La voz de los ausentes

Hace unos d¨ªas, hablando sin prisas y cordialmente con uno de los llamados ¡°padres de la Constituci¨®n¡± (quedan dos) llegamos a la conclusi¨®n de que es l¨®gico que nos embargue de vez en cuanto una sensaci¨®n de fracaso generacional. De su generaci¨®n y la m¨ªa. ?Por qu¨¦? Porque ni el ni yo hab¨ªamos visto venir nada de nada de lo que nos ha llevado a la actual situaci¨®n. Su desaz¨®n era incluso superior a la m¨ªa, por dos razones. El, como padre de la Constituci¨®n, emple¨® mucha m¨¢s energ¨ªa y pasi¨®n a elaborar el texto constitucional, mientras que yo era un simple ciudadano ¡°engag¨¦¡± como dir¨ªa Jean Paul Sartre. Pero es duro, hoy, ver como gente que destila una mezcla de arrogancia y simpleza cultural desprecia a personas cuya labor nos ha permitido llegar hasta aqu¨ª. Yo no miro nunca nada en el cenagal de las redes, pero seg¨²n me cuentan causa pavor ver el panorama, no ya en t¨¦rminos de an¨¢lisis pol¨ªtico o expresi¨®n cultural, sino desde un punto de vista moral.

Y en esto lleg¨® el cuarenta aniversario de la Constituci¨®n. Ha habido pocas celebraciones, muchos comentarios despatarrados en programas de televisi¨®n que tampoco pudimos imaginar, y excepcionalmente algunos textos dignos de menci¨®n. De entre estos, por su modestia, rigor, y voluntad democr¨¢tica, cabe destacar un objeto volante poco identificado (le llamaremos OVPI): el Centre d'Estudis per la Democracia Jordi Sole Tura. Cuando Muri¨® Jordi Sole Tura, hace diez a?os, muchos nos sentimos muy hu¨¦rfanos. Y el alcalde de Mollet, Josep Monr¨¢s, puso todo su empe?o en poner en marcha un peque?o centro de estudios para la democracia que, con el empe?o de Teresa Eulalia Calzada y el apoyo del peque?o grupo de sospechosos habituales, se ha dedicado a organizar una vez al a?o unos debates y publicar unos cuadernos para reflexionar sobre la democracia. El volumen 5 de este a?o, celebra el cuarenta aniversario de la Constituci¨®n de una manera inteligente. La idea, empezando por un brillante pr¨®logo de Enric Juliana, era juntar una selecci¨®n de art¨ªculos sobre el tema que nos ocupa, escritos por Jordi Sol¨¦ Tura entre 1977 y el 2003, con especial atenci¨®n a cuestiones como federalismo, r¨¦gimen auton¨®mico o el papel de los comunistas en el proceso constituyente.

Esto permite varias cosas, todas buenas. La primera es sin duda leer a Jordi Sole Tura en sus mismas palabras, esto es, atisbar su pensamiento en su contexto preciso. La segunda, m¨¢s importante si cabe, es evitar la trampa de ¡°hacer hablar a los muertos¡±, y esto merece una explicaci¨®n. Un fen¨®meno bastante frecuente consiste en hacer decir a los muertos, hoy, lo que opinar¨ªan de la situaci¨®n actual, con el ventajismo de que los interesados (ausentes) no est¨¢n en posici¨®n de replicar, defenderse o reaccionar. Hemos visto alg¨²n caso clamoroso por parte de alguien que sigue en Waterloo, en su viaje a ninguna parte¡­ Alguno puede invocar un v¨ªnculo muy especial con el que ya no est¨¢, tanto que considera que es de su propiedad exclusiva. Pero los muertos no son de nadie y son de mucha gente. Lo mismo pas¨® hace dos d¨ªas con una se?ora del PP que hizo una comparaci¨®n obscena entre los tiempos de ETA y la actualidad. De inmediato le replicaron dos personas mucho m¨¢s legitimadas que la tal Cayetana, familiares de asesinados, pero en su sus comentarios nos reconocimos muchos.

Apunta Enric Juliana en la introducci¨®n mencionada algunas cosas que producen una gran incomodidad. Sole Tura public¨® muchos, varios libros de referencia, y uno puede rastrear su pensamiento expresado en letra escrita a lo largo de tres d¨¦cadas. Con los l¨ªderes actuales no es tan f¨¢cil. Pedro S¨¢nchez publica un libro de t¨ªtulo heroico, pero se lo ha escrito otra persona. A Pablo Iglesias el libro ¡°se lo ha entrevistado¡± (perdonen el barbarismo) otra persona. A Pablo Casado¡­ bueno, uno ya se pierde en los arcanos de m¨¢steres y posgrados ¡°en la nube¡±, Torra o Puigdemont son ¨¢grafos, m¨¢s conocidos por lo que no han escrito, excepto en twitter, que por otra cosa. En efecto, por volver al ensayo de Juliana, ?puede alguien imaginar que un debate que empieza en 1959 y se precipita ¡ªcon expulsiones dram¨¢ticas de por medio¡ª en 1965, tuviera que ver con la teor¨ªa de la est¨¦tica, el fracaso de la Huelga General Pac¨ªfica y Picasso contra el ¡°socialismo realista¡± de Zhdanov? Ya se, parece que no se entiende gran cosa, pero es para que se animen a contactar en el Centre d'Estudis Per la Democracia y pidan algunas copias de tan interesan lectura.

Pere Vilanova es Catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica (UB)