T¨¤pies, un pintor con muchas tablas

La personalidad art¨ªstica de Antoni T¨¤pies se nutri¨® siempre del contexto pol¨ªtico que le toc¨® vivir; pero tambi¨¦n del mundo art¨ªstico que le rode¨®. Es lo que le ocurri¨® con el teatro en el que el artista tuvo una breve pero intensa relaci¨®n de apenas cinco montajes que se mantienen dentro de los par¨¢metros de su personalidad art¨ªstica por que incluyen los mismos materiales y buena parte de las im¨¢genes que le interesan y plasma en su pintura. Son otros t¨¤pies que poca gente pudo ver y que por su car¨¢cter ef¨ªmero quedaron relegados dentro de la producci¨®n del artista pese a la radicalidad de sus propuestas y el hecho de haber formado parte de la renovaci¨®n del teatro catal¨¢n de los a?os sesenta y ochenta.?La fundaci¨®n del artista recupera estos montajes en la exposici¨®n Antoni T¨¤pies. Teatro (hasta el 19 de abril) en la que reivindica este aspecto poco conocido del creador. ¡°Es una exposici¨®n que suma a la lectura de T¨¤pies¡±, explica el director de la fundaci¨®n, Carles Guerra.

Lo teatral est¨¢ presente en sus obras pict¨®ricas en piezas como Relieve con cuerdas (1963) en la que muestra la parte posterior de la pintura, las bambalinas que se ocultan a espectador; algo parecido a lo que hizo, dos a?os antes, en Or i sal, un montaje en el que ¡°T¨¤pies quer¨ªa que se viera la tramoya, lo que para ¨¦l era el misterio del teatro¡±, explica N¨²ria Homs, conservadora de la Fundaci¨®n y comisaria de la muestra.

Homs ha hecho un gran esfuerzo por recuperar este tema, hasta ahora in¨¦dito, a partir del material documental que ha quedado de los cinco montajes: la mencionada Or i sal (1963), Semimaru (1966), L¡¯armari en el mar (1978), L¡¯?boulement (1982), que se mont¨® en Par¨ªs en colaboraci¨®n con el cr¨ªtico Jacques Dupin, se represent¨® en un hangar y para la que T¨¤pies emple¨® s¨¢banas, cuerdas y unas pocas manchas de color con huelas y n¨²meros y Johnny va agafar el seu fusell (1989). Y las ha reconstruido a partir de materiales diversos como pinturas, bocetos, grabados, fotograf¨ªas, programas, invitaciones y art¨ªculos de prensa que los ilustran..

En la exposici¨®n queda claro lo mucho que le debe el T¨¤pies teatral a su buen amigo, el multifac¨¦tico Joan Brossa, con textos como el mecanuscrito del poeta de Carnaval escampat o la invasi¨® desfeta (1949), con correcciones manuscritas del pintor y la participaci¨®n de ambos en veladas privadas de cabaret, las ¡°sesiones de caligarismo¡±, en domicilios como el estudio de Modest Cuixart o la casa de Leopoldo Pom¨¦s, en la que se puede verse a Brossa, Joan Pon? y Pere Portabella actuaban disfrazados y maquillados y en las que es evidente la fascinaci¨®n por las marionetas, la magia y la ¨®pera.

La muestra recoge el fracaso de T¨¤pies con la l¨ªrica a partir de tres proyectos fallidos. El 16 de octubre de 1973 el director de la Deutsche Oper Berlin se lamenta que el pintor no haya aceptado hacer la coreograf¨ªa para un Don Giovanni. ¡°Tengo la convicci¨®n de que la colaboraci¨®n con usted podr¨ªa dar al teatro musical nuevas experiencias de gran importancia¡±, le escribe. Sin perder la esperanza le propone que colabore en la escenograf¨ªa de El pabell¨®n de oro, de Yukio Mishima. Y T¨¤pies le responde que s¨ª. Pese a su buena voluntad, el proyecto ¡°no sabemos por qu¨¦¡± no se materializ¨®. El tercero era para Barcelona. ¡°Cap de mirar fue una propuesta de 1991 para el Liceo, pero la iniciativa de T¨¤pies se retras¨® hasta que por diversas circunstancias finalmente no se materializ¨®¡±. Por suerte, han quedado sus bocetos que ahora pueden verse en la T¨¤pies.

Una obra comprometida pol¨ªticamente

Antoni Tapies es autor de una obra tan personal y reconocible, como desconocida. La polisemia y la ambig¨¹edad de los signos que caracterizan sus pinturas complican su interpretaci¨®n y hacen que, la mayor¨ªa de las veces, no se entienda el significado ¨²ltimo de las mismas. En 2018, seis a?os despu¨¦s de su fallecimiento, se inaugur¨® la exposici¨®n Antoni T¨¤pies. Biografia pol¨ªtica en su fundaci¨®n; una primera aproximaci¨®n al animal pol¨ªtico que fue T¨¤pies y que impregn¨® toda su obra. "Hay d¨ªas en las que el pintor tiene que manifestarse como todos los otros hombres. Cuando vuelve al taller, contin¨²a el mismo combate con su trabajo de pintor. Yo pruebo de integrar en mi pintura todo lo que se puede sentir hoy en Barcelona: el sufrimiento, la adversidad, la presi¨®n, un gesto de revuelta que reencuentra el del pintor", escribi¨®.

Ahora, Enciclopedia Catalana ha publicado Antoni T¨¤pies. Biografia d'un compromis, un libro de bibli¨®filo (1.149 ejemplares a 990 euros). "Hemos intentado poner los hechos al lado de una obra que tiene una tradici¨®n herm¨¦tica, opaca y silenciosa. los hechos quiz¨¢ influyeron en su obra. En algunos casos fue as¨ª, en otros, pasaron a su lado", explica Carles Guerra, director de la Fundaci¨®n, que junto al presidente de la instituci¨®n, Xavier Antich, han coordinado el trabajo en el que se reproducen 213 obras del artista realizadas entre 1943 y 2011. En un segundo volumen se incluyen documentos y una docena de art¨ªculos escritos por especialistas en el pintor. Todo para dar luz a su obra y su compromiso como pintor.