Gaud¨ª gana dos nuevas im¨¢genes

Adolf Mas contaba que?Antoni Gaud¨ª era esquivo a la hora de que lo fotografiaran. Por eso busc¨® el momento en el que el arquitecto pasaba delante de su c¨¢mara para robarle una imagen suya.Pero al fot¨®grafo, quiz¨¢ por lo nervios, se le olvid¨® quitar la tapa del objetivo, por lo que Gaud¨ª pas¨® y Mas se qued¨® sin su fotograf¨ªa que se habr¨ªa sumado a las pocas fotograf¨ªas en las que los expertos coinciden que pertenecen al famoso arquitecto.

Por eso, la aparici¨®n de dos nuevas im¨¢genes de Gaud¨ª es una buena noticia, por m¨¢s que una, un carboncillo sobre papel, lo presente agonizante, tendido en una cama con una cruz sobre la almohada. Son los d¨ªas siguientes al fat¨ªdico accidente del 7 de junio de 1926 cuando el anciano de 73 a?os fue atropellado por un tranv¨ªa al cruzar, despistado, la Gran V¨ªa, siendo trasladado al Hospital de la Santa Creu donde muri¨® tres d¨ªas despu¨¦s. La otra, es una acuarela sobre transparencia que lo muestra alrededor de 1900 y por lo tanto m¨¢s joven, en la cincuentena, concentrado en su trabajo tirando l¨ªneas con ayuda de escuadras y cartabones, en una estancia que podr¨ªa ser su obrador de la Sagrada Familia.

Las dos obras son de Ricard Opisso, uno de los grandes dibujantes del modernismo catal¨¢n, que particip¨® en las tertulias de Els Quatre Gats. Opisso conoc¨ªa a Gaud¨ª desde peque?o, ya que entr¨® a trabajar en la Sagrada Familia en 1892. Los dos eran vecinos y al acabar la jornada laboral hac¨ªan el camino de regreso a sus casas juntos, por lo que su relaci¨®n fue siempre intensa.

Del Gaud¨ª agonizante se conoc¨ªa una fotograf¨ªa publicada el 11 de junio de 1926, al d¨ªa siguiente de morir, en la portada de La Publicitat ilustrando su necrol¨®gica. Opisso fue uno de los pocos que entraron a ver al moribundo, junto con el escultor Josep Llimona, los albaceas y alguno de sus ayudantes en la Sagrada Familia, como Matamala, que realiz¨® su m¨¢scara mortuoria. De la segunda imagen, no se ha localizado si se public¨® en alg¨²n medio.

No son las ¨²nicas piezas in¨¦ditas de la exposici¨®n Barcelona y Els Quatre Gats. Un giro hacia la modernidad que re¨²ne en la galer¨ªa Gothsland un total de 115 obras que hablan de la vida, la historia y la ¨¦poca del m¨ªtico lugar; lugar de reuni¨®n y tertulia de la mayor¨ªa de artistas barceloneses del momento. La muestra, que ya la han visto m¨¢s de 3.000 personas y estar¨¢ abierta hasta el 28 de febrero, permite ver obras de artistas como Ramon Casas, Pau Gargallo, Xavier Gos¨¦, Santiago Rusi?ol, Joan Cardona, Eliseo Meifr¨¦n, Joaquim Sorolla, Ismael Smith y Pau Roig, entre otros; la gran mayor¨ªa de colecciones privadas. Todas est¨¢n a la venta con precios desde los 300 al medio mill¨®n de euros; que vale una de las obras m¨¢s grandes: Enric Claras¨® en su taller, de Santiago Rusi?ol, una vista interior del primer Cau Ferrat, el otro epicentro del modernismo catal¨¢n que este a?o celebra el 125 aniversario. Entre medio, obras como el dibujo de Opisso de Gaud¨ª moribundo que ronda los 20.000 euros.

La exposici¨®n ¡°de car¨¢cter muse¨ªstico y gratuita¡± tiene otras ¡°peque?as joyas¡±, como explica el galerista Gabriel Pin¨®s. Entre ellas, el dibujo original de Ramon Casas del primer cartel de Els Quatre Gats donde aparece el propietario del local Pere Romeu sentado en la barra del local de espaldas y mirando hacia atr¨¢s; un dibujo que se public¨® en la revista P¨¨l i Ploma de 1900 y en el n¨²mero uno de la revista Arte joven, de 1901 impulsada por Picasso. Este dibujo, valorado en 60.000 euros es una de las tres obras que ya se hab¨ªan vendido antes de que abriera sus puertas la exposici¨®n. La ha adquirido un coleccionista privado. De Casas es otro in¨¦dito, un retrato de Vicente Bosch, propietario de la f¨¢brica An¨ªs del Mono, de 1897.

Pin¨®s asegura que, pese a que ha habilitado el doble de espacio que tiene habitualmente su galer¨ªa, han quedado muchas piezas para exponer, entre ellas una decena m¨¢s de obras in¨¦ditas que se podr¨¢n ver en los pr¨®ximos meses. A finales de a?o tambi¨¦n se dar¨¢ a conocer el ¡°no cat¨¢logo¡± de la exposici¨®n; un libro con varios art¨ªculos de investigaci¨®n sobre Els Quatre Gats y sus protagonistas. En este volumen tendr¨¢ mucho peso las memorias y diarios in¨¦ditos de Opisso en los que recogi¨® muchas de las vivencias de todos los artistas del momento, unos textos a los que Pin¨®s ha tenido acceso por primera vez.