Recitando mantras
El mandato democr¨¢tico es el que surge de un sistema de instituciones y normas vigentes, y su legitimidad surge de los procedimientos usados para crearlas y ejercerlas. No es un mandato ilimitado
Mantra es una palabra s¨¢nscrita que al parecer tiene como objetivo relajar e inducir a un estado de serena meditaci¨®n a quien lo recita. As¨ª pues, probemos.
El primer mantra seguir¨¢ pivotando sobre la idea de que lo que pasa en Catalu?a es un conflicto pol¨ªtico y que, como tal, no puede tener una soluci¨®n legal o judicial. Debajo de tan portentosa frase subyace la idea de que lo pol¨ªtico y lo jur¨ªdico no tienen nada que ver. Pues es justo lo contrario, en pol¨ªtica todo problema parte en un momento dado de una determinada situaci¨®n jur¨ªdica, un marco legal, de unas leyes que respetar (aunque sea para cambiarlas) y al final, tanto si el problema se resuelve como si no, tendr¨¢ encaje con una formulaci¨®n jur¨ªdica. Este mantra, que llevamos escuchando a?os y a?os, en realidad esconde por parte independentista un intento de evitar o ningunear toda perspectiva legal inc¨®moda para ellos. El presidente del Parlament, por ejemplo, enmascara la defensa de la libertad de opini¨®n de los parlamentarios con la supuesta legitimaci¨®n del Parlament como instituci¨®n para desobedecer al Tribunal Constitucional.
Un segundo mantra se ubica en el famoso ¡°sit and talk¡±. Es muy simple, ?hay que sentarse y hablar! ?Qui¨¦n puede estar en contra de una distendida conversaci¨®n? Aqu¨ª la trampa es muy burda. Consiste en que, al sentarse, las dos partes est¨¢n en pie de igualdad en t¨¦rminos de ¡°mandato democr¨¢tico¡±. Al proponer una charla ¡°entre iguales¡± se cae en la trampa de que se parte de cero, todos somos igualmente leg¨ªtimos, y de modo indirecto se propone que el encuentro sea ¡°a medio camino¡±.
Con mediaci¨®n internacional, o mareando la perdiz con la Uni¨®n Europea, que dijo que no. Por eso el se?or Torra, insiste una y otra vez en escenificar un tango de t¨² a t¨² con Pedro S¨¢nchez, quej¨¢ndose de que no se le pone al tel¨¦fono, mientras el vicepresidente Aragon¨¦s mantiene abiertos los canales con el Gobierno de Espa?a (afortunadamente). Una pregunta directa al se?or Torra: ?Por qu¨¦ ni ¨¦l, ni el se?or Puigdemont, ni el se?or Mas han tenido tiempo o coraje durante a?os para arriar la bandera espa?ola del Palau de la Generalitat? Es m¨¢s f¨¢cil enviar una y otra vez a los CDR y tsunamis varios a cortar la autopista de La Junquera, una de las m¨¢s importantes ¡ ?de Europa! Por tanto, ¡°sit and talk¡± pero la parte insurrecta sabe que no se parte de cero, y que, como dijo el optimista, ¡°las cosas pueden ir a mucho peor¡¡±.
Hay un tercer mantra, pero este es mutante, y reside en la moda cambiante del eslogan principal. ?Recuerdan el ¡°mandat democr¨¤tic¡±? Menuda trampa. ?C¨®mo es que en el Parlament el ¨²nico tema tab¨² es unas nuevas elecciones auton¨®micas? El mandato democr¨¢tico es el que surge de un sistema de instituciones y normas vigentes, y su legitimidad surge de los procedimientos usados para crearlas y ejercerlas. No es un mandato ilimitado y sobre todo a instancia de parte. Es cierto que la parte no independentista, llam¨¦mosla constitucionalista, (no es ning¨²n insulto, mal pese a algunos) se ha dejado arrastrar a no cuestionar m¨¢s a fondo en su d¨ªa lo del dret a decidir, que no existe como mandato a instancia de parte. O a no cuestionar m¨¢s frontalmente lo de que ¡°lo pol¨ªtico¡± no puede ser resuelto ¡°jur¨ªdicamente¡±. En otros momentos el eslogan ha sido ¡°esto ya no va de independencia, va de democracia¡±, a ver si as¨ª se ensancha un poco el campo soberanista¡ pero sigue yendo de independencia, ?no? Lo de la violencia organizada de hace tres semanas, fue terrible, pero lo que el Govern de la Generalitat bajo el liderazgo de Torra ha hecho con los Mossos d'Esquadra no tiene nombre y es imperdonable.
?Y ahora qu¨¦ hacer, como dijo Lenin? Nada, o casi nada. Que la situaci¨®n creada por estas ¨²ltimas elecciones es muy complicada, nadie lo discute. Pero que en el campo independentista muchos lo consideren una gran victoria estrat¨¦gica, es algo que no tiene ni pies ni cabeza. Este pa¨ªs est¨¢ mucho peor que en 2012, en 2015, en 2017 y el a?o pasado, las agencias de calificaci¨®n econ¨®mica ponen a Catalu?a en el nivel de ¡°bono basura¡±. ?Espa?a no ten¨ªa un partido de extrema derecha? Pues ya tiene uno y de talla europea.
Hay problemas que, contra una creencia popular, no necesariamente tienen soluci¨®n. Es m¨¢s, pueden ir a mucho peor. En ello estamos.
Pere Vilanova es Catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica (UB)
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