frente a las barricadas que los presidentes Torra y Puigdemont, ?bastar¨¢ para captar electorado moderado? Los dispuestos a abandonar el PSC o el postpujolismo a cambio de la defensa de un mayor autogobierno tangible, ?votar¨¢n la insistencia de un refer¨¦ndum que no se celebrar¨¢ o se quedar¨¢n en casa?
La noche del domingo sabremos si en el camino de erigirse como los partidos de orden de los respectivos sistemas, el PSOE se ha pasado de frenada identitaria y ERC se ha quedado corta en su perfil de partido institucional.
Joan Esculies es escritor e historiador.
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