¡°Hay gente que te mira y no sabe si eres el panadero o de qu¨¦ le suenas¡±
Despu¨¦s de ocho a?os como corresponsal en Mosc¨² y Washington, el presentador Carlos Franganillo ha vuelto a Madrid, su segunda casa despu¨¦s de su Oviedo natal
¡°Carlos, eres como de la familia, cada noche cenamos contigo¡±, le dice un transe¨²nte a Carlos Franganillo, director del Telediario verpertino y flamante ganador de un premio Ondas. Entre 1,5 y 2 millones de personas se informan mientras degluten a partir de las nueve de la noche, la voz de Franganillo, su mirada, les acompa?a. Despu¨¦s de ocho a?os como corresponsal en Mosc¨² y Washington, ha vuelto a Madrid, a la que considera una segunda casa despu¨¦s de su Oviedo natal, donde naci¨® en 1980. Su prosodia al natural es tan fluida como en la tele y resulta un tipo muy cercano, en efecto, como de la familia.
?C¨®mo se meti¨® en el periodismo?
Yo quer¨ªa hacer cine, desde el colegio ya hac¨ªa peque?os cortos, por ejemplo, una peque?a versi¨®n de La naranja mec¨¢nica. Con los a?os me fui enfocando en el periodismo, quiz¨¢ por hacer pr¨¢cticas en medios. Al final hacer reportajes tiene que ver con el cine: contar historias de manera audiovisual, pero con elementos de realidad.
Comenz¨® a surcar el mundo como enviado especial.
Entr¨¦ en la casa en un turno muy duro, para Los Desayunos de RTVE, en el que llevaba un horario al contrario que todos mis amigos y ten¨ªa que ir a hoteles a hacer curas de sue?o. Pero fue como un curso intensivo, yo casi no sab¨ªa nada de tele. Luego me mandaron a Internacional, que es lo que m¨¢s me interesaba, y donde, por golpes de suerte, acab¨¦ cubriendo historias como la de los mineros chilenos, en 2010.
Vaya histori¨®n. Estuvieron 69 d¨ªas atrapados bajo tierra.
Fue una noticia de alcance mundial y que ten¨ªa todos los componentes para ser una gran aventura: un esfuerzo humano incre¨ªble y un final feliz. Para m¨ª fue un gran salto. Y de rebote: no pod¨ªan ir los corresponsales en la zona y me enviaron a m¨ª, tuve que preparar la maleta con prisa e irme para all¨¢.
Y de ah¨ª a Mosc¨². ?C¨®mo es la vida de un corresponsal?
Tiene cosas buenas, la autonom¨ªa para proponer temas y organizarte por tu cuenta. Lo malo es que la familia est¨¢ lejos, sobre todo cuando ocurren desgracias. Pero es un privilegio de trabajo.
?C¨®mo se encontr¨® en Rusia?
Pues llegu¨¦ en una ¨¦poca muy fr¨ªa y oscura del a?o y sugestionado por los prejuicios de las pel¨ªculas: los esp¨ªas, las mafias, ves gente hostil por todas partes. No hablaba ruso y pensaba que la cajera del supermercado me iba a amenazar de muerte al cobrarme las zanahorias.
Menudo aterrizaje.
Ya, pero luego los compa?eros de la oficina me arroparon mucho y los rusos resultaron ser m¨¢s parecidos a los espa?oles que los estadounidenses, muy an¨¢rquicos, sin horarios. En Mosc¨² ves cosas sorprendentes a cada paso, me gusta m¨¢s su ambiente que el de Nueva York. Luego hay zonas que permanecen como cuando exist¨ªa la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
A los estadounidenses les frecuent¨® en su corresponsal¨ªa en Washington. ?C¨®mo son?
Todo lo contrario: haci¨¦ndote cumplidos y sonriendo, y yo me preguntaba ¡°?De qu¨¦ se r¨ªen?¡±. Me resultaba inquietante. Washington me choc¨® por su tranquilidad, casitas bajas, poco tr¨¢fico, horarios muy estrictos, no se ve ostentaci¨®n a pesar de las clases sociales. Fue un cambio radical en ese sentido. Pero le saqu¨¦ mucho partido, sobre todo teniendo ni?os, cerca de la naturaleza.
?C¨®mo es cubrir la pol¨ªtica estadounidense?
Llegu¨¦ cuando le quedaban dos a?os a Obama y viv¨ª el cambio a Trump, fue una ¨¦poca muy intensa. La campa?a electoral que fue rupturista, con la aparici¨®n de Trump como una especie de personaje que ven¨ªa a mover el cotarro y acab¨® de presidente. Un fen¨®meno muy interesante, sobre todo vi¨¦ndolo en otras zonas del pa¨ªs por las que viajamos: all¨ª entendimos c¨®mo un l¨ªder populista ten¨ªa esa fuerza, tambi¨¦n a nivel global.
?C¨®mo fue el regreso a Madrid?
Me propusieron venir a presentar el Telediario de la noche. Yo ya estaba pensando volver y me parec¨ªa un buen proyecto. Echo de menos hacer m¨¢s reportajes, pero veo una progresi¨®n en este a?o, lo estamos refinando, tratando de salir m¨¢s del plat¨®, contar las cosas mejor. Madrid me encanta, he visto cambios para bien aunque tambi¨¦n problemas como las subidas de los alquileres o la gentrificaci¨®n. Es algo que he visto en muchas ciudades.
?No le abruma hablar a millones de espa?oles cada noche?
Nunca tengo la sensaci¨®n de estar haci¨¦ndolo cuando hablo a la c¨¢mara, adem¨¢s yo soy muy t¨ªmido. En los ¨²ltimos meses, noto que me reconocen m¨¢s por la calle, aunque no tengo una vida social muy activa. Hay gente que te mira y no sabe si eres el panadero o de qu¨¦ le suenas.
?Es cierto que se puede presentar en ropa interior?
Nosotros no podemos, porque ahora salimos de pie. Pero he visto presentar en ba?ador en alguna tele peque?a.
?C¨®mo lidiar con Trump?
Franganillo nunca hab¨ªa estado tan estresado como tras la victoria de Donald Trump. "Era una presi¨®n enorme: te despertabas con 10 tuits de este se?or que hab¨ªa que interpretar. Luego ya empezamos a ver algunos c¨®digos y l¨ªneas de actuaci¨®n. Ha tenido gran visi¨®n para ver c¨®mo funcionamos ahora, c¨®mo funcionan el clickbait, las fake news, la estridencia... Y ha sabido explotarlo, pervirtiendo el discurso p¨²blico".
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