El Rec de Igualada ense?a la piel

Son las 10 de la ma?ana del mi¨¦rcoles y un gran n¨²mero de personas hace cola para entrar en una tienda de ropa en el barrio del Rec de Igualada. No es un establecimiento al uso, sino una antigua curtidur¨ªa convertida durante cuatro d¨ªas en un escaparate de moda, y los que est¨¢n esperando tienen una motivaci¨®n extra: quieren aprovechar los grandes descuentos que las marcas aplican en este festival, que ha situado la capital de la comarca barcelonesa de la Anoia en el radar de muchos catalanes. El Rec Experimental Stores es un acontecimiento que se celebra dos veces al a?o y convierte este antiguo barrio de curtidur¨ªas en un circuito de moda, dise?o y cultura. La edici¨®n actual, que se puede visitar hasta el s¨¢bado, ense?a la piel del barrio con la apertura de una curtidur¨ªa en activo y dos antiguas, una de las cuales convertida en museo.

Cuando hace 10 a?os un grupo de igualadinos que ten¨ªan sus estudios en el barrio del Rec busc¨® una f¨®rmula para mostrar el patrimonio industrial de su ciudad, ni se imaginaban que el Rec.0, como bautizaron la primera edici¨®n, llegar¨ªa al d¨¦cimo aniversario convertido en una de las citas de moda m¨¢s masivas de Catalu?a, atrayendo a m¨¢s de 100.000 personas en solo cuatro d¨ªas. Para celebrar el hito, esta edici¨®n quiere invitar a conocer un poco m¨¢s el pasado y el presente de esta zona de actividad industrial que limita con el r¨ªo Anoia.

La historia se puede descubrir con la visita guiada a la curtidur¨ªa Cal Granotes, convertida en museo. Se trata de una construcci¨®n del siglo XVIII que revela c¨®mo se trabajaba antiguamente la transformaci¨®n de pieles crudas en cuero. La antigua curtidur¨ªa conserva las dos plantas caracter¨ªsticas: la ribera, donde se remojaban, pelaban, descarnaban y curt¨ªan las pieles; y el tendedero, donde se secaban, se estiraban, se engrasaban y se pul¨ªan. Parte de estos procesos se pueden intuir en Cal Salat, otra curtidur¨ªa antigua que est¨¢ abierta estos d¨ªas y se caracteriza por un techo de volta catalana, muy utilizada en las industrias del Rec porque la intensa humedad y salinidad de estos espacios no permit¨ªa instalar vigas de madera ni de metal.

Esta manera de trabajar sigue viva en Curtits Badia, pero con una maquinaria y una depuradora que no tienen nada que ver con las herramientas del pasado. Su gerente, Xavi Badia, ha abierto las puertas de esta f¨¢brica que sirve pieles de alta calidad para marcas internacionales de moda de lujo, mayoritariamente de Par¨ªs e Italia, pero tambi¨¦n de Estados Unidos y China. Activa desde el 1889, Curtits Badia ¡°reaprovecha un subproducto del sector c¨¢rnico¡±, remarca Badia, en lo que califica como ¡°la industria m¨¢s antigua de la econom¨ªa circular¡±.

El 85 % de las pieles de Curtits Badia se exportan y mayoritariamente acaban dando forma a bolsos y zapatos de firmas exclusivas, lo que convierte Igualada en un referente mundial de la piel de alta calidad. La empresa cuenta con unos 22.000 metros cuadrados repartidos en varias naves en este mismo barrio, donde se realizan los diferentes procesos: desde estabilizar las pieles, para frenar el proceso de putrefacci¨®n, hasta tintarlas y engrasarlas para conseguir los acabados que piden los clientes, de los que no quiere revelar ning¨²n nombre por un compromiso de confidencialidad. Badia explica que en los ¨²ltimos 10 a?os el negocio ha crecido exponencialmente: han pasado de 60 a 230 trabajadores, facturan actualmente 50 millones de euros al a?o y sirven unos 4.000 metros cuadrados de pieles al d¨ªa.

Xavi Badia es la cuarta generaci¨®n de una familia de peleteros, que empezaron a finales del siglo XIX haciendo curtici¨®n vegetal para suelas de calzado y, con la aparici¨®n de las m¨¢quinas de vapor, tambi¨¦n elaboraban las correas de las m¨¢quinas. Este fue un oficio que dio forma e impulso al barrio del Rec, donde hay el cl¨²ster de piel m¨¢s importante de Espa?a y el m¨¢s antiguo de Europa. Con una longitud de 3.000 metros, las curtidur¨ªas cogen el agua de una esclusa del r¨ªo Anoia, y se han convertido en s¨ªmbolo de este territorio. Actualmente hay 28 empresas de este tipo, que emplean a unos 800 trabajadores.

El festival de moda del Rec quiere poner en valor la historia y el patrimonio de este barrio industrial de Igualada, apunta Ricard Vila, uno de los cofundadores. De hecho, este acontecimiento naci¨® para dar vida a unas f¨¢bricas que hab¨ªan quedado en desuso, y el compromiso de los impulsores es ¡°seguir ense?ando estas calles, patios y curtidur¨ªas hasta el d¨ªa que renazca y est¨¦ cuidado y con vida¡±. Hasta ahora, han visto c¨®mo se han instalado algunos estudios y un restaurante, como el Somiatruites, del chef David Andr¨¦s, que hace poco ha estrenado un hotel.

Una d¨¦cada despu¨¦s, el barrio sigue siendo b¨¢sicamente industrial, pero el Ayuntamiento de Igualada estudia darle nuevos usos. Recientemente, con el apoyo de la Generalitat, se ha anunciado la intenci¨®n de redactar un plan director urban¨ªstico que permita convertirlo en un barrio h¨ªbrido, con m¨¢s actividades. Adem¨¢s, algunas curtidur¨ªas o parte de ellas se podr¨ªan trasladar a una nueva zona industrial. Es un ejemplo que las iniciativas ciudadanas tambi¨¦n contribuyen a transformar el entorno.

Moda rebajada, cultura gratis

El principal atractivo del Rec son las ofertas de moda. Un total de 80 marcas ofrecen sus stocks a precios radicalmente bajos. Se pueden encontrar productos de marcas deportivas como Adidas, Quiksilver, Vans, Converse, La Sportiva o Element; otros de moda como Mango, Antonio Mir¨®, Nice Things, Miriam Ponsa, Txell Miras o Gorni Kramer. Tambi¨¦n hay oferta de productos para el hogar de Textura, firmas infantiles como Yporqu¨¦, Say please, Petit Oh, 1 + in the family o Picnik Barcelona. Adem¨¢s, hay firmas de piel como Torras o Cuirum y proyectos m¨¢s peque?os como los jerseys reciclados de Iaios o las marcas que participan bajo el paraguas 080 Barcelona Fashion.

Solo esto ya es un atractivo que moviliza a personas de todas partes, es conocido entre los organizadores que mucha gente se coge el d¨ªa de fiesta para poder mirar todo el g¨¦nero que hay el primer d¨ªa. Pero el Rec no termina aqu¨ª, la agenda cultural, con tres escenarios de m¨²sica, y gastron¨®mica, con unos cuarenta foodtrucks, tambi¨¦n merece una excursi¨®n. En la edici¨®n anterior, pasaron por el festival m¨¢s de 100.000 personas.