Los comunes silencian sus peticiones soberanistas para facilitar el nuevo Gobierno

El partido de Ada Colau, Catalunya en Com¨², planteaba en su programa electoral sondear f¨®rmulas con el Gobierno central para lograr la libertad de los l¨ªderes independentistas encarcelados y crear foros de di¨¢logo que alg¨²n d¨ªa desemboquen en un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n. Esas reivindicaciones figuran en su hoja de ruta, pero ahora los comunes las han silenciado, previsiblemente, para no entorpecer las negociaciones entre el PSOE y Esquerra y permitir as¨ª la investidura de Pedro S¨¢nchez. Van con pies de plomo para que nada se tuerza.

La formaci¨®n de la alcaldesa de Barcelona ya salud¨® el acuerdo entre el presidente en funciones y Pablo Iglesias, que han sometido a la consulta de las bases ¡ªempez¨® el s¨¢bado y acab¨® ayer domingo¡ª, como primera medida urgente para frenar la ultraderecha encarnada en Vox.

¡°O las izquierdas hacen un frente amplio o nos vamos todas a la mierda¡±. Con una advertencia tan dr¨¢stica como demoledora, Ada Colau lanz¨® ese mensaje a Pedro S¨¢nchez la misma noche electoral ¡ªel pasado 10 de noviembre¡ª para transmitirle la imperiosa necesidad del pacto tras la estruendosa irrupci¨®n de la extrema derecha en el Congreso de los Diputados. El acuerdo se cerr¨® un d¨ªa despu¨¦s y la primer edil barcelonesa lo salud¨® agradeciendo que se impusiera el ¡°sentido com¨²n¡± para hacer frente a los ¡°discursos del odio¡± y empezar una nueva ¡°etapa de di¨¢logo¡±. No ha dicho apenas nada m¨¢s en las redes sociales sobre las negociaciones de Gobierno salvo subrayar que una ONG del prestigio de Amnist¨ªa Internacional ha pedido la liberaci¨®n de Jordi Cuixart y Jordi S¨¤nchez. ?nicamente el viernes, en una llamada para que los inscritos a la confluencia participaran en la consulta, dijo: ¡°Yo lo tengo claro. Necesitamos un gobierno progresista¡±.

Tampoco ha sido m¨¢s expl¨ªcito Jaume Asens, cabeza de lista de Catalunya en Com¨² en el Congreso de los Diputados y exteniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, que tampoco ha vuelto a hacer ninguna alusi¨®n a las conversaciones tras celebrar el acuerdo.

Tras asumir su papel secundario frente al PSOE y ERC, los comunes parece que se han borrado del mapa y se han impuesto un silencio para que la investidura de S¨¢nchez culmine. La realidad tambi¨¦n es que el PSOE ha preferido excluir a Podemos de las conversaciones con los independentistas republicanos. Los comunes, en cualquier caso, son conscientes de que el punto n¨²mero 9 del acuerdo, el que hace referencia a Catalu?a, dista un mundo de sus postulados. El texto solo menciona que el Gobierno garantizar¨¢ la ¡°convivencia¡± en la comunidad y la ¡°normalizaci¨®n de la vida pol¨ªtica¡± fomentando el di¨¢logo siempre dentro de la Constituci¨®n. La elecci¨®n de la definici¨®n del conflicto como un ¡°problema de convivencia¡± es una enmienda a la totalidad del planteamiento de los comunes, que siempre se han referido a un problema de car¨¢cter pol¨ªtico. S¨¢nchez, de todas formas, d¨ªas despu¨¦s corrigi¨® esa definici¨®n al aceptar el uso de ¡°crisis pol¨ªtica¡±.

Punto de partida

¡°El n¨²mero nueve es un punto de partida. Y abrir el di¨¢logo es muy buena noticia¡±, se?ala el portavoz Joan Mena, que apunta que su objetivo es que se acabe llenando de contenido. La declaraci¨®n de Pedralbes est¨¢ en el horizonte. Conscientes de la escasa ambici¨®n de ese texto, los comunes se han sacudido de encima las airadas cr¨ªticas de la CUP y de Junts per Catalunya, que les acusan de haber olvidado con facilidad pasmosa la amnist¨ªa o el refer¨¦ndum. Su objetivo es preservar el acuerdo para lograr un bien mayor. Y experiencia ya tienen: en mayo ya sufrieron peores ataques cuando recibieron un alud de cr¨ªticas por aceptar los votos del exprimer ministro franc¨¦s Manuel Valls para reeditar la alcald¨ªa de la capital catalana.

El espacio, adem¨¢s, acaba de reajustar su direcci¨®n, donde las corrientes internas ¡ªla de los comunes federalistas¡ª se han integrado en un sola lista para dirigir el partido, mientras que los anticapitalistas de Desbordem han renunciado a participar en los ¨®rganos de direcci¨®n por falta de debate democr¨¢tico y por el acuerdo ¡°entusiasta¡± mostrado por el partido por el acuerdo con ¡°el PSOE del 155¡±.

El partido se ha volcado en llamar a la participaci¨®n para reforzar la idea de la necesidad imperiosa de un acuerdo. La inc¨®gnita es si al final todo este tri¨¢ngulo entre La Moncloa, el Govern y el Ayuntamiento acabar¨¢ comportando la aprobaci¨®n de los Presupuestos de la Generalitat.